Aviso
Este texto es una ficción, pero una ficción basada en realidades conocidas directamente por ser médicos.
El original de esta ficción está escrito en 2014. La pandemia de 2020 demostró que la realidad puede superar ampliamente a la ficción.
Habitualmente, las residencias de ancianos tiene 1/ infrafinanciación, 2/ mala administración, 3/ defectuosa estructura, 4/ escaso personal (a veces con poca cualificación y formación, y siempre con precariedad y mal salario), 5/ insuficiente equipamiento, 6/ inexistente o precaria profesionalización de los equipos directivos, 7/ barreras de acceso al sistema sanitario y, por último, 8/ falta de humanidad a la hora de tratar a los miembros más vulnerables de la sociedad.
A este respecto, vale la pena leer el excelente informe sobre “seguridad de los pacientes” en residencias de ancianos durante la pandemia en la Región de Murcia (España).
La cuarentena brutal, drástica, dañina y sin ciencia ni ética y el abandono de los ancianos en los asilos provocó miles de muertes evitables, incluso por sed y hambre. En 25 países estudiados, el 30% de los muertos covid19 fueron ancianos en asilos, siendo dicha población el 1% de la población total.
https://collateralglobal.org/article/effects-of-covid-19-in-care-homes/
Murieron por estar encerrados y mal cuidados pero también por consecuencia de los medicamentos con los que los “controlan”.
Son muchos los medicamentos que pueden aumentar el riesgo de neumonía o neumonitis porque 1/ deprimen la inmunidad y otros mecanismos de protección (por ej., inmunosupresores, antipsicóticos, algunos analgésicos opiáceos, inhibidores de la bomba de protones/”protectores del estómago”), 2/ producen sedación, que puede aumentar el riesgo de aspiración, 3/ deprimen la ventilación pulmonar y favorecen la aparición de atelectasias (por ej., analgésicos opiáceos, fármacos anticolinérgicos, psicofármacos), o por 4/ una combinación de estos mecanismos
Lo de la Comunidad de Madrid (España) supera todo lo imaginable: "Llevamos cuatro años escuchando declaraciones vejatorias", denuncian las plataformas Marea de Residencias y Verdad y Justicia. Primero sufrieron "unos protocolos crueles" que "abandonaron" a su suerte a 7.291 personas, después vieron cómo la mayoría de los jueces daban carpetazo a las causas que presentaban sin apenas investigación y, más tarde, han escuchado "barbaridades y mentiras" por parte de quienes consideran la principal responsable política de todo lo ocurrido
En la Región de Murcia, en plena pandemia, se descubrió un uso excesivo de contenciones físicas y farmacológicas pues se utilizaban excesivamente medicamentos con efectos depresores del sistema nervioso central (un 69 % de ansiolíticos y un 33,2 % de neurolépticos) y existía elevada prevalencia de polifarmacia (el 21,6 % recibía entre diez y quince fármacos y el 8,4 %, más de quince)