Situémonos, varón de 76 años, obviamente jubilado, residente en Alcorcón, enfermo de diálisis que tiene que acudir a la Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo 3 veces por semana es recogido por una ambulancia para sus traslados, traslados en invierno sin calefacción y en verano sin aire acondicionado, traslados que duran aproximadamente un hora para que el amable conductor, que no tiene culpa de su precaria situación, haga una ruta desde Parque Coímbra donde carga el primer paciente hasta Alcorcón, donde carga al último, con la posterior vuelta a Móstoles, la ida es una mierda, háganse a la idea de lo que supone la vuelta después de esperar sentado en una silla un mínimo de dos horas hasta que todos los pacientes terminen su tratamiento, ya que no todos requieren del mismo tiempo para que se realice su transfusión, sumándole a esto que al terminar esta ya están desprovistos de toda defensa, se quedan lo que viene siendo como un trapo. Una analítica de sangre, que supone aproximadamente 15 segundos se convierte en un periplo de 8 horas cuando, residiendo en Móstoles, esta se te realiza en la Fundación Jiménez Diaz si eres enfermo de cáncer, si la ruta Coimbra-Alcorcon-Mostoles de la diálisis ya es “apaga y vámonos”, háganse a la idea de las 8 horas en las que se convierten los 15 segunditos de analítica, ni que decir tiene el estado lamentable de las salas de espera donde son “aparcados” los pacientes.
¿A que es debido este lamentable y precario servicio?
A la privatización, sin duda alguna. Gran parte del servicio de las ambulancias de Madrid esta licitado a Ferrovial, a mayor número de intermediarios mayor es la tajada que hay que repartir, y por ende, el que paga el pato es el currito y el usuario, el currito cuando se le imponen hasta 6.000 euros por llegar tarde y tener encima que soportar las quejas de los usuarios que tienen que soportar temperaturas infernales cuando sus transportes ya han consumido sus vidas útiles y no compensa arreglar sus desperfectos, háganme caso, he subido en helicópteros con las ventanas pegadas con cinta americana porque “solo” les quedaban 200 horas de vuelo.
Las residencias de mayores ya sean concertadas o privadas, se han convertido en otra máquina de amasar dinero a costa de vidas humanas, ¿Quién está detrás de algunas de estas? Clece, o para los que no sepan de que va el asunto, Florentino Pérez. Una residencia concertada es aquella que tiene la obligación de reservar un numero de plazas, por ejemplo, a la Comunidad de Madrid, reteniendo un 80% de la pensión del usuario y pagando la CAM el resto, es decir los madrileños mediante nuestros impuestos. La medicalización de estas, prometido por , Ayuso hace varios meses, no ha sido llevada a cabo, la contratación de personal necesario brilla por su ausencia estando estas muy por debajo de la ratio marcada por la propia CAM, eso sí, del misero 20% que les queda a nuestros ancianos después de toda una vida trabajando, ni se despeinan esta maraña de sinvergüenzas en cobrarles 35 euros por cortarles las uñas, recordemos que durante la pandemia los familiares no hemos podido visitar a nuestros mayores. ¿Serán los ancianos ese 1% del que habla Ayuso por el que no es necesario que el 99% restante tomemos precauciones? Para la CAM haber dejado morir en las residencias a casi 6.000 personas por no haberlas trasladado a hospitales durante la pandemia no ha sido suficiente, todavía pretende ahorrar más pensiones. No dejemos de recordar que la CAM ha destinado 30 millones de euros a las residencias de mayores en el pago de plazas que no estaban siendo cubiertas, ya sea porque los familiares sacaron de allí a los ancianos para que no fallecieran, o porque tristemente, ya habían fallecido.
Los comedores de nuestros pequeños han sido transformados en catering que cocinan a saber a cuantos kilómetros de los colegios y a saber a que hora, pero ni siquiera estos se libraron del virus del compadreo durante la pandemia, durante la pandemia sus contratos fueron rescindidos dando lugar a la contratación de “Telepizza”, contratos rescindidos por los que tuvieron que ser indemnizados, siendo mas tarde de nuevo retirados los menús de Telepizza por las continuas quejas de las madres, y es que en Venezuela se come peor, decía Ayuso, “Cuando creemos lo que no vemos, acabamos por no ver lo que tenemos delante” decía Sampedro. Hilemos un poco, para la gestión de las residencias, Ayuso nombraba a Encarnación Burgueño, quien anteriormente era jefa de ventas de Telepizza, e hija de Antonio Burgueño, el artífice de la privatización de la Sanidad madrileña del Partido Popular y asesor de la Consejería de Sanidad cuando estalló la crisis del coronavirus, como ven todo queda en casa.
A pocos minutos de mi casa se encuentra Navalcarnero, hace años comenzaron las obras de Cercanías Renfe, obras concedidas a OHL, propiedad de Villar Mir, obras paralizadas, material abandonado en medio del campo, destrozo del medio rural, ¿para qué? Para nada, los de Navalcarnero siguen sin Renfe y OHL se va de rositas al ganar la disputa en el Supremo de quien es el responsable del abandono, ¿saben quien se hacia la foto anunciando esta fantasiosa operación? Esperanza Aguirre, la misma que fue tratada de Covid-19 en la anteriormente citada Jiménez Diaz, eso sí, ella no fue durante o horas en ambulancia, ni aparcada en una sala de espera. Puede que algunos piensen que este párrafo no viene a cuento, pero también puede que les haga pensar como puede que termine la construcción del Hospital de Pandemias concedida a Florentino, hospital que no se con que personal se pretende llenar después de haber despedido a miles de enfermeros, y es que en Madrid somos muy de abandonar obras, ya sean de Ciudades de la Justicia o de Estadios de la Peineta, pagarlas las pagamos, otra cosa es que las disfrutemos.
Está claro que hay personas que están tan encerradas en el discurso lo chavista-bolivariano que es prácticamente imposible abrirles los ojos, pero creo en la inmensa necesidad de que todo ciudadano practique la réplica a los curritos del metro que sueltan que no se puede para la economía, la economía del obrero esta parada desde el mismo momento que tiene que financiar la compra de una lavadora, es estrictamente necesario que hagamos entender a los desinformados que la economía del IBEX35 nos importa 3 cojones, y que la salud tiene que primar por encima de todo, a fin de cuentas, solo hay que ver el trato que los empresarios nos dan a quienes necesitamos servicios esenciales, ni que decir tiene que todo ello sostenidos por su políticos y prensa afines.
@jennermostoles