Ya sabemos que el Presidente de Estados Unidos (y general de cinco estrellas desde la Segunda Guerra Mundial) Dwight D. Eisenhower en su Discurso de despedida a la nación el 17 de enero de 1961 denunció que había que proteger al gobierno contra la influencia injustificada del complejo-militar-industrial.
El potencial del aumento desastroso del poder fuera de lugar existe y persistirá. Nunca debemos dejar que el peso de esta combinación ponga en peligro nuestras libertades o procesos democráticos. (...) Sólo una ciudadanía alerta y bien informada puede engranar adecuadamente la enorme maquinaria industrial y militar de defensa con nuestros métodos y objetivos pacíficos, para que la seguridad y la libertad puedan prosperar juntos.
Y, en 1997, George F. Kennan, autor de la doctrina de la contención, ya decía que:
Si la Unión Soviética se hundiese..., el complejo industrial-militar estadounidense debería seguir existiendo, sin cambios sustanciales, hasta que inventáramos algún otro adversario. Cualquier otra cosa sería un choque inaceptable para la economía estadounidense.
Desde hace décadas este complejo que pone en peligro nuestras libertades y que necesita inventar algún otro adversario, no sólo es sólo militar-industrial, sino también financiero-mediático-político-tecnológico-...
De hecho, es un complejo global en el que unas pocas empresas se convierten en las principales accionistas de muchas de las empresas de los sectores clave de la economía mundial, incluidas las más grandes del mundo, especialmente las de armamento, las financieras y las de comunicación .
BlackRock es considerada la mayor empresa de gestión de activos del mundo, valorados en más de 8,67 billones de dólares a enero 2021. Con clientes de más de 100 países.
Las Tres Grandes firmas de gestión de activos - BlackRock , Vanguard y State Street - gestionan más de 15 billones de dólares en activos globales en su conjunto, una cantidad equivalente a más de tres cuartas partes del producto interior bruto (PIB) de EEUU.
¡El PIB mundial se calcula en 100 billones de dólares y el gasto en defensa armada ya asciende a 2,3 billones!
En la reciente presentación del Manifiesto No a la militarización y no a la guerra, www.nomilitarism.eu, las más de 200 organizaciones que lo firman, entre ellas algunas con miles de afiliados, constatan que:
La historia nos enseña que los momentos de militarización son siempre el preludio de la guerra, y por ella llevan años preparando el marco de justificación.
Desde la UE se ha impulsado el miedo a una posible invasión de Rusia a Europa para que la población apoye su política de rearme y militarización. En 2023, el gasto militar de los países miembros de la UE aumentó un 21,3% respecto a 2022. Europa ya tiene un gasto militar total de 374.000 millones €, el segundo mayor del mundo - sólo por detrás de Estados Unidos con unos 900.000 millones€- , y casi 4 veces la de Rusia (100.000 millones €).
Primera conclusión. El complejo es global (militar-industrial-financiero-mediático-político- tecnológico...) y sólo busca aumentar el lucro de los accionistas que, a la vez aumenta el poder de los militares y de los políticos, y para ello crea adversarios y conflictos armados; y la economía de guerra pasa a ser una necesidad para que este sistema funcione. Y para que la ciudadanía lo acepte sumiso, es continuamente bombardeada por la rama mediática que por un lado, demoniza a los enemigos y justifica la guerra justa y, por otro, ignora las iniciativas ciudadanas que plantean alternativas. Tal como dice Jan Oberg:
Las corporaciones y los gobiernos han cooptado gran parte de la investigación sobre seguridad y han rechazado la investigación sobre conflictos, paz y noviolencia; probablemente el mayor grupo de científicos e ingenieros se paga hoy con los presupuestos militares.
A partir del 2020, y mucho antes, no existe casi ningún discurso de paz. La experiencia en la construcción de la paz no es deseada en los ministerios, gobiernos, industrias, medios de comunicación, organizaciones internacionales, sindicatos e incluso universidades.
No sólo se necesitan científicos tradicionales en la industria militar; también se forma la "casta sacerdotal" que produce informes, análisis, libros, documentales, programas de televisión y comentarios de expertos en noticias, etc. -que presentan el militarismo y la guerra sin problemas, no hacen preguntas fundamentales, ni mencionan alternativas a los ejércitos. En este complejo toman parte los principales medios de comunicación y redes.
En la segunda parte del artículo, veremos algunos casos de cómo funciona la rama mediática de este complejo.