Julián Arroyo Pomeda

Ayuso: no retorno

28 de Octubre de 2024
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Ayuso: no retorno
Isabel Díaz Ayuso, en una imagen de archivo | Foto: CAM

Isabel Díaz Ayuso, la Presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, lleva cinco años en el gobierno, sintiéndose perseguida. Se ha tomado los ataques como personales desde el principio, con una influencia y autoridad que algunos consideran excesiva.

Frente a las críticas, no ha mostrado dignidad ni ha mantenido la postura que se espera de una presidenta, por lo que las respuestas han ido intensificándose, algo que ella parece no comprender, aumentando su frustración día a día. Su retórica a menudo se percibe como grandilocuente, y su famosa frase "El que no está conmigo, está contra mí" refleja una visión polarizante.

Aunque afirma representar a Madrid y, por extensión, a España, esta afirmación es controvertida, ya que España se compone de varias autonomías, incluida Madrid, y ninguna debe ser menospreciada o subestimada, independientemente de su tamaño o poder económico.

Esto está en línea con la gigantomaquia. Primero fue Cataluña la rival. Suele afirmar que Barcelona está mejor financiada que Madrid. Demuéstrese y pídase entonces equidad, pero dejemos de enfrentar a una contra la otra, porque solo conseguiremos que todos los demás odien a una de ellas. Se trata de generar crispación entre los miembros de la nación.

Buscar las causas de los hechos es esencial. No es válido decir que esto sucede solo porque son independentistas y socios del Presidente del Estado. El mantenimiento del Gobierno no debería depender de sus votos. Es por eso que se les concede todo lo que piden y que todos debemos pagar conjuntamente. Ese no es un argumento sólido.

Un cambio total podría haberse producido desde el principio, si se hubiera actuado de otra manera, señalando la justicia y la verdad. El señor Ayuso padre falleció, dejando una deuda de aproximadamente medio millón por un préstamo que había solicitado. Uno puede renunciar a la herencia para evitar pagarla y eso es lo que hizo. ¿Por qué no se utilizó la totalidad de la herencia para saldar la deuda? Parece más cómodo renunciar y lavarse las manos.

Aquí comenzaron las triquiñuelas, porque no pagó. Se impuso la obligación de defender a su padre, que estaba muerto y ya no podía hacerlo por sí mismo. Cualquier persona de buen nacimiento debería sentir piedad ante esta inhumanidad de los enemigos. Basta con fotografiarse como una figura dolorosa para conmover al pueblo; esto es un populismo muy pueril.

Después, tuvo que hacerse cargo de su hermano por la comisión obtenida con las mascarillas y otros negocios que iban en contra de su familia. Además, favoreció a sus novios, quienes también formarían parte de su familia. Se convirtió en defensora de su último novio, quien está siendo juzgado por ser su pareja, lo que parece una gran virtud de una buena mujer.

Quiere llevar sobre sus hombros las cargas de todos. Qué bien paga, sin embargo, al jefe de gabinete, que cobra más que el Presidente del Gobierno. Con todas estas cargas, no es extraño pensar que no pueda estirar el presupuesto más. Además, elimina los impuestos propios para favorecer a todos los madrileños. ¿De verdad los favorece? No parece, porque se vio obligada a realizar recortes gigantescos en sanidad y educación, las dos partidas más importantes en una comunidad.

En ocasiones parece colaborar más que nadie, construyendo un centro de acogida para inmigrantes en un terreno apartado, lejos de donde vive la gente, como si quisiera demostrar que no quiere tener nada que ver con delincuentes que han llegado ilegalmente.

¿Se puede continuar de esta manera? Ahora anuncia cómo será el metro en breve. Eso es lo que promociona, lo que se ve. No menciona las líneas que requieren kilómetros andando cuándo hay que cambiar a otra, ni que en muchas no hay ascensores para subir, ni urinarios públicos con un lavabo para lavarse las manos. Recorrer los barrios de Madrid enseña que unos tienen categoría, pero otros están esperando que alguien se haga cargo de ellos.

Pasemos a los últimos episodios vergonzosos. El Presidente del Gobierno convoca a los presidentes de las Comunidades para discutir la financiación. Ayuso ya señaló que esto debe tratarse colectivamente, no uno a uno. No quería que los representantes del PP se presentaran, ya que esto significaría apoyar la política de blanqueo, normalizar el cupo catalán y contribuir al deterioro institucional al que se somete a España. Además, ETA está más fuerte que nunca, porque todos son parte del mismo proyecto.

No fue seguida en su llamamiento, ni siquiera por los miembros de su propio partido. El mismo Feijóo en persona dijo que no asistir “sería un error”. A pesar de ello, no acudió a la convocatoria del Presidente, a quien califica de estafador, matón y mafioso, tirano y caradura, el más corrupto y violento de Europa. Se ha quedado completamente sola; lo que presenta como su triunfo es, en realidad, su derrota.

El golpe para ella ha sido prácticamente mortal. Ha desautorizado al Presidente de su partido y a los demás compañeros de las comunidades autónomas. Nadie le ha apoyado. Cometió un error total y ahora la ‘reina’ está desnuda, según se publica en un periódico.

Es incomprensible. El deber de un líder es responder a la llamada de otro líder superior. Su responsabilidad es defender los intereses de todos los madrileños y llevar a cabo una política de Estado, de la cual todos son parte. No puede hacernos creer que no ha sido nada personal. Si tiene razones políticas, es el momento de presentarse y debatirlas. Pero ella optó por lo contrario, intentando no normalizar la situación.

Esta vez se ha quedado completamente sola. Y ha firmado su línea de no retorno. Hay que seguir atacando hasta la muerte. Estas no son formas de gobernar. Quizás haya tirado su último cartucho. Se ha desquiciado. Alguien tendrá que entrar en el cerebro de esta mujer para salvarla, aunque parece que todos los que pueden hablar con ella han tirado la toalla.

Ahora bien, cuando se han cometido delitos, no pueden quedar impunes, cualesquiera que sean las querellas que se pongan, especialmente si son pagadas con dinero público.

Esta clase de ejemplos son negativos e intolerables. Van contra la Ética pública, en la que la Presidenta debiera dar ejemplo.

 

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