21D: No pienses nada, no opines y vótame

Si los mejores guionistas de Hollywood se hubieses juntado para redactas el guión del procés, probablemente el resultado no hubiese sido ni la mitad de impactante que la realidad, supongo que no pondrían tantos efectos especiales y la dosis de democracia sería algo más fuerte.Las circunstancias en las que se presentan las elecciones del próximo 21 de diciembre son espero preocupantes para cualquier que se haga llamar demócrata. No lo digo como discurso independentista, lo digo en consecuencia de la falta de garantías que están teniendo las elecciones.Para empezar, resulta profundamente triste, ver a cabezas de lista en prisión sin poder hacer campaña electoral. Ahora dicen que quizá dejen a Oriol Junqueras hacer algún que otro vídeo desde Estremera, cuando queda menos de una semana electoral, en fin. Sigamos, mientras se desarrolla la campaña y casi diría yo desde el 1 de octubre, la violencia y agresiones fascistas en la vía pública se han multiplicado. Eso es lo menos preocupante, ya que el fascismo siempre ha estado presente en España, nunca se fue, lo preocupante es la banalidad con la que el estado trata a los individuos relacionados, una impunidad total. En tercer lugar, me gustaría recalcar el papel que está teniendo la prensa en todo este asunto. Mientras algunos periodistas reciben amenazas de muerte por sencillamente informar con objetividad e interesarse por la realidad catalana, como es el caso de Beatriz Talegón, otros campan por los platos difamando a sueldo de un estado que les aplaude por ello.Luego tenemos la Junta Electoral, quien prohibió, entre muchas otras cosas, concentraciones de abuelos con bufandas amarillas o pancartas con las palabras Democracia y Libertad. Al parecer, las pancartas no cumplían con la neutralidad y lo que defienden todos los partidos que se presentan a la elecciones, algunos parecen no sentirse muy cómodos con la palabra democracia. Durante estos días, el ejército español está realizando, justamente en el territorio catalana, pruebas que implican pasear carros de combate en pleno día en medios de centros urbanos. No olvidemos también, que mientras humoristas o gente que hace tuits esta citada a declarar por incitación al odio, a la vez que Pablo Casado puede insinuar fusilar a otro cabeza de lista independentista y casi ser aplaudido por ello.Para rematar todo lo anterior, como ni la Junta Electoral se cree que existan garantías democráticas en todo esto, ellos mismas rechazan la presencia de observadores internacionales el 21D. Algo completamente normal en cualquier elección y que los partidos del bloque del 155 aceptan con total tranquilidad.¿Y todo esto, porque? La respuesta solo la saben ellos, aunque tampoco es muy difícil de responder. En unas elecciones sin todo lo anterior, el bloque unionista no podría garantir una victoria en las urnas, lo que supondría la victoria de la República Catalana. Aún con todo lo nombrado siguen sin poder asegurar que saldrán victoriosos, por ello amenazan con volver a aplicar un 155 si pierden. Una severa sentencia que supondría la confirmación de que España es una dictadura sin tapujos de parecerlo.Dicen que estas elecciones son la oportunidad para restablecer el orden democrático en Cataluña. Un orden, que según ellos, se rompió a base de poner urnas, papeletas y preguntar a la ciudadanía. No seré yo quien lo diga primero, pero quizá tienen ustedes el significado de democracia algo confuso.