Llevaban años con una situación lamentable. Pisos de mala calidad construidos por uno de esos empresarios corruptos, que surgían de las propias entrañas del sistema franquista, que había utilizado materiales de tercera, cemento alumínico y escaso, falta de forjados sanitarios y tejados de uralita. Entonces, todo valía, incluso construir con dinero público en medio de un páramo a ambas orillas de un riachuelo que apenas llevaba agua salvo en las crecidas y que, con el tiempo y la sistemática urbanización de todos los alrededores, fue desapareciendo por completo, asumiendo la recogida de aguas pluviales un colector municipal subterráneo. Claro que el colector que se construyó cuando el suelo de tierra era mayoritario, tuvo que ir asumiendo cada vez más rejillas de alcantarilla, lo que acabó colapsando el mismo. Ahora, a los problemas estructurales de los edificios se sumaban que con cada lluvia torrencial el antiguo cauce del riachuelo sobre el que se había construido el barrio, volvía a la vida y con él, las inundaciones de bajos y viviendas.
Eberarda, (Ever como la conocía todo el mundo), había salido del Barrio hacía años. Al casarse con Felisindo (conocido entre los amigos como Felix) vecino también del Barrio, se establecieron en un lugar «a priori» mejor. No muy lejos de allí pero en otro tipo de barriada. Construcciones de ladrillo con hormigón sin aluminio y tejados de teja. Pisos con ascensor, carpintería de madera, el doble de grandes y dos baños. Calles urbanizadas y rectangulares y no edificios en medio del barro, que desde el aire parecía que los habían sembrado en avioneta. Aparcamientos. Colegios. Centro de Salud y hasta más de una tienda de comestibles, peluquerías o agencia de viajes. Negocios de los que el Barrio, carecía. Pero la vida siempre es dura. Tras veinte años de matrimonio y una vida económicamente acomodada, pero anodina en el día a día, dónde habían faltado hasta los hijos, su marido Felisindo la había dejado para echarse sobre los pechos de una veinteañera de melena rubia y ganas de experimentar cosas en la cama que a Ever ni se le pasaban por la cabeza. Que Felix fuera un director de sucursal bancaria, con una nómina más que decente, siempre vestido de punta en blanco y ni un gramo de grasa corporal debido a las dos horas diarias de gimnasio, según él no tuvieron nada que ver, aunque su nueva novia fuera más superficial que una hoja de arce sobre la hierba. Aunque el piso lo habían comprado con dinero prestado de ambos progenitores, lo hicieron antes de casarse y lo escrituraron a nombre de Felisindo porque ella no podía acudir a la cita en los días en los que el notario les recibió para firmar la compra, ya que estaba fuera de España. Así, que, valiéndose de eso, él le dijo que se marchara de su casa porque sí, la casa no era de los dos, sino como figuraba en la escritura, suya. A Ever, no le quedó más remedio que volverse al piso del Barrio que había heredado de sus padres. Pero el piso no reunía condiciones. Tuvo que pedir una hipoteca y remozar todo el interior.
Un año después de volver a las calles que la vieron crecer, tras muchas vicisitudes, muchos proyectos tirados a la papelera y muchos planes para derribar el Barrio y mover a sus habitantes a otros lugares, llegó Podemos al Ayuntamiento y el estado de aquellos bloques problemáticos, se convirtió un problema de resolución prioritaria. A mitad de legislatura, habían aprobado un plan de reforma total de los edificios cuyas obras serían subvencionadas entre un 70 y un 90 %. Con esas condiciones, los humildes vecinos del barrio, que llevaban más de treinta años reclamando soluciones pero que no podían sufragar el coste, dieron mayoritariamente su aprobación al proyecto y este comenzó a llevarse acabo.
Entre tanto, llegó el covid y la agencia de viajes en la que trabajaba Ever, echó la persiana, el jefe desapareció de la noche a la mañana y dejó a los seis trabajadores con una mano delante y otra detrás y con cara de asombro e incredulidad. Al final, tras un largo proceso que fue duro porque estuvieron muchos meses sin ningún tipo de ingreso, y en el que Ever se comió todos los escasos ahorros que tenía y hasta tuvo que pedir moratorias de las letras de la hipoteca al banco, el FOGASA acabó pagándoles parte de las nóminas que la empresa dejó pendientes, así como la indemnización por despido. Con ello se quitó la hipoteca y pagó algunas deudas contraídas durante los meses sin cobrar.
