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California y Groelandia

11 de Abril de 2025
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Groelandia

Poco se parecen ambos territorios, ni en clima, ni en orografía, ni en fauna. ¿ Y entonces?. ¿Son comparables?  Tal vez queden unidas en una historia común, ya que la primera fue objetivo y otra lo será de las diversas mutaciones en el tiempo de una conocida pulsión altruista norteamericana llamada " Destino Manifiesto". Se trata de una especie de encargo religioso, casi divino, de llevar la democracia, la libertad y la seguridad a los desgraciados habitantes de determinados territorios que, en un momento dado de la historia de EEUU, desconocían las mieles de ser ocupados por su ejército que les iba a obsequiar con una serie de indudables ventajas. Muchas poblaciones han gozado del privilegio imperial norteamericano sencillamente por vivir en tierras ricas con abundantes recursos naturales o en el camino de suculentas rutas comerciales. ¿ En que se diferencia el " Destino Manifiesto" del "Espacio vital " hitleriano? Bueno, en que en unos casos los afectados han sido eslavos y judíos y en otros mejicanos y nativos americanos. Y también en la excusa, mucho más elaborada la benefactora nueva de la democracia y las elecciones libres que la brutalidad dominadora de la "raza aria". Esclavos o muertos de todos modos, pero por una buena causa en el primer caso.

Tampoco se asemejan mucho James K. Polk, 11º presidente de los USA, demócrata y poco amigo de los aranceles para más señas y Donald Trump, 45 º y 47º presidente de la misma nación, republicano y empresario de éxito. Pero que no nos engañen las apariencias ya que tanto el uno como el otro (y no son los únicos) han sido poseídos por la fiebre del "Destino Manifiesto". James K. Polk vivió a mediados del s. XIX y verán lo certeras que son las palabras de Mark Twain de que " la historia no se repite pero a menudo rima". James K. Polk se empeñó en comprar California, extenso territorio que había pertenecido al Virreinato de Nueva España y que, tras la independencia, se encontraba bajo soberanía mejicana. México era por entonces un estado en severas dificultades con un rosario de presidencias inestables y desgarrado por numerosos enfrentamientos civiles entre federalistas y centralistas. Para agravar más el asunto este norte mejicano se encontraba muy poco poblado, con una  autoridad estatal  muy débil y constantemente desafiada por nativos hostiles como los apaches y los comanches. Pero el territorio era potencialmente muy rico ( se descubriría oro no mucho después) y abría definitivamente la ruta del Pacífico a los norteamericanos, que acababan de repartirse con los británicos el territorio de Oregón. Todo hacía pensar que ocurriría lo mismo que con Texas 10 años antes. Los colonos anglosajones que se habían asentado en territorio tejano habían proclamado su independencia, nunca reconocida por México en 1836 tras gloriosos episodios como el asedio de El Álamo u otros menos como el apresamiento del general mejicano Santa Anna mientras se echaba la siesta en la batalla de San Jacinto. ¿ Porqué no hacer lo mismo con California? Pero México no quiso vender el territorio, por lo cual James K. Polk buscó una excusa para la guerra anexionándose Texas. El resto es historia. México, atacado por todos los lados hubo de ceder y en 1848 perdió la mitad de su territorio ( California,  Colorado, Utah, Nuevo México, Arizona o Nevada son, hoy en día, estados de la Unión y pocos recuerdan su pasado hispano)

Han pasado 180 años y el territorio codiciado es Groenlandia, rico en minerales valiosos y materias primas, escasamente habitado (apenas 60.000 personas) y con una extraordinaria situación estratégica. Es la isla más grande del mundo, en teoría perteneciente a un pequeño país muy alejado, Dinamarca, pero con fuertes sentimientos independentistas en su escasa población. ¿ No es mejor para su seguridad ser englobados en ese "Destino Manifiesto" de democracia y libertad ? No  se han asentado todavía colonos americanos como en California o en Texas, pero existe una hermosa base de EEUU, la de Thule (actual Pituffik) desde la Segunda Guerra Mundial que puede servir de avanzadilla para la futura anexión que privaría a Dinamarca de mucho más que la mitad de su territorio. Genial. ¿ Cuanto está dispuesto Trump a pagar?

A todo esto, la UE, despreciando la mayor amenaza, al menos expresada de modo explícito, para la integridad territorial de uno de sus miembros por parte de un teórico aliado, está dispuesta a gastar enormes cantidades de dinero en armas para defendernos a todos de Putin que, objetivamente, no parece que pueda tener interés alguno en invadir Europa, salvo que a los millonarios rusos les guste más Calpe o la Costa del Sol que las playas de Crimea. Mucho esfuerzo parece para tan magro objetivo. Es que, si la situación no fuese tan confusa, caótica y peligrosa, movería a reírse  de lo ridículos que son nuestros dirigentes europeos. Al menos Trump, Putin o Xi Jimping saben lo que quieren.

Ahora bien, a veces grandes éxitos resultan dispépticos. Espero que Trump se acuerde de James K. Polk. La anexión de Texas y todo el norte de México alteró el difícil equilibrio entre los estados de la Unión y a la postre constituyó una de las causas de la sangrienta Guerra de Secesión. El propio James K. Polk no volvió a ser presidente y falleció un año después de la firma del tratado de paz con México. Le sustituyó Zachary Taylor, precisamente el hombre sobre cuyos hombros recayó la invasión de México, aunque murió tras solo un año de mandato. Trump es mayor, pero parece muy en forma. Veremos como le sientan tantos aranceles y si no se le indigesta Groenlandia. Buen provecho.

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