Las elecciones de junio de 1977 las ganó la UCD con 165 diputados, el PSOE obtuvo 118, PCE 20 y al conseguir el PSP solo 6 escaños, decidieron disolver su formación política e integrarse en el PSOE. En ese sