Il Duce se ha lanzado a una guerra total para implantar la dictadura de equipo único, como se comentaba ayer. Una de las tácticas es destruir cualquier asomo de ecuanimidad que pudiera existir sobre el colectivo arbitral. Maquiavelo, en su El principe, expone una serie de tácticas que debe emplear cualquier gobernante si quiere mantener a salvo la república y engrandecerla. En especial ha de lograr que el pueblo le ame o le tema hasta el límite único de no provocar un levantamiento contra él que acabe en un tiranicidio. Esta es la táctica florentina, como florentino era Maquiavelo, que viene utilizando, a la orden del Duce, el nacionalmadridismo.
Una táctica que capta la atención de muchas personas, las cuales tampoco es que necesiten muchas pruebas para creer pues difícilmente logran juntar dos neuronas. Una táctica que sirve como mecanismo de extorsión del colectivo arbitral y de victimismo del Real Madrid. Que el equipo que más apoyo ha tenido a lo largo de la historia de la Federación, el colectivo arbitral y los poderes europeos del fútbol se haga la víctima es paradójico, pero que intenten convencer a los que han sufrido sus desmanes raya la paranoia. Y sí, están paranoicos, porque nadie en su sano juicio es capaz de tergiversar, mentir y arrastrarse cual vil culebra de esa forma para lamer un trocito pequeño de las nalgas del ser superior. ¿Tan bien se vive bajo la dictadura? Erich Fromm pensaba que sí y eso que no conoció al nacionalmadridismo.
Campañas particulares contra Iturralde González y Clos Gómez, campañas descalificando a cualquier árbitro, campañas señalando aciertos como posibles errores. Ayer mismo en la cadena SER se dijo, así, sin pensarlo (no es que piensen mucho en los programas radiofónicos, todo sea dicho), que el VAR había dado un gol al Atlético contra el Gerona. ¿Cómo que había dado? Será que no lo ha anulado porque no era fuera de juego. Subliminalmente van introduciendo en las cabezas que el VAR siempre regala algo, no que hace Justicia. Lo justo no está en el diccionario nacionalmadridista, aunque sí lo injusto paradójicamente, no les interesa que se haga justicia sino que siempre salga favorecido el mismo equipo. Aunque para ello se retuerza el reglamento con zonas Dogso, cargas punibles por empujones descarados y demás situaciones que ustedes, si no tienen el cerebro derretido, son capaces de vislumbrar.
El caso Negreira les ha servido para victimizar al ladrón, además el ladrón del calvario que no se arrepiente, y para completar la obra (no la del Bernabéu con extra de costo) florentina, convencer a todos de que al equipo blanco le llevan robando desde que se fundó. Lo cual dotaría de más épica a su vitrina de trofeos. El problema es que dejan el encargo a los más discapacitados para ello. O no saben inglés, o no saben de qué hablan, o se olvidan de las fechas.
Ayer en Deportes Cuatro, que deben estar intentando elevar audiencia sumándose al coro de mamadores, sacaban unas declaraciones de Mark Clattenburg sobre la final de Champions de 2016 entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid. Todo para intentar convencer de que habían salido perjudicados. Como el nivel medio de las gentes que campan por redes sociales, especialmente los madridistas, es peor que cero, pues tienen fácil colar el mensaje. El problema es que los que tienen algo de raciocinio, y saben inglés, pues les acaban pintando la cara. Que luego sale un Álvarez de Mon cualquiera diciendo tonterías sobre prevaricación y se lo tragan.
Ya hizo el ex-árbitro británico hace un tiempo unas declaraciones similares para el podcast brasileño The Brazilian Shirt Name. En aquella ocasión salieron todos en tromba, con los teleñecos de la noche a la cabeza, a señalar que había pitado el penalti de Pepe sobre Torres para compensar. Bien. Como la mayoría no va a consultar la charla en inglés, mucho más los que no lo entienden aunque pongan en el CV que tienen un C1, ya se hace por ustedes. Y no, no dice lo que pretenden que diga.
Clattenburg afirma que se había comido el fuera de juego del gol de Ramos (aduciendo problemas técnicos con el linier) y que luego un penalti al 50/50 (esto es, dudoso para los que no entiendan el argot futbolístico británico) lo acabó pitando. No para compensar sino porque si se equivocaba (reconoce desde el principio que tiene dudas y que Torres es muy listo para provocarlo) la cosa quedaba equilibrada. Si acertaba pues todo perfecto. Nunca reconoce que lo pitó para compensar, algo que sería de idiotas. E idiotas son los que se lo creen.
Luego hay un reportaje en el Daily Mail en el cual dice que Pepe fue furioso a protestarle y le dijo “Es falta. No digas más que antes os he concedido un gol que no era”. Si buscan al usuario Atleticentrista en twitter verán un hilo con todos los detalles. Al nacionalmadridismo todo esto les da igual, ellos a lo suyo, a que les pitaron un penalti para compensar (igual otro tipo de carencias), algo que el árbitro no reconoce en sí. Claro que en esa final se comieron unas manos de Ramos antológicas, pero eso no existe, es una toma falsa. El caso es extender el victimismo hasta más allá de las fronteras patrias.
Como la tontería esa de decir (en esto es especialmente irritante el teleñeco del pelo cano y los ojos azules) que Mourinho ya había avisado. El portugués se quejó de que no terminaban con 11 ningún partido contra el Barça (vamos lo que le hacen al Atleti con el Madrid últimamente, aunque según las mentes prodigiosas eso son lloros) y luego dio una lista, en competición europea, con árbitros que había favorecido al Barça. ¿Qué tiene que ver eso con una adulteración continuada de la competición local por parte del duopolio? ¿Han visto a Mourinho no quejarse alguna vez de los árbitros? Porque parece que le persiguen los malos árbitros allí por donde pasa. Pero su dedo les guía…
Una campaña para destruir al estamento arbitral y colocar a socios del Real Madrid de trencillas. La jefa de las árbitras de la liga femenina es la churri del delegado del equipo blanco y aquí nadie ha dicho nada. Igual tienen predilección por Nepote, pero escandaloso sí que es, aunque la situación es la ideal para Il Duce. Así debería ser siempre en la cabeza totalitaria de su florentineza. Una campaña para destruir el fútbol español y que la Superliga sea una realidad. ¿Cómo? Cambiando a todos los que mandan por los suyos. ¿Por qué Rubiales está tan cerca ahora al Duce? Para no perder el monipodio. ¿Por qué Franco (el del CSD) ha salido justo detrás del Dulce a personarse en la causa? Porque están a lo que mande.
Mañana más cosas jugosas en exclusiva.