A estas alturas, solo los fanáticos de la derecha y la extrema derecha son los únicos que no ven la connivencia que existe entre el PP, VOX y la Justicia de forma que, la presunta corrupción a la que aluden Feijoo y su corte, no dejan de ser una mentira como un camión. No hay nada de nada y, si la Justicia fuera justa, en estos momentos los casos Begoña, Fiscal General y hermano de Pedro Sánchez, deberían estas archivados, los jueces Hurtado y Peinado expulsados de la carrera judicial, y Ayuso, por corrupción, y Miguel Ángel Rodríguez, por mentir en sede judicial, investigados en la causa que se sigue contra “Alberto Quirón”, como lo tiene agendado el jefe de gabinete de la presidenta, pareja de ésta, corrupto confeso y con un bagaje adicional que no hay por dónde cogerlo.
El juez Hurtado no está haciendo lo que tiene que hacer que es buscar la persona que hizo la “filtración”, que no lo fue tal, sino una corrección de la inicial de Miguel Ángel Rodríguez, en lugar de empeñarse en demostrar que fue El Fiscal General el que hizo la filtración. Y, mientras se dedica a este menester, casi se pasa el plazo de instrucción de la causa general, la importante, la que se sigue contra “Alberto Quirón”. Más aún, el correo de marras, el de la filtración, ya lo tenía hasta “el Tato”.
Con esta Justicia que tiene un claro color descaradamente azul, no se puede pedir que haya imparcialidad y justicia para que las elecciones, las que sean, las gane el que más se lo merezca. En estas condiciones, con estos jueces, la derecha y la ultraderecha, cada día más creciente, lo tienen muy fácil para ganar. Solo falta que la Justicia, claramente conservadora en Madrid, se invente una causa perseguible jurídicamente, como son las llevan actualmente e invertarse una farsa favorable a Feijoo y Abascal.
Y tres cuartas partes de lo mismo ocurre con el juez Peinado en su persecución injustificable a Begoña Gómez y su sofware. No hay que ser un lince para ver que lo que existe en este juez es una inquina personal contra la esposa de Pedro Sánchez con la que está actuando de forma mezquina intentando sacar algo de donde no hay. Está buscando por aquí y por allá, haciendo una investigación prospectiva, no permitida por la doctrina del Tribunal Supremo, aunque le importe un bledo y siga buscando algo en lo que hincar el diente y darle satisfacción a sus amos, Feijoo y Abascal, para que sigan con su campaña de desprestigio a Pedro Sánchez, mal acusado de corrupto tanto a nivel familiar como a su partido y su gobierno.
Y qué decir de la acusación de enriquecimiento injustificado al hermano de Pedro Sánchez, David Sánchez, una persona que posee un amplio CV que más quisieran tener los Feijoo, Ayuso, Cuca, Tellado, etc., que le ha servido para obtener un trabajo en la Diputación de Badajoz. Después de ser acusado por los de siempre de tener 1,4 millones de euros en acciones cuando el BBVA ha justificado que solo tiene 74.000€. El caso debería estar cerrado pero se sigue buscando por la izquierda y por la derecha para obtener algo que pueda ser calificado de delito. Una irregular pantomima que no resiste un mínimo análisis.
Lo dicho, a falta de ejército que pueda dar un golpe de estado, ahí están los jueces conservadores dispuestos a lo que sea, desde su privilegiada posición, con tal de quitarse de en medio al gobierno actual. Pero por listos que se crean, a algunos no nos engañan con su lawfare descarado.
No nos chupamos el dedo.