Fernando Vargas Zamora

Alberto Garzón y las macrogranjas

20 de Enero de 2022
Guardar
Macrogranja Porcina en Castilla y León

Es conocido que estos días se ha suscitado una polémica, completamente artificial , a partir de unas palabras atribuidas al ministro de consumo español , en la que supuestamente pone en entre dicho la calidad de la carne española, poniendo pues en cuestión, la veracidad de las etiquetas de calidad de estos productos que adjudican las autoridades sanitarias, que califican estos productos como aptos para el consumo.

Para empezar, quisiera analizar, él porque sostengo la absoluta y rotunda falsedad de quien pone en boca de Garzón esta cuestión; existen para ello dos razones fundamentales a analizar sobre las que se basa esta mentira fabricada:

A) El contexto: España no es el único, ni tan siquiera el mayoritario, productor de carne de granjas de macro consumo, con lo que al poner en cuestión el modelo de macro producción contra el modelo de ganadería extensiva, Garzón no estaba comparando la producción española con otro país, sino comparando dos modelos de producción diferentes y que está presente en todos los países desarrollados.

b) la propia sintaxis: Hay una cuestión muy perversa en esto. En la frase más polémica de esto hay una cuestión clave que se reduce a una simple palabra , la palabra “peor”, que torticeramente es sustituida por los fabricantes de esta falsedad por la palabra “mala”;  “la carne de las granjas de macro producción es una carne de peor calidad que la carne de la ganadería extensiva”; esta frase no pone en cuestión la etiqueta de calidad de ninguno de los dos productos, ni el macro producido ni el extensivo, puesto que la palabra peor, expresa comparación.  Si tú tienes dos productos y las etiquetas de calidad a un producto le marca un acto con una calificación por ejemplo, de 6 sobre 10 siendo el 5 el que marque la frontera entre apto y no apto, y otro producto con calificación de 10 sobre 10, evidentemente el primer producto es de peor calidad que el segundo producto , pero eso no significa que el primer producto sea malo para el consumo, con lo que al sustituir la palabra peor, que es la expresada por Alberto Garzón, por la palabra” mala”, se cambia completamente el sentido de sus palabras y se fabrica una mentira la cual esa si, al dejar creer la mentira sobre las palabras de Garzón, si puede hacer daño  a España, y no así las ciertas palabras de Garzón.

Además de esto, el ataque de las macro granjas, a Garzón, es un serio aviso y un enorme chantaje, a las intenciones de un gobierno formado por dos partidos que a priori viendo sus programas políticos y resoluciones congresuales, ambos dos, si tienen un concepto claro de que hay que ejercer acciones para la defensa y subvención de la ganadería extensiva y frenar la creciente contaminación que ejercen las macro granjas (cosa que no pone en cuestión la calificación de apto para el consumo del producto final) , pero si su menguada calidad en algo tan vital para la vida como el habito alimenticio, y estas acciones, de ejecutarse, a un nivel económico, fastidiarían el negocio a grandes capitalistas del sector, que en su mayoría ni tan siquiera son nacionales, y que debido a la mecanización del trabajo ni tan siquiera generan el empleo que deberían generar, y por el contrario, se favorecía al ganadero tradicional, que para más INRI, este si es en su práctica totalidad clase trabajadora nacional; y que nadie me entienda mal esta última reflexión, es un apunte para destacar, que ni siquiera en su lógica de “defensa de los interés de España” aciertan los que atacan al ministro de consumo, que por cierto, dicho sea su paso, como el titulo de su cartera indica, su trabajo como ministro de consumo, no es otro que fomentar las acciones tendentes necesarias para la mejora de la salud y los hábitos que generen calidad de vida, y no los intereses capitalistas para el enriquecimiento y gloria de una ínfima dueña de lo que nunca debieron ser dueños.

Lo + leído