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Andalucía, no servimos ni el café

18 de Noviembre de 2024
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Andalucía, no servimos ni el café

A pocas semanas del 4D. Después de más de cuarenta años de Constitución y democracia; lustros de Estatuto de Autonomía Andaluza; décadas del derrumbamiento del muro de Berlín; más de veinte años de la moneda euro; más de treinta años del Tratado de Maastricht donde, supuestamente, todas las naciones íbamos a tener las mismas oportunidades socioeconómicas pues resulta que la nación andaluza sigue siendo la más desigual.

Según, el último informe de la Red Andaluza de lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN-A) muestra una realidad atronadora, puesto que un tercio de la población de Andalucía vive en la pobreza, en la que más de la mitad de la ciudadanía —el 57%— no llega a “fin de mes”.

En 2023, el 37,5 % de la población de Andalucía estaba en riesgo de pobreza y/o exclusión social, es decir, unos 3,2 millones de personas, 140.000 más que el año anterior. Esto pone de manifiesto que un tercio de la población vive en riesgo de exclusión.

En este sentido, el 4 de diciembre de 1977 donde Andalucía se levantó y la ciudadanía se lanzó a las calles de cada capital andaluza para reclamar autonomía y revindicar las miserias, como ya en tiempos atrás combatió Blas Infante, sólo ha servido para seguir perpetuando las desigualdades andaluzas. Tanto es así que ya, incluso, cantaores de flamenco, género musical andaluz por antonomasia,  con gran impacto internacional apuestan por señalar que “le sale del corazón decir que Madrid es la capital del flamenco”. Por tanto, ¿qué nos queda Andalucía por defender?

No llaman pobre pero realmente lo somos. Cómo es posible que con la cantidad de recursos que posee esta nación seamos pobres. No, perdónenme pero no somos pobres por mucho que la EAPN-A utilicen ese concepto para definir ya no sólo nuestro país sino cualquier nación que englobe el sur del mundo.

La pobreza es un invento de las élites que son lo que se apoderan y gestionan los recursos donde a partir de las migajas pretenden, además de engordar su ego, saciar nuestras hambres y callarnos la boca. Asimismo, dónde quedan las oportunidades socioeconómicas para nuestra gente del sur; dónde queda nuestro acceso a una sanidad adecuada; a una educación con buenos ratios; a unas políticas sociales para la persona dependiente; a una vivienda cuya cuota de alquiler no supere 60 por ciento de mi salario; a un trabajo digno donde puede tener una maravillosa conciliación familiar con mi hijo o hija y tiempo para mí; a un aeropuerto que no sirva para echar de nuestro pueblos andaluces a los y las jóvenes ya que no hay oportunidades para ellos y ellas.

Perdónenme y hablemos claro de una vez. Andalucía, al igual que muchas naciones de Sur, no es pobre es desigual porque no es una cuestión de “carencia” sino de “acceso” y esa tiene que ser nuestra gran reivindicación; es decir, “pidamos pan, tierra y acceso”. De lo contrario, los 4D será la historia interminable de la desigualdad andaluza.

Hoy el 4D está más cerca del 1d3andaluz (uno de cada tres andaluces son desiguales) que de la real autonomía que reclamábamos allá por 1977. No obstante, y siendo sincero y honesto, en Andalucía “no servimos ni el café”.

Sesenta y un diputado dota Andalucía en el Congreso de los Diputados y ni un o una andalucista. De esta manera, cómo vamos a revindicar nuestro 1d3andaluz, es prácticamente imposible. Si no estamos en la negociaciones de los presupuesto Generales del Estado (PGE) quién lo hará por nosotros los catanes, los valencianos, los gallegos, los vascos, los canarios pues yo os respondo NADIE. Tenemos que entender que es ahí en la reunión de los PGE donde se deriva todas las políticas e inversiones para nuestra nación; y si no estamos, nos proporcionaran lo que ellos y ellas consideren oportuno; y, de momento, turismo, hostelería y agricultura; es decir, empleos de condiciones laborales paupérrimas. No podemos seguir siendo una nación indolente ante esta situación: ¡Hay que levantarse Andalucía!.

Algunos y algunas, cerca de la gaviota y de la rosa, nos dirán que Andalucía está más desarrollada desde la transición y claro si quieren vamos en carro de caballos hacia nuestras oficinas. El desarrollo no es sólo tener mejores infraestructuras es ser dueño de nuestro destino y sino estamos en los acuerdos que se configuren en los PGE las inversiones que lleguen a Andalucía serán las que ya conocemos. En esta línea, sin representación con rostro verdi blanco nuestra tierra queda condicionada a la condena del 1d3andaluz.

Por ello, en Andalucía no servimos ni el café. Tenemos que juntarnos todos y todas los y las andalucistas para defendernos y exigir cada punto que reclama nuestro himno, pero el ego  los intereses y rencillas personales nos ciega, nos aleja y eso hace que la nación andaluza siga galopando en un 1d3andaluz eterno sin esperanza para los y las jóvenes.

Tras siglos de desigualdades, el 4D nos recuerda la D de Desigualdad en cada rincón de la nación andaluza; el 4D nos recuerda la D que no somos dueños de nuestro Destino y esto hace que la limosna sea la única posibilidad que nos quedé para sobrevivir en el maldito 1d3andaluz.

Andalucía, no servimos ni el café y aunque tampoco queremos ni champán ni caviar, si tenemos recursos suficientes para que a nuestra nación no les falte una plato de potaje para todos y todas; y, sobre todo, para que los jóvenes no se tengan que ir a buscar las habichuelas al otro lado de Despeñaperros.

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