Foto de perfil del redactor de Diario16 David Casarejos.

El 8M de 2025 ha de servir como impulso…ni un paso atrás

12 de Marzo de 2025
Guardar
El 8M de 2025 ha de servir como impulso…ni un paso atrás. | Foto: ONU Mujeres/Johis Alarcon
Activistas asisten a una marcha contra la violencia machista. | Foto: ONU Mujeres/Johis Alarcon

Lo poco que llevamos de 2025 se está mostrando como un año de cambios, pero cambios para mal…

La tónica general y los discursos políticos que están escuchándose cada vez mas alto muestran un camino que nos aleja claramente de reivindicaciones como las que se exponen en las actividades del 8 de marzo en todo el mundo.

Los discursos reaccionarios, belicistas y populistas que están ejerciendo algunos lideres en países como EE. UU., Argentina, Italia o en algunos partidos en nuestro país se alejan y mucho de los objetivos que tradicionalmente se persiguen en esta fecha y tratan de blanquearnos discursos y actitudes del pasado desde medios, redes sociales e instituciones.

En varios de estos países, se observa un debilitamiento de las leyes y políticas que protegen los derechos de las mujeres, especialmente en áreas como la salud reproductiva, se está experimentando un retroceso en la educación con perspectiva de género, sigue patente la desigualdad salarial y hay pasos atrás en la prevención de la violencia de género y este retroceso se ve impulsado y aupado por movimientos que aparte de xenófobos y racistas, nos traen de vuelta agendas antifeministas.

 El crecimiento de ciertas ideologías hace que, a pesar de los progresos conseguidos, se observe un retroceso en los derechos de las mujeres en diversas partes del mundo, con amenazas que dificultan el avance hacia la igualdad.

En Estados Unidos, por ejemplo, tras la derogación de Roe vs. Wade, varios estados han seguido endureciendo las leyes antiaborto, un patrón que también se replica en países de Europa y América Latina.

Las guerras y crisis humanitarias en lugares como Ucrania, Palestina, Sudán y Afganistán siguen poniendo a las mujeres en situaciones de vulnerabilidad extrema y la violencia sexual como arma de guerra sigue siendo una realidad, y muchas mujeres refugiadas enfrentan explotación y trata de personas.

Hay que recordar que, en Europa, la brecha salarial de género sigue en torno al 13%, y en muchos países del Sur Global las mujeres siguen ganando hasta un 30% menos que los hombres por trabajos equivalentes.

Las divisiones dentro del movimiento feminista sin ninguna duda pueden generar tensiones y dificultar la unidad en las manifestaciones y hay partidos que buscan contramanifestarse bajo el prisma de un “feminismo” que en muchas ocasiones de “feminista” no tiene nada.

Las plataformas digitales y las redes sociales amplifican los discursos antifeministas y facilitan la difusión de contenido misógino y lo hacen sin ningún tipo de vergüenza y bajo la bandera de una falsa libertad que solo sirve para el insulto, el menosprecio y la búsqueda de unos “valores” que les convienen que vuelvan a unos pocos. No hay duda de que el debate público se ha polarizado, con un aumento de la retórica antifeminista con claros intereses electoralistas en busca de un segmento del voto concreto…y parece que da igual el retroceso o los peligros que sus discursos vuelven a traer.

La inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes plantean nuevos desafíos en términos de discriminación y sesgos de género y mucho me temo que servirán para guiar aun mas el pensamiento colectivo hacia territorios peligrosos. Un sector creciente de población se cree a pies juntillas cualquier cosa que lean en internet o vean en YouTube y la capacidad crítica sigue disminuyendo, y de esta manera se facilita el trabajo a los que deciden lo que debemos pensar o votar.

Es evidente que estamos viendo una proliferación de discursos de odio y desinformación dirigidos a mujeres y activistas feministas, lo que genera un clima de hostilidad y miedo.

A pesar de estos desafíos, el movimiento feminista continúa movilizándose y resistiendo y por suerte se observa un aumento de la participación de mujeres jóvenes y nuevas generaciones que vienen con un discurso muy potente y unas ideas muy claras. Esta vez llegan sin la mochila que llevaban muchas mujeres y hombres de mi generación que fuimos criados en una sociedad machista y que no nos cuestionábamos unas formas y “costumbres” que estaban muy lejos de lo que ahora entendemos como una sociedad moderna. El aire fresco y claridad de ideas de nuestras jóvenes fortalece la lucha por la igualdad.

La resistencia y la fuerza del discurso se ha visto aumentada por la viralidad que las redes sociales otorgan a los movimientos de protesta.

Las escenas de hace unos días con Trump, Vance y Zelenski nos han dejado claro el escenario al que nos quieren devolver los nuevos mandatarios del mundo. Los discursos de Milei, Orban o Meloni, o por ejemplo los usos de los presupuestos asignados a la comunidad de Madrid contra la violencia de genero y que se dirigirán hacia programas a favor de la familia anunciado por Diaz Ayuso, hacen que este 8M y los futuros sirvan para mostrar la fortaleza de una gran mayoría feminista no dispuesta a dejarse amendrentar por el exceso de testosterona y discursos obsoletos que parece que están de vuelta.

En 2025 se sigue mostrando una persistencia de la desigualdad y aun se ha logrado muy poco de todo lo que debía conseguirse:

La violencia de género, la brecha salarial y la discriminación laboral continúan siendo problemas graves que requieren atención urgente.

La falta de representación de las mujeres en puestos de liderazgo político y económico sigue siendo una realidad en muchos países.

En resumen, el 8M de 2025 será un día para celebrar los logros alcanzados, pero también para reflexionar sobre los desafíos pendientes y renovar el compromiso con la lucha por la igualdad de género. La deriva antifeminista en 2025 es un fenómeno complejo que requiere una respuesta multifacética. Es crucial fortalecer la protección de los derechos de las mujeres, combatir la desinformación y promover una cultura de respeto e igualdad.

Desde cualquier ámbito se ha de trabajar por la igualdad y desde el Consejo General de la ciudadanía española en el exterior se ha demostrado que en el mandato con mayor paridad y con una presidenta por primera vez en su historia, Violeta Alonso Peláez, es cuando más y mejor se ha trabajado por los derechos de todas y de todos.

Lo + leído