Héte aquí que cuando creíamos ya estaba cubierto el cupo de despropósitos, y no son menores ni sorprendentes, se manifiestan conductas todavía mas disfuncionales y pocos o nadie las referencian.
Empecemos por el ataque ucraniano a la fuerza estratégica rusa. Introducción: para impedir o al menos limitar una carrera de armamentos se suelen firmar acuerdos especiales de reducción mutua de fuerza. En el caso de Rusia/USA este acuerdo es el START (hay o hubo otros monográficos) y contempla la triada bombarderos, submarinos y vectores. Los números ahora mismo son un total de 3.550. Es decir: los bombarderos que ha destruido Ucrania están sujetos a disposiciones bilaterales ruso/norteamericanas.
El START funcionó mientras hubo buena voluntad entre las partes, es decir, en el intervalo 1975-1990. A partir de ahí las cosas, sin venirse abajo, se fueron deteriorando. Hoy ya han desaparecido las visitas recíprocas de control, y el acuerdo, si nadie lo remedia, termina el 5 de Febrero del 2026. Aunque se considera que el acuerdo está en malos pasos, no ha decaido, y la prueba es, precisamente, la presencia de los aviones estratégicos al descubierto y en hilera, dejados así para que sean bien visibles por los satélites OTAN y cumplir con lo dispuesto en el START. En cuanto a los aeropuertos, sus coordenadas son públicas y conocidas por todos, precisamente por la misma razón.
Así que Ucrania no ha tenido ninguna dificultad en localizar, ni los aeropuertos, ni los aviones, dispuestos como si estuviesen en un muestrario. Viene entonces un país OTAN y con dinero OTAN destruye parte de ese inventario, tan controlado, que incluso la ausencia de un avión por mantenimiento se ha de comunicar a la otra parte. Son armas además que nada tienen que ver con la relación entre Rusia y Ucrania. Con este ataque incomprensible se llega ya a agraviar a Rusia por tercera vez. La primera cuando EEUU incumplió su promesa de no extender la OTAN. La segunda fue Europa con la añagaza de Minsk y en ese engaño entró incluso el Consejo de Seguridad de la ONU. Y viene ahora la tercera y no menos grave. Aprovechándose de las condiciones que exige el START, un agente OTAN entra en el inventario de armas catalogadas y destruye todas las que puede con dinero de una de las dos partes, es decir, la OTAN. ¿Qué podemos esperar que haga Rusia cuando decaiga el START el próximo 5 de Febrero?
Nosotros acá en la piel de toro también tenemos nuestros agravios. En Pozuelo de Alarcón un sicario ha asesinado a un opositor de Zelenski, Andrii Portnov. Lo normal es que los opositores estén en el Parlamento y no en el exilio. En fin, el ser uno de los nuestros, como dijo von der Leyen de Ucrania, da amplio margen de maniobra, por lo visto.
Y ya que hemos citado a la Presidenta de la Comisión, von der Leyen, ha tenido que ser amonestada por su negativa a rechazar el acuerdo de colaboración con Israel, según lo había y ha decidido la Comisión, que ha terminado por imponerse. Pero para redondear el despropósito, se le ha concedido a von der Leyen al mismo tiempo el premio Carlomagno y, ¡oh asombro! el premio se lo ha dado el Rey de España, país que acaba de iniciar un proceso de desconexión con Israel para dejar de comprarle armas. Me permito una maldad. Para desconexión la que parece haber entre Moncloa y Zarzuela.
Entretanto, y sin duda por el influjo de Lady Pesc, Kaja Kallas, escritora frustrada que no consigue vender su primer libro ni siquiera en Estonia, se ha castigado a cuatro periodistas europeos. Pero no con citación judicial, lo que les hubiese consentido habeas corpus y defensa legal, sino con sanción administrativa que les prohíbe trabajar en el territorio de la UE.
Gana en Polonia la derecha atlantista y ante la sorpresa de todos adopta una posición justificada pero inédita. Fustiga a Ucrania por lo mismo que Rusia. Por izar símbolos criminales nazis y negarse a reconocer el genocidio de Volinia donde cerca de cien mil hombres, mujeres y niños polacos fueron exterminados por el mismo criminal que arrasó el ghetto de Ternopil y cuyo nombre honra ahora el estadio de fútbol de…¡Ternopil!, Roman Shukevich. Le acompañaron en esta gesta del horror todos los miembros de su Ejército Insurgente (UPA) cuyas hazañas cuenta esa película estremecedora que es “Ven y mira”. Siempre en ese mismo cuadrante, Hungría envía unidades militares a la frontera con Ucrania para defender a su minoría nacional.
