Cristina-Fallarás.jpg

24/1/2017. La calle de las mujeres

25 de Enero de 2017
Guardar
bose
lucia perezLucía Pérez tenía 16 años. La noche del 8 de octubre del año pasado, en Mar del Plata (Argentina), dos hombres la drogaron, la violaron y la empalaron. Se le paró el corazón. De dolor, se le paró.Entonces, algo se revolvió en Argentina. Esas cosas suceden, necesitamos una imagen insoportable. Últimamente, solo algo verdaderamente insoportable nos levanta del teclado y nos saca al a calle. Eso sucedió en Argentina tras el asesinato de la joven Lucía Pérez.Ahora dan un paso más. Desde allí, proponen (AQUÍ) que en todos los países del mundo la gente salga a la calle contra la violencia machista. No es un reto pequeño. Ahora las cosas suceden en un espacio creado llamado tuiter o llamado facebook.Sin embargo, las cosas insoportables también existen por acumulación, y este es el caso.

***

 Observamos con perplejidad –cabe preguntar quiénes estamos perplejos y quiénes les apoyan– cómo representantes cada vez más conservadores y machistas van ocupando los puestos de poder. Las reivindicaciones de las mujeres, la lucha por la igualdad y, de paso, los fondos públicos dedicados a esto van desapareciendo.Paralelamente, aprovechando el espacio nada inocente de las redes sociales, se multiplican las expresiones públicas de odio. Odio hacia las mujeres, odio hacia los homosexuales, odio explícito, público y siempre escondido tras un mote.Sirvan los ejemplos tras la muerte de Bimba Bosé. https://twitter.com/No_Soy_Lalito/status/823552074549841920?ref_src=twsrc%5EtfwEntiendo el espacio de la calle, a cara descubierta, como un escenario valientefrente al espacio cobarde de las redes. De ahí que la calle se convierta –vuelva a convertirse– en el lugar adecuado para que las mujeres salgan a protestar, a gritar y ventilar la muerte, los golpes, los insultos y amenazas, el desamparo por parte de las administraciones públicas. Sucedió en España con la convocatoria de la Marcha del 7N.Quizás, con todo esto alguien se vuelva a plantear aquello de “ocupar los espacios públicos”. O quizás solo es nostalgia.

***

 Mañana seguiremos informando. 
Lo + leído