Ha llegado el mes de mayo. Eberarda, que actualmente está en paro y cobra el subsidio para mayores de 52 años, se dispone a hacer la declaración de la renta por internet. Al bajar los datos desde la Agencia Tributaria, casi le da un colapso. Le han metido como ingresos, los 35.980 € que le corresponden a su piso como subvención por las obras de remodelación. Por su actividad no debería hacer declaración de la renta, y sin embargo, la declaración le sale a pagar 7.095,80 euros.
Ella, como tantos otros vecinos del Barrio, se pregunta para qué sirve una subvención que pides y te dan porque no puedes afrontar un pago que es absolutamente exigido por las administraciones (si no lo haces los edificios no pasan la ITE y se crea otro problema social), si al final viene hacienda y le tienes que devolver casi la mitad en impuestos.
¿De dónde va a sacar esos euros si con los 480 euros de subsidio no le da ni para llegar a fin de mes?
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Cambalache
Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé,
en el quinientos seis y en el dos mil también;
que siempre ha habido chorros,
maquiávelos y estafáos,
contentos y amargaos, valores y dublé.
Pero que el siglo veinte es un despliegue
de maldá insolente ya no hay quien lo niegue,
vivimos revolcaos en un merengue
y en el mismo lodo todos manoseaos…
CANVALACHE
Enrique Santos.
Hace algunos años, un compañero bombero, del que omito su nombre porque no le he pedido autorización, tuvo serios problemas administrativos. Quisieron despedirle al aplicarle la ley de incompatibilidades por prestar su opinión semanal en un programa de la ETB, aunque en realidad todo era una represalia por ser un ciudadano comprometido contra la guerra, la venta de armas, la ecología y la conciencia social que llegó a su máxima repercusión cuando tuvo la conciencia suficiente como para jugarse el tipo y negarse a ejercer de retén en un cargamento de armas en el puerto de Bilbao con destino a Arabia Saudí. Bombas de racimo y otro armamento cuyo destino final era la masacre que Arabia Saudí lleva provocando en Yemen desde el 2014.
Como dice el tango «Canvalache», el mundo es una porquería y esta coyuntura un despliegue de maldad. Tenemos un gobierno que va por la segunda legislatura y que ha ganado dos elecciones con el cuento del lobo («que viene la derecha») y que presume de ser el más progresista de la historia de España. Y sin embargo la realidad se hace tozuda y nos demuestra lo contrario. Se deja escapar a los delincuentes fiscales y se ejerce una presión sin piedad contra los pobres. Ya sea a través del IRPF, ya a través de instituciones que deberían estar para solucionar el caos económico de ese tercio de la población que está en el umbral de la pobreza y que sin embargo están más para ponerles en aprietos.
Por otra parte, en la pesada legislatura, gobierno de coalición PSOE-Podemos, este gobierno que presume de progresismo pero, que pone siempre reparos al Estado de bienestar alegando que es insostenible, se gastó 24.139 millones de euros en programas de armamento.En esta legislatura, con un gobierno de colación PSOE-SUMAR (marca blanca del mismo PSOE) el incremento del gasto militar comprometido entre 2024 y 2026 es de 20.380 euros. Para que se hagan una idea, el gasto en la legislatura pasada en armamento da para más de TRES MILLONES Y MEDIO de subsidios de Ingreso Mínimo Vital (IMV), para CUATRO MILLONES DOSCIENTOS MIL salarios para mayores de 52 años, para incrementar el gasto sanitario al nivel de 2022 para ONCE MILLONES OCHOCIENTOS MIL pacientes o para contratar MEDIO MILLÓN DE MEDICOS de atención primaria a 3.000 euros al mes. Eso sólo con el coste del gasto en armamento de los años 2019-2023. Imagínense si a eso le sumamos todo el presupuesto de defensa, la subvención a la iglesia católica, o todo el dinero tirado en subvenciones a timos como los del Hidrógeno verde. Por cierto que me parece bastante injusto que esas subvenciones para experimentos empresariales que los expertos dicen que no van a ningún lado estén exentas de impuestos y las subvenciones a los pobres para obras de emergencia ineludible o para energía con placas solares sean consideradas por Hacienda como ingresos que tienen su correspondiente carga de IRPF.
Para rizar el rizo, también van a quitar el impuesto a una banca que en 2023 porque según ellos el negocio no puede permitirse ese tipo de carga pero todos tienen ganancias multimillonarias desde los 8.143 millones de euros del Santander a los 5.961 del BBVA. Y por supuesto también el de las energéticas porque ese negocio «tampoco es rentable».Los 7.365 millones de beneficio hasta octubre de 2023 también les parecen pocos. Eso sí, todos los cantamañanas que dirigen estas empresas, Bancos, eléctricas, petroleras, etc., les parece una salvajada que el salario mínimo de un trabajador sean 1.134 euros, evidentemente, todo un despropósito comparados con los 11.000 euros mensuales de media que perciben cada uno de ellos.
