Leo con alarma que Europa se arma hasta los dientes para intentar ocupar el modelo de hostilidad antirusa de los EEUU, que intentó llevar adelante con la OTAN y golpes de Estado desde 1990, y que, con su fracaso, ha terminado por llevarnos a la guerra.
Que la retirada de los USA de Europa es casi un hecho y que debamos gastarnos algo de dinero en defensa para tener al menos un mínimo de credibilidad es aceptable. En el caso de España, indispensable. No lo es embarcarse en un gasto desproporcionado con el objetivo estratégico de crear una especie de OTAN 2.0. pero dejando viva la OTAN de verdad, lo que nos pone en una situación estratégica insostenible.
800.000 millones de euros representa el mismo gasto militar que los EEUU y ocho veces el gasto ruso. Pero como los costos de fricción de 27 estaditos es enorme hemos de entender que en términos prácticos las externalidades van a ser superiores al producto del sistema. Con ese gasto es inevitable pensar en inflación, acelerada por la inevitable devaluación del euro, seguida de aumento de tipos y recesión cuando no depresión. ¿Y que se conseguiría a cambio? Mas seguridad no, puesto que adoptado el modelo hostil de los USA, via OTAN, apenas tendríamos 350 cabezas nucleares frente a un arsenal ruso formidable. Por otra parte, sustituir el modelo industria/servicios por un keynesianismo de guerra sería ignorar que el factor multiplicador del complejo militar industrial es muy limitado y que en el orden político tiene graves consecuencias internas e internacionales. Remito al excelente estudio del profesor van Jackson sobre la materia, The Rivalry. Sin necesidad de academia, es obvio que tal despropósito solo puede mantenerse con incrementos crecientes de represión política. Y a largo plazo y siguiendo el modelo USA, con guerras de elección. ¿De qué otra forma puedes eliminar inventarios de armamento cada cuatro o cinco años?
Tampoco veo como en un orden global podríamos defender abandonar la cooperación para el desarrollo para que el Jardín (pace Rudyard Kipling/Borrell) pase a gastar el 80% del presupuesto mundial de armas en sostener un invernadero que ha producido plantas tales como Afpak, Irak, Libia o Ucrania. Lo ha hecho el Reino Unido y vamos a ver pronto sus consecuencias. El Sur Global quedará definitivamente para Rusia y China, líderes de los BRICS. Y son como las 2/3 partes de la humanidad. Pero sobre todo, carece de sentido cuando los EEUU han desactivado el modo hostil para pasar al modo de cooperación con Rusia- mas o menos, ya que la vieja Europa queda ahí como una fuerza residual que puede emplearse, sea con Rusia o sin ella, llegado el caso. Seremos una especie de válvula de seguridad estratégica, un vasallaje que podríamos llamar el yugo transatlántico y que lo mismo puede terminar en otra Ucrania, como en otro Suez, sin excluir el holocausto nuclear. Dependerá de lo que decida el Trump de turno sin que nuestra ruina y gasto sirva para darnos ni voz ni voto. Y aquí hay un malentendido nodal que conviene deshacer. Trump y acólitos nos acusan de gorrones por no pagar cuota de seguridad. Pero ¿por qué piensan que hemos de aceptar su visión de la seguridad? ¿De verdad necesita Alemania 45 bases militares para estar segura? ¿Y cohetes de alcance medio en su territorio?¿No sería mejor contener a Israel que bombardear a los hutíes? Dada nuestra posición geográfica, sin “hermoso océano” por medio como los USA, y sin recursos naturales ¿no sería mas razonable ir pensando en recuperar el modelo paneuropeo de seguridad que Alemania ofreció a Bush padre en su dia y que fue rechazado por “desdentado”? ¿Nos rearmamos para ayudar a los USA en el despojo de Groenlandia, Panamá y Canada?
