Julián Arroyo Pomeda

Algo se mueve contra corruptores con la máxima prudencia

20 de Junio de 2025
Guardar
Algo se mueve contra corruptores con la máxima prudencia. corrupcion 3

Esta semana se ha oído a representantes del poder político la frase: "No hay corrupción sin corruptores".

Inmediatamente, el Presidente de la CEOE Antonio Garamendi, respondió en diversos medios de comunicación que es “lamentable” estar tratando a las empresas de corruptoras: “si me sacas tres, cuatro empresas y hay dos millones de empresas, no de qué estamos hablando Lo otro es partido, un Gobierno, es un sistema que está ahí".

No ha tardado en responder con cierta acritud, señalando que parece necesario Moncloa parece querer legislar contra las empresas corruptoras pero advierte de las dificultades legales. Es imprescindible estudiar los aspectos técnicos y evaluar los márgenes para que estas medidas sean viables.

Parece razonable tal toma de postura, ya que las cosas no están para equivocarse una vez más. Aunque esto no debe significar la inacción; el asunto debe estudiarse a fondo, no solo porque los partidos que apoyaron la investid de Pedro Sánchez se merecen ciertos "gestos".

Así lo ha solicitado la Ministra Díaz, la primera con la que se ha reunido. De igual forma, Más Madrid, Junts y Rufián, por ERC, han mostrado interés.

La respuesta Sánchez plantea dos aspectos. Primero, su preocupación por la legalidad y viabilidad de tales medidas, y segundo, la de los aspectos técnicos para garantizar su viabilidad y efectividad. Además, se argumenta que existen dificultades para probar que una empresa ha actuado como corruptora.

Además, las empresas tienen los mecanismos para evitar este tipo cosas, cambiándose de nombre. Otros informan que no sería difícil descubrirlas, ya que son las mismas empresas de la Gürtel. Algunos dicen que solo hay unas pocas que tienen los recursos necesarios. Ofrecerlo a una empresa extranjera, con los inconvenientes que esto implica, tampoco lo solucionaría, ya que se pueden poner pronto de acuerdo.

No son, pues, pocas ni fáciles de sortear las dificultades. Lo que sí enseña la frase es que sin corruptores no hay corrupción Esto es una verdad esencial sobre la corrupción: no ocurre de manera espontánea, requiere factores que la fomenten y la perpetúen.

En misma intervienen dos elementos: los que ofrecen sobornos o favores y quienes los aceptan. ¿Cómo hacen esto último? Creando redes de complicidad que erosione la confianza en las instituciones.

La responsabilidad es individual y colectiva. No basta con señalar la corrupción como un problema sistémico o estructural; es crucial identificar y sancionar a aquellos que la generan. Sin corruptores, las instituciones podrían funcionar con mayor transparencia y eficiencia.

Por otro lado, también plantea una cuestión sobre la cultura de impunidad que a menudo acompaña la corrupción. Si los corruptores no son castigados y continúan actuando sin consecuencias, el problema persiste y se vuelve endémico. Por ello, la lucha contra la corrupción debe centrarse tanto en prevenirla como en garantizar que aquellos que la practican enfrenten consecuencias.

La cultura tiene un impacto significativo en cómo una sociedad percibe y responde a la corrupción. Algunos de los factores clave incluyen.

Normas sociales y valores: En algunas sociedades, la corrupción puede verse como un problema grave que debe erradicarse, mientras que en otras puede estar más normalizada o incluso considerada una forma de resolver trámites burocráticos con rapidez.

Historia y tradición: Los países con antecedentes de gobiernos autoritarios o conflictos pueden tener una mayor tolerancia hacia la corrupción, ya que las prácticas corruptas pueden haber sido fundamentales para la supervivencia en tiempos difíciles.

Confianza en las instituciones: En lugares donde la corrupción es vista como un problema endémico, las personas pueden desarrollar una actitud de resignación, considerando que es imposible erradicarla. Por el contrario, en sociedades con instituciones sólidas y transparentes, la corrupción suele ser menos aceptada y más denunciada.

Influencia de los medios y la educación: La manera en que los medios de comunicación exponen casos de corrupción y cómo se educa a la población respecto a la ética y la justicia también afecta a su percepción. Un acceso amplio a información y una ciudadanía bien informada pueden generar mayor rechazo hacia prácticas corruptas.

Combatir la corrupción requiere estrategias adaptadas a cada cultura y contexto. Algunas medidas efectivas incluyen.

Educación y concienciación: En culturas donde la corrupción está normalizada, fortalecer la educación en valores morales puede cambiar la percepción y promover la integridad desde una edad temprana.

Transparencia institucional. Publicar información sobre presupuestos, licitaciones y gastos gubernamentales ayuda a prevenir el abuso de poder. En países con alta confianza en la tecnología, el uso de plataformas digitales para seguimiento y denuncia es clave.

Protección a denunciantes: Crear mecanismos seguros para quienes reportan actos de corrupción evita represalias y anima a más personas a exponer irregularidades.

Reforma legal y cumplimiento. En sociedades con un historial de impunidad, endurecer las sanciones y asegurar su aplicación sin excepciones ayuda a disuadir la corrupción.

Cambio cultural y presión social. En comunidades con redes sociales activas, campañas de sensibilización y movilización ciudadana pueden generar rechazo generalizado hacia prácticas corruptas.

La efectividad de estas estrategias depende de cómo se implementen y se adapten a cada contexto.

Lo + leído