Foto del perfil del redactor de Diario16 Vicente Mateos Sainz de Medrano.

Almeida, Mazón y Peinado

25 de Marzo de 2025
Actualizado a las 12:05h
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Almeida y Mazón

Con sus andanzas públicas, estos tres paladines de la derecha más rancia hacen bueno el refrán: tres eran tres las hijas de Elena, tres eran tres y ninguna era buena; porque ninguno demuestra con su hacer que cumplen con la misión de todo cargo público de atender a las necesidades de la ciudadanía y velar por una justicia justa libre de intereses espurios.

A la sorpresa de que el señorito Luis Medina, y el trapisondista Alberto Luceño, han sido absueltos de estafa agravada y falsedad documental por llevarse una comisión de seis millones de euros en la venta de mascarillas al Ayuntamiento de Madrid, se une el mensaje que se traslada a la ciudadanía de que los listos, los yonquis del dinero, se lo llevaron muerto, engañando a pazguatos administradores públicos. Y al alcalde Martínez Almeida, varias veces engañado en la compra de mascarillas durante la pandemia del Covid, con un monto superior a los 10 millones de euros de dinero público regalado, cifra aproximada porque el Ayuntamiento no ha facilitado el dinero total gastado en mascarillas. Medina y Luceño se llevaron 6, la empresa Sinclair and Wilde 2,5 millones por 500.000 mascarillas FFP2 defectuosas, y el resto repartido entre empresas sin trayectoria en el campo de la salud como Priviet Sportive SL y Vin Doré 24K SL, entre otras. Dinero público despilfarrado por Almeida que sigue sin mover un dedo para recuperarlo. ¿Cómo es posible que nadie de la administración municipal preguntará a los dos aprovechados, cuál era su comisión? Cómo nadie se lo preguntó, el juez en su sentencia da por bueno que no hubo estafa. ¡Cómo Almeida se permite el lujo de dar lecciones de gestión cuando le ponen un micrófono delante!

¿Se habrá dado por aludido el juez Peinado?, por la decisión del T. Supremo de inadmitir la querella del pseudo sindicato Manos Limpias contra Pedro Sánchez, por ser epicentro de una supuesta organización criminal de la que formarían parte su esposa y miembros sin nombre del Gobierno, sustentada en recortes y enlaces de prensa. Los mismos mimbres con los que Peinado abrió una causa contra Begoña Gómez —el 24 de abril se cumple un año—, que no parece tener fin demostrando el claro objetivo político que guía al juez. Si tuviera vergüenza, Peinado debería sentirse desautorizado por la resolución de los jueces de la Sala de lo Penal del Supremo que reiteran que no se deben abrir investigaciones en base a recortes de prensa porque supone un manifiesto fraude de Ley, con el argumento de que no incumbe al Tribunal investigar la noticia sobre cual es el reproche legal en el que podrían haber incurrido, o no, los señalados por el querellante. Seguro que Peinado hará oídos sordos, ¿habrá algún Tribunal que le pare los pies y ponga fin a este acoso judicial espurio?

Quien sigue haciéndose el sordo es el fantoche de Mazón, ante los sucesivos autos de la jueza de Catarroja que instruye el sumario por el desastre en la gestión de la DANA, que describen su desidia e inoperancia. En el último critica la inexplicable inacción de la Generalitat y falta de avisos a la ciudadanía, pese a conocer perfectamente el caos que se estaba produciendo, ya desde las 17:00 horas, por la ingente cantidad de llamadas al 112 de afectados contando el sufrimiento de familiares a punto de ahogarse sin recibir ningún auxilio. Además, añade la jueza, de la abundante información disponible procedente de la Aemet, la C.H. del Júcar, y de los medios de comunicación.

Datos fidedignos que ponen al descubierto las muchas mentiras de Mazón, que sigue actuando como si no tuviera ninguna responsabilidad, más que acusar al Gobierno central de ser el culpable de lo que él debió hacer y no hizo. Gobierno al que, sin cortarse, le pide dinero para la reconstrucción aun sabiendo que el Ejecutivo ya tiene asignados 14.300 millones de euros para tal fin. Mientras en paralelo recorta y deja en apenas 14 millones —por imposición de Vox— el presupuesto asignado a su flamante Vicepresidencia para la reconstrucción dirigida por el teniente general Gan Pampols.

Tres era tres las hijas de Elena, tres eran tres y ninguna era buena.

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