La OTAN ha fracasado en su intento de mantener la paz y la seguridad de Europa. Y la culpa no es de Putin, diga lo que diga el Parlamento europeo y el discurso único, sino de la voluntad de mantener vivo a como haya lugar un paradigma estratégico obsoleto. Basta ver el carrusel ideológico a donde nos ha llevado querer mantener la OTAN a toda costa. Mientras que el Parlamento europeo abraza el discurso antieslavo mas extremo, el Presidente de Finlandia, Alexander Dubb, habla de recomponer los lazos con Rusia. El halcón checo, me refiero a Pietr Pavel, asegura que la victoria de Ucrania es imposible. Polonia se niega a participar en el nuevo esperpento estratégico que defienden Starmer y Macron aduciendo que no quieren provocar a Rusia. Armenia y Georgia vuelven al redil. Hasta Rutte, tras una visita a Washington, pide templar gaitas con Moscú. Dos pesos pesados como Kishore Mahbubani y Stephen Walt recomiendan a Europa entrar en los BRICS, romper con la OTAN, establecer un Tratado de Amistad con China y armarnos para no depender de los USA. Señalo como especialmente contradictorio lo que quieren hacer el Reino Unido y Alemania. El 19 de Marzo de 2014 The Guardian titulaba” Barack Obama se gasta cinco billones (US) de dólares en sublevar y pagar a los ucranianos para que desmantelen su gobierno elegido”. El dia anterior había dicho. “el rol de Washington en Ucrania y su apoyo a los neonazis tiene grandes implicaciones para el resto del mundo.” En cuanto a Alemania, nada mas caer la URSS, propuso un sistema de seguridad inclusivo de Rusia que Bush padre rechazó por “desdentado” asegurando sobre la OTAN, que Rusia rechazaba: “Rusia no tiene nada que decir, nosotros prevalecimos”. Es decir, asumía que a Rusia se la podía tratar como se trató a la Alemania derrotada en Versalles. Mientras tanto en Moscú, James Baker prometía que si Rusia aceptaba la reunificación alemana no habría extensión de la OTAN al Este. (medcom de 2/9/90. B1, (1.5B), I.5(D). US National Security Archive document/16116. Document 05)
Ha costado treinta años pero querer tratar a Rusia como se trató a la Alemania Imperial en 1919, ha terminado por explotarnos en la cara. No solo vamos en dirección adecuada, que sería dar media vuelta y volver a la distensión paneuropea, sino que Kaja Kallas, indiferente al hecho de que no la han recibido en Washington, ni la pueden recibir en Moscú, sigue en su papel de Ministra del Asunto Exterior y pide 40 bn de euros para ayudar a Ucrania-en lo que afortunadamente ha fracasado. Y ya que estamos con Estonia, un grito de advertencia. ¡Cuidado con las minorías, aunque sean rusas! El estudio canónico de Hanna Arendt sobre los orígenes del totalitarismo nos enseñó que las minorías nacionales habían sido la principal causa de la II Guerra Mundial y no es azar que en los criterios de Copenhague se mencione el buen trato de las minorías como requisito indispensable para entrar-o continuar- en la UE. A lo que parece esto no se aplica a los 400.000 rusófonos estonios y tiene importancia porque la doctrina estratégica rusa explica que defender a sus minorías nacionales forma parte de sus obligaciones como Estado.
Así que: tenemos una Europa que se rearma para que no desaparezca ni la OTAN ni el modelo de hostilidad que nos ha traído a estas aguas turbulentas, sin que sepamos de verdad lo que quiere Washington. Una Alemania que quiere exorcizar su culpa histórica tratando a Putin de nuevo Hitler, una Rusia que como es natural se rearma también, unos problemas de minorías no solo en los países bálticos sino un poco en todas partes (Rumania, Hungría, Kosovo) y un horizonte económico turbulento que irá a peor. En definitiva, crisis económica, carrera de armamentos, protección de minorías y…nadie al volante. Este panorama desolador remite a Weimar y las vísperas tanto de Agosto de 1914, como de Septiembre de 1939. La solución es elemental pero a lo que parece imposible. Abandonar el intento de imponer a Rusia un diktat, visto que no ha perdido ninguna guerra, y volver al sistema de seguridad inclusiva que defendió Alemania en 1990 y que se manifestó en los quince años que van de 1975 a 1990. A este respecto quiero aclarar: si eso no es posible y el precio de la UE es la guerra, nos vamos de la UE. Pues si hay un tabú intocable, que los españoles no admiten que se rompa, es la guerra. Aznar no lo entendió y las consecuencias todavía las estamos pagando. Nada de esto, naturalmente absuelve a la UE de su ignorancia estratégica, ciertamente escandalosa. Termino a este respecto con dos citas relevantes. Esta primera del Embajador de la URSS en Washington (1962-1986) Anatoly Dobrinin, pag 639 de sus Memorias: “Sería poco realista y ciertamente peligroso apostar por un futuro que menoscabase a Rusia o que crease fronteras, de viejo o nuevo antagonismo en Europa. Con sus recursos humanos e intelectuales, sus riquezas naturales y su posición única entre dos continentes, y finalmente su decidida vocación nacional, Rusia será siempre un gran país…es mejor tener a un amigo fuerte y confiado que a un país inamistoso con un vasto arsenal nuclear”. Y añadía. “Es importante recordar que el régimen totalitario ruso fue derrotado por nosotros mismos y no por liberadores extranjeros como lo fueron la Alemania nazi o el militarista Japon. Así que aquí no hay ni vencedores ni vencidos.”
Y esta otra de Otto von Bismarck. “Cuando Alemania y Rusia trabajan juntas, a tanto a las dos como a Europa le va bien. Cuando fuerzas extranjeras han conseguido que ambas potencias se pongan una contra otra, ha sido catastrófico para ambas y para Europa”