A veces cuando se lleva muchos años luchando por una causa se pierde la perspectiva de los logros que se consiguen porque siempre hay algo por conseguir, un objetivo final…y olvidamos que lo importantes es ir cumpliendo etapas y a veces las primeras etapas son las más difíciles de cumplir.
Tras años en los que hemos hablado de “nacionalidad” y los problemas que el actual Código Civil ha causado, hemos olvidado trabajar nuestro discurso con cierta pedagogía que pueda explicar a la población un problema aun siendo complejo es muy fácil de resolver.
Cuando hace apenas unos días se confirmó que por fin íbamos a poder presentar en sede parlamentaria la propuesta de reforma del código civil aprobada en el Pleno de Consejo General de la Ciudadanía española en el exterior (CGCEE) en noviembre de 2023, pudimos vislumbrar que la segunda etapa para lograr cambios en normas obsoletas estaba cerca de finalizarse.
Para llegar a esta fase de comunicación con los partidos antes hubo que trabajar por llegar a un texto lo más abierto posible y que pudiera corregir los errores de la redacción actual y para ello contamos con el trabajo de expertos y un texto que ya venia heredado en gran parte desde los comienzos de esta institución.
Tras la aprobación del texto en Pleno ha habido contactos para hacer llegar este texto a nuestros representantes políticos en el Congreso y hay que agradecer que la Comisión de Justicia presidida por el socialista, Francisco Lucas Ayala finalmente nos invitó a la Presidenta del CGCEE, Violeta Alonso Peláez, y a mí en mi rol del Presidente de la Comisión de Derechos Civiles y Participación de la misma institución para explicar nuestra propuesta.
EL CGCEE debería ser convocado como órgano asesor con mayor frecuencia y esta reunión no debería ser la excepción, pero siempre es de agradecer que se nos empiece a tener en cuenta.
Antes de explicar la reunión es importante conocer los cambios explicados con lenguaje claro y conciso. Los cambios principales propuestos son:
- Reparar el perjuicio generado a los hijos de madre española, que no podían obtener la nacionalidad de su madre, discriminación que no acabó hasta la llegada de la Constitución.
- Asegurar que los descendientes de emigrantes españoles puedan obtener la nacionalidad española incluso si sus ascendientes hubiesen perdido la nacionalidad española de origen.
-Los y las cónyuges de españoles de origen pueden lograr la nacionalidad tras dos años casados…como en Italia por poner un ejemplo.
-No se exige la renuncia a una nacionalidad previa para adquirir la española.
-Solo pierdes la nacionalidad si renuncias voluntariamente a ella.
-El proceso de recuperación es tan simple como acudir a una sede del Registro Civil ya sea en consulado general o en territorio español y solicitar la recuperación…simple.
Esta lista no explica todos los cambios, pero estas son las principales mejoras.
Estos cambios no van a romper a España y no son ninguna propuesta fuera de lógica y simplemente busca reparar la injusticia que ha provocado la falta de interés en solucionar un problema que se ha extendido demasiado tiempo.
El texto original de 1889 ha sido mejorado paulatinamente. El 1 de marzo de 2023 es la última vez que se modificó y se ha alterado en numerosas ocasiones (por ejemplo, en 2021, 2015, 2003,1990 o 1981).
A pesar de la cierta flexibilidad que se ha mostrado con cambios periódicos, todas estas reformas dejaron fuera los problemas que ha estado causando a los descendientes.
En una España que necesita mano de obra y un rejuvenecimiento de nuestra población la vía del retorno de la descendencia de los emigrantes, que nuestro país fue expulsando, ha de combinarse con la inmigración que está llegando a nuestro país.
Volviendo a la reunión que inicialmente era con la Mesa de la Comisión de Justicia, actualmente compuesta por dos diputados del PSOE, 2 diputados del PP y una diputada de Sumar, se unieron igualmente Javier Ortega Smith, diputado de VOX, así un segundo miembro de Sumar, Enrique Santiago.
La presentación por nuestra parte se ciñó a una introducción de nuestro trabajo en el CGCEE y a la historia de las reclamaciones de nacionalidad, que comenzaron ya en 1990, en el pleno inaugural en el Escorial del Consejo General de la Emigración (nombre previo).
Hay materias como la nacionalidad en las que está claro que el pacto de estado es una opción real y no debería haber distancias en los posicionamientos de los partidos…más aun cuando el PSOE ha mostrado interés con las opciones que ofreció en 2007 con la Ley de Memoria Histórica y en 2022 con la Ley de Memoria Democrática así como el PP a través de Núñez Feijoo, quien en las calles de Buenos Aires hace apenas dos años proclamaba que estaría interesado en hacer una propuesta sobre nacionalidad una vez derogara la Ley de Memoria Democrática si llegaba al gobierno.
Sara Vilá Galán senadora de En Comú Podem registró en la mesa del Senado la Ley de Descendientes que hubiera logrado similares beneficios que la reforma que estamos promoviendo, y Sumar como herederos en parte de ese proyecto mostraron gran interés a través de Enrique Santiago en apoyar en lo que puedan nuestra propuesta.
Los partidos presentes en la reunión solicitaron copias del texto y prometieron analizar la propuesta que, de no ser por esta invitación a la mesa de la Comisión, quizás nunca hubiera llegado a sus oídos.
En las distancias cortas todos los partidos pierden una fiereza que les otorgamos cuando vemos algunas de sus comparecencias y todas y todos los diputados muestran una cara muy diferente a la que presentan en debates del Pleno del Congreso, donde parece que en vez de debatir propuestas solo están para insultarse.
La actitud mostrada en la Mesa de Justicia debería ser la actitud que muestran desde el escaño del Congreso, y las invitaciones a colectivos ajenos a la política de partidos solo puede enriquecer el debate político.
La Reforma del Código civil solo servirá para enriquecer nuestro país con un incremento en el número de españoles considerable y con una reparación a una injusticia que se alargó demasiado en el tiempo.