En gran parte, tu próximo año que viene, será como fue desde el pasado jueves 7 de agosto, al sábado 9, y si no te quedó claro, en algunos casos, como el mío, hay una prórroga hasta el sábado 16, por aquello, que la letra con sangre entra.
La simulación que estoy viviendo cuadra con una predicción que me hicieron hace un año para el 2026. Lo qué estoy experimentando queda para mí entorno, porque es información de baja intensidad para la certidumbre para tu cerebro.
La cuestión es reflexionar cómo has reaccionado a lo que has vivido, si desde un estado de abundancia, u otro de abundancia; desde la aceptación, tras la sorpresa inicial o el rechazo para no salir de una falsa zona de confort, que disminuye tu existencia. O te has quedado más de una vez en shock como me pasó a mí, al recibir una hostia con la mano bien abierta.
Casi seguro, que has experimentado momentos de tu vida que ya creías superados, pero volvieron para que te cerciores que sabes gestionarlos, para desprenderme de miedos ajenos, y encarar el futuro que está a la vuelta de la esquina con valentía y pasión.
La razón de ello, es que ahora que los modelos de Inteligencia artificial son una realidad palpable, asistimos a una bendita causalidad, en la que como seres analógicos, nos estamos reseteando energéticamente para recibir una innovadora actualización, que nos fortalezca, y nos atrevamos a desprendernos de personajes sociales caducos, que usamos para encajar, a costa de nuestros talentos y talantes innatos.
GO!