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Cataluña, la continua impertinente

03 de Mayo de 2020
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Sánchez Torra

El Gobierno acaba de dar luz verde a Cataluña para que organice el desconfinamiento en base a las regiones sanitarias y no a las provincias según ha publicado 20minutos, aunque desde el ministerio de Illa se habría matizado diciendo que se está estudiando pero aún no se ha autorizado. Una decisión que, de confirmarse, de nuevo, da la razón al President Torra.

En un primer momento, el presidente catalán fue duramente criticado "por ir por libre". Después de la primera reunión de presidentes regionales, Torra se quejó porque él quería poder tomar decisiones de manera más concreta, atendiendo a las necesidades específicas del gobierno que él gestiona. No quería esto decir que los demás no lo hicieran, sino que, sencillamente, lo del "mando único" no le parecía a los catalanes la mejor manera de organizar diferentes territorios, millones de personas y distintas realidades.

La respuesta por parte de algunos miembros del Gobierno fue inmediata y contundente. La Ministra de Defensa, Margarita Robles llegó a decir del President Catalán que "No merece ser llamado responsable político". Lo dijo porque Torra se había negado a firmar el comunicado conjunto de las Comunidades tras la primera reunión de los presidentes regionales. Lo que Torra había dicho es que el Gobierno de Cataluña no iba a estar detrás del Gobierno de España, sino a su lado. Y ante las peticiones que se estaban haciendo desde Cataluña, Torra "amenazó" con tomar decisiones llevando la iniciativa.

¿Qué decía Torra entonces? Que era necesario confinar Cataluña. Era 14 de marzo y en el Estado español estábamos entrando en estado de alarma. El catalán lo pedía por activa y por pasiva, y la respuesta entonces desde el Gobierno es que esto del virus lo íbamos a afrontar todos juntos, que esto no iba de fronteras y que no se solucionaría actuando por territorios.

En aquel momento comenzaban a tomarse medidas como recomendar el teletrabajo y cerrar las escuelas, entre otras muchas. Pero la gente seguía saliendo a trabajar, en transporte público, y desde Cataluña se pedía que pudieran tomarse medidas más contundentes.

Las cifras iban aumentando, la curva, la dichosa curva no paraba de subir. Y Torra parecía ser el aguafiestas, el quejica, el que quería ir por libre. Pero llegó el 30 de marzo, momento en que se endurecieron las medidas de confinamiento, dos semanas después de que los Catalanes lo pidieran. Porque la curva no había manera de controlarla y porque llegaba la Semana Santa y se preveía que la gente se pasara por el forro del gorro aquello del confinamiento.

Durante la semana santa se mantuvieron medidas muy en serio, y muy probablemente esto ayudase a contener las cifras.

Hablando de cifras, cada día recibimos "el parte". Unos números que no han encajado con la realidad que vivían los sanitarios, las UCIS, las familias y las residencias de mayores. Tuvo que ser también Cataluña la que advirtiera que iban a empezar a reportar los datos sumando a los fallecidos en las residencias de ancianos y en los domicilios. Desde el Gobierno español se acusó de nuevo a la Generalitat de querer confundir con los datos.

En muchos lugares ha sucedido algo similar: y es que no se reportaban los muertos de las residencias de ancianos porque nadie les había hecho la prueba por COVID-19, y al fallecer tampoco les hacían autopsias. Así, al no estar confirmados por el virus, no aparecían en las estadísticas. Sin embargo, los Catalanes, cambiaron este criterio incluyendo a los muertos en las residencias dando por hecho que habían sido por el virus.

Pues después de la bronca con el Govern, el Gobierno anuncia que cambiará su forma de reportar los datos y que tendrá en cuenta a los muertos en las residencias de ancianos.

Después, llegó la desescalada. Las salidas de los niños a la calle supuso otro choque frontal. La primera vez que nuestros peques salieron a la calle fue el domingo pasado, 26 de abril.

En términos generales la cosa no fue mal del todo, pero sí es cierto que hubo cierto caos en algunos lugares más poblados como en las grandes capitales. Los catalanes habían dicho que lo recomendable habría sido salir por franjas horarias, acotando horarios y edades. Les ridiculizaron de nuevo. "Torra recomienda no hacer caso a Sanidad y sacar a los niños por franjas horarias" decía El independiente un día antes del domingo "de los niños".

Una semana después el Gobierno de España pone en marcha la salida por franjas horarias que nos marca la pauta para que podamos salir a la calle en franjas atendiendo a las edades.

Y la última, la más reciente: el gobierno habría planteado la provincia como medida de acción para el desconfinamiento. Cataluña, una vez más, "incordiando", dijo que no estaba de acuerdo. Que lo más adecuado sería tener en cuenta las zonas sanitarias, porque es lo que garantizaría la manera más operativa de que todo el mundo pudiera estar atendido de forma segura. Después de varios días de discusión bronca, han sido más los gobiernos regionales que se han sumado a este criterio. Valencia, por ejemplo o el País Vasco. Pues bien, después de haber asegurado que no cederían y que el marco sería provincial, acabamos de conocer que el ministro de Sanidad ha dado luz verde para que el criterio sea, precisamente, las áreas sanitarias. Algo que algunos hemos venido considerando la forma más razonable de gestión.

Cabe señalar que esta información está siendo en estos momentos desmentida por el propio ministro Illa, por lo que finalente no sabemos en qué situación quedará el asunto.

¿A donde quiero llegar con todo esto? No, no se trata de decir quién es más listo, quién tiene mejores ideas. Se trata de darse cuenta de que, por un lado, los ataques que ha venido recibiendo el Govern de Cataluña carecían de sentido. Se han hecho comentarios muy graves, que después no han tenido una disculpa cuando en realidad, se ha venido reconociendo por la vía de los hechos, que las propuestas planteadas por Cataluña han sido las acertadas.

Pero también es oportuno decir que si bien se ha tardado en reconocerlo en algunos casos, lo importante es que se haya reconocido. Ciertamente habría sido deseable hacerlo antes, pero también creo que es positivo reconocer que el Gobierno escucha y reacciona. Lo suyo también sería reconocer las cosas y ponerlas todas negro sobre blanco. Para que no se nos olvide y reconozcamos en cada caso sencillamente, la verdad.

Y parémonos a pensar por un momento que, gracias a la "impertinencia" de Cataluña hemos podido tener una voz que ha resultado ser de utilidad en todos estos casos. No sólo ellos, pues otros se han sumado también a sus reclamaciones y aunque parecieran impertinentes, han resultado ser acertadas.

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