Georgia confiesa, una vez mas, que se quiso contar con ella para abrir un segundo frente anti ruso y que el negarse a ello disparó las manifestaciones antigubernamentales de Tbilisi. Eso le ha costado su candidatura a la UE, a la que Rusia no se opone. (¡!)
En cuanto a Gran Bretaña, cede ante la UE. No le queda otro remedio porque el Brexit es incompatible con la abierta hostilidad USA a Canada, país del que es Jefe de Estado el Rey de la Commonwealth, Carlos III. Hostilidad que podría extenderse al propio Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda (según Trump, que no ve claro el acuerdo de inteligencia de la angloesfera: los llamados cinco ojos)
El despropósito se extiende a otras geografías. Macron ha amenazado en Asia con medidas antichinas si sigue el apoyo de Corea del Norte a Rusia. Yo la verdad no se con que medios se propone ejecutar sus amenazas Paris aunque yo de Macron me creo cualquier cosa. Pero lo peor nos aguarda en el Oriente Medio y África.
En el Oriente Medio acaba de descubrirse que el sirio Al Jolani es un tapado del M6, lo que nos lleva a descubrir que Occidente está poniendo al ISIS a cargo de la zona. Pero eso sería demasiado fácil: desde Siria se ha empezado a bombardear Israel, a lo que Israel ha respondido también bombardeando. Siguiendo con Israel, aliado de los buenos y obediente a las reglas, mata a los palestinos que sobreviven a su bloqueo de alimentos, algo prohibido por la IV Convención de Ginebra y lo hace de manera artera. Fija primero un punto donde se va a repartir comida y cuando tiene allí a los palestinos hambrientos los fusila.
En África no estamos mejor. Ya hemos visto como los nuevos gobiernos del África Occidental han expulsado a los franceses. Pero el ISIS ha iniciado ataques a esos gobiernos, lo que amenaza la existencia misma de una África mínimamente estructurada. Y aquí ya si que el tema se convierte en incomprensible. A la insurgencia del ISIS le ayuda Ucrania, enemiga decidida de Rusia y sus aliados, incluidos los africanos. Por su parte el mando antiterrorista USA en África, el USAFRICOM, tiene como principal enemigo esa insurgencia apoyada por Ucrania y obviamente, la OTAN. ¿La OTAN en guerra contra si misma?
En cuanto al galimatías central, la guerra de Ucrania, no hay quien entienda la postura USA. Si de verdad quiere que se acabe la guerra basta con que retire toda su ayuda a Ucrania. Y no lo hace. Desde luego el tono de Ucrania es de abierto desafío, lo que sería imposible de saberse abandonada por la OTAN. Pero al mismo tiempo el Secretario de Estado de Defensa USA, Pete Hegseth no va a acudir a la reunión del grupo de control OTAN/Ucrania en Rammstein, y es la segunda vez. (¿?). Son mas comprensibles tanto la estrategia ucraniana como la rusa. Si Ucrania cede se acaba lo que ellos llaman la Revolución, es decir, el Maidan así que están dispuestos a una resistencia como la de Hitler en su bunker. Pero Rusia tampoco puede consentir en su frontera una fortaleza occidental consagrada al culto de Bandera y Shukevich. Queda la gran incógnita, la OTAN. Rusia va ganando. ¿Aceptará esa parte de Occidente el final de su hegemonía o estará dispuesto a abrir la caja de los truenos al verse al borde del abismo?
En fin, todo esto tiene como causa remota la frase de Bush (Sr.) cuando al oir que Rusia no quería la OTAN en su frontera, explicó: ”No tienen nada que decir. Nosotros prevalecimos”. Hubo una segunda oportunidad cuando tras las negociaciones de Estambul, Ucrania y Rusia firmaron la paz. Al ver el documento que ofrecía incluso hablar de Crimea en quince años, tanto Biden como Boris Johnson lo rechazaron porque no contemplaba la presencia de Ucrania en la OTAN. Y así se lo comunicó a Kiev ese periodista, despedido por mentiroso y convertido en Primer Ministro que es Boris Johnson. Ese sujeto blasona de ser un clasicista y hablar en latín. Pues hubiese podido recordar a Ciceron, que dijo. “Las guerras sin causa son todas guerras injustas”. O, ya que es inglés, recordar a Churchill. “El estadista que se abandona a la guerra debe de entender que una vez dada la señal ya no es el dueño de sus políticas sino el esclavo de sucesos impredecibles e incontrolables.” Terminemos con una buena noticia. Los kurdos renuncian a la violencia. Gran alegría. Gracias a los autores y enhorabuena.