Claro que todo esto es general en este primer mundo corrompido hasta las cejas. Se celebra el famoso foro económico de los ricos, el FORO de DAVOS, en el que invitan a un tipejo como Milei que se dedica a dar un discurso propio de un niño de diez años, lleno de sandeces con la única misión de hacer llegar al mundo el éxito que ha tenido en Argentina, donde la mayoría de sus votantes se lo cargarían si pudieran un mes después de llegar al poder. Una inflación del 211 %, salarios que se han quedado en la miseria tras la devaluación de moneda, pagos del alquiler en dólares o subidas de la gasolina del 200 %.
Por el mismo foro paseó con su abrigo de marca española, como si eso fuera algo especial, Pedro Sánchez presumiendo de su «socialdemocracia» y del funcionamiento ejemplar de un país en el que los jueces son intocables hagan lo que hagan hasta el punto de que llevan más de cuatro años con sus órganos de gobierno en estado irregular sin que nadie haga absolutamente nada. Un país que negaba el derecho de asilo a una mujer Saharaui Aminetu Haidar, que lleva en España desde 2009 y que de no ser por la presión de los medios no le hubieran prorrogado su permiso de residencia. Un país que da la espalda al genocidio palestino que Israel lleva cometiendo desde el 7 de octubre con la excusa de un ataque de Hamás que en realidad fue de falsa bandera como ya ha quedado demostrado. Un país que no sólo no se ha adherido a la demanda de Genocidio que Sudáfrica ha llevado a La Haya contra Israel sino que, teniendo una Palestina entre los miembros del gobierno, mantiene dos fragatas en las costas del Mediterráneo frente a las costas del estado palestino en apoyo a Israel y ahora va a participar en la GUERRA que desde el 2014 lleva Arabia contra el Yemen, apoyando a Israel para que pueda seguir importando armas desde el mar Rojo. En realidad lo que «Perro Sanxe» está es doblegándose al sheriff americano en su lucha por la hegemonía de la nueva Ruta de la seda contra China.
En este foro también, más de 250 multimillonarios y falsos filántropos como Bill Gates, dicen presionar a los países porque ellos quieren pagar más impuestos y les retan a que lo hagan. Hipocresía pura. Porque mientras por un lado dicen querer pagar más impuestos, por otro, hacen lo posible por evadirlos mediante falsas donaciones a ONGS, mediante ingeniería fiscal y mediante la ocultación de sus dividendos en paraísos fiscales. Al final los que pagamos siempre somos los mismos. Los ciudadanos de a pie.
Por último, en este foro de Davos, dicen estar preocupados por el cambio climático. Y nada mejor que dar ejemplo con 1500 aviones que colapsaron el aeropuerto de Zúrich.
En 2023, según Greenpace, estos aviones generaron el mismo CO2 que 350.000 coches en una semana.
El cambalache es tan general que los intocables de la toga, ya ni se cortan y una plataforma de jueces distribuye entre los magistrados una guía para «frenar» la aplicación de la ley de la amnistía que como ley, ha sido aprobada por los supuestos representantes de los ciudadanos y por tanto, ellos deberían acatar. Pero aquí todo es posible. Que se prohíba a los ciudadanos el uso del agua de la red, mientras se siguen regando campos de golf, se siguen cargando cañones de nieve en Sierra Nevada, o se siguen plantando aguacates que necesita 2000 litros de agua por cada kilo en un desierto como Almería. O que la Policía pida a los clubes de fútbol que no deje entrar aficionados a los estados con banderas palestinas.
Mientras escribo esto, escucho que la A-1 y la A-2 están cortadas por la nieve. Noche de 14 grados bajo cero en Soria. Dos días después de que salga esto en Diario 16, en Madrid se esperan temperaturas de 18 º y en Burgos de 15 º que para estar a finales de enero es una temperatura 12 º por encima de la media en Madrid y 17 º más que la media del mes de enero en Burgos. El cambio climático está acabando con las estaciones, con la caducidad de las hojas y con el ser humano porque somos bastante idiotas y dejamos que la gentuza dirija nuestras vidas y que todo gire en torno al interés económico de unos pocos, aunque con ello lleven a la humanidad hacia la extinción.
Si a Ud, esto le parece una tontería, al menos apague la TV y mire el entorno. Piense en su niñez y se dará cuenta en un pispás que este no es el camino.
Sólo nos queda el feminismo, la ecología y el decrecimiento. O la extinción.
Salud, república y más escuelas.