La última ocurrencia del Gobierno andaluz para solucionar los graves déficits de la sanidad pública andaluza ha tenido una airada respuesta frontal en contra por parte de los sanitarios. La propuesta anunciada este miércoles por el presidente autonómico, Juan Manuel Moreno Bonilla, en el pleno del Debate del Estado de la Comunidad de que un médico de otro distrito sanitario o incluso de otra provincia atienda antes de 72 horas a un paciente que requiere asistencia facultativa ha sido rechazada en su totalidad por la oposición parlamentaria, de izquierdas y derechas, y también por los sindicatos sanitarios.
Este enésimo intento del ejecutivo andaluz para afrontar los males palpables que aquejan su gestión de la sanitaria pública de la comunidad ha evidenciado improvisación, falta de consenso absoluto con el sector, con pacientes y sanitarios cada vez más descontentos y enfadados, y sobre todo vivir en una realidad paralela de difícil entendimiento. Sin ir más lejos, este mismo jueves 12 de diciembre los médicos andaluces reinician las movilizaciones contra el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ante el incumplimiento de los acuerdos firmados, los recortes por parte de la Administración autonómica y la ausencia de diálogo con los profesionales, según el Sindicato Médico Andaluz (SMA), mayoritario en el colectivo de facultativos andaluces.
“El presidente y la consejera de Salud se están riendo de los andaluces”. Así de contundente ha sido el representante sanitario del sindicato UGT en Andalucía, Antonio Macías, quien añade que “si verdaderamente el presidente tiene algún interés en salvar la atención primaria, debe poner a gestionar con mayúsculas a gente que sepa gestionar con mayúsculas y darle una patada en el culo a la pandilla que tiene actualmente invadiendo la Consejería de Salud”.
“El presidente y la consejera de Salud se están riendo de los andaluces”, aseguran los sindicatos, mientras Moreno Bonilla dice que el presupuesto de la sanidad ha aumentado casi un 60% desde que él gobierna
El actual estado de degradación progresiva e incluso colapso de la sanidad pública andaluza, el segundo problema más importante para los ciudadanos de la comunidad solo por detrás del desempleo, según el propio CIS andaluz, es al fin reconocido por el ejecutivo andaluz, que hasta ahora venía ofreciendo una visión triunfalista sin más de este sector, con un presupuesto autonómico que bate récord tras récord presupuesto andaluz tras presupuesto andaluz desde que Moreno Bonilla asumió hace seis años el poder. Y pese a ello, tanto oposición política como sindicatos sanitarios, profesionales y mareas blancas manifestándose masivamente en las calles de las ciudades andaluzas le dicen a Moreno Bonilla que su gestión no va bien, que la realidad de la sanidad pública andaluza es bien distinta a la que él dibuja desde el estrado del Parlamento autonómico.
Esta realidad paralela de la sanidad por parte del presidente andaluz es la que expresó este miércoles en el Debate del Estado de la Comunidad en la Cámara andaluza. Moreno Bonilla recordó en su intervención que el Gobierno andaluz destina 15.247 millones de euros al sistema público de salud y que, desde que 2018, el presupuesto de la Junta se ha incrementado en un 40% y el presupuesto de la sanidad casi un 60%. También indicó que la plantilla estructural de SAS ha crecido en 26.000 efectivos en estos años, a los que se añadirán otros 7.000 más en 2025 y otros 7.000 en 2026, y que el 94% de la plantilla del SAS tendrá plaza en propiedad en 2025. “Es un hecho que en este 2024 se han realizado 50.000 operaciones quirúrgicas más que en el último año de la administración socialista y que el gasto medio por habitante en 2025 será de 1.765 euros, 600 euros más por habitante de lo que se invertía entonces”, dijo Moreno Bonilla.
Listas de espera sin fin
El presidente andaluz también se refirió al denominado Plan de Garantía Sanitaria para reducir las listas de espera y dijo que se ha incrementado un 477% la actividad extraordinaria en los hospitales públicos por la tarde, los fines de semana y los festivos y que en el último año se han reducido un 40% las listas de espera para una operación quirúrgica fuera de plazo, pasando de 53.000 a 31.800.
La pregunta se antoja recurrente a estas alturas de la situación sanitaria en Andalucía. ¿Por qué oposición política en pleno, sindicatos sanitarios, profesionales de la salud y ciudadanos coinciden en resaltar el mal funcionamiento de la sanidad pública en Andalucía? De momento, el último conejo que Moreno Bonilla ha sacado de su chistera para poner freno al descrédito de su gestión sanitaria le ha salido rana en menos de 24 horas desde su anuncio. Enésimo intento fallido.