Marchena es un municipio de Sevilla, de poco más de 19.000 habitantes, donde parece que el trato precario, o incluso el maltrato animal forman parte de su día a día, como en muchas otras zonas de España. De hecho, la propia alcaldesa, María del Mar Romero Aguilar (PSOE), ha recibido en numerosas ocasiones, quejas de sus vecinos, debido al abandono masivo y habitual de perros y gatos, o a la ordenanza, con pena de multa, de no poder alimentar a aquellos gatos callejeros que lo necesiten. Parece ser que la respuesta ante tales denuncias, ha sido muy limitada, por no decir nula.Según fuentes de la misma población, hace más de 48h que una cigüeña, especie protegida, tiene un ala clavada en parte de la estructura metálica del campanario situado en la calle Milagrosa. Según testigos, se han hecho numerosas llamadas a Policía Local, al Seprona, y al propio Ayuntamiento, solicitando el socorro de dicho animal, ya que su vida está en serio riesgo, y el sufrimiento del ave es indudable. Ante tales llamadas, Policía Local informa que este hecho es responsabilidad del Ayuntamiento, el Ayuntamiento informa que es responsabilidad de Policía Local, y Seprona no toma cartas en el asunto.He llamado personalmente al Ayuntamiento, por si quieren hacer declaraciones al respecto y, una vez más, la respuesta ante un flagrante caso de omisión de socorro a un ser vivo, y en este caso, especia protegida, es NULA.
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