Todo cobarde necesita un monstruo. Y Trump nos viene que ni pintado.Este alboroto en redes y medios de comunicación, este escandalizarse, no es otra cosa que la manta con la que intentamos taparnos, como los niños cuando se apaga la luz.Intentamos tapar que Trump es un producto de nuestra miseria, de nuestra cobardía, de esta forma obesa de vivir en blanco.
Se nos mueren, literalmente, de frío los niños refugiados a las puertas de casa, puertas que permitimos sigan atrancadas, pero preferimos ver en el telediario las manifestaciones en los aeropuertos norteamericanos.Las páginas de los diarios se nos llenan de aspavientos por el desprecio de Trump a los medios de comunicación, mientras aquí permitimos que el presidente del Gobierno y su clan
nos mientan con impunidad. ¡Y publicamos las mentiras!Para qué seguir.En las calles y los despachos, como siempre, resuena la pregunta del idiota: ¿
Cómo no lo habíamos visto venir?
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Andreu Martín.El escritor
Andreu Martín tiene una magnífica costumbre. Cada día envía a sus amigos una carta por correo electrónico. Allí hay de todo: opiniones propias y de quienes se dirigen a él, narraciones de acontecimientos sorprendentes o lo contrario, recomendaciones de libros, de bandas sonoras, mucho cine… Lo llama
La Parida.Hace un par de días, la carta terminaba así: “Sólo pretendía poner imágenes a un tema que no las tenía. Y me salió
un alegato contra las agresiones machistas”. El tema es
Miss Otis regrets, por
Pat Barber. Y el montaje de imágenes es del propio escritor.https://www.youtube.com/watch?v=iy0Q5Od8FF8Me gusta la gente así, culta, serena, con sentido del humor y generosa, como Andreu Martín.
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Mañana los cobardes seguirán alimentando a sus monstruos. Y yo, aquí, contando estas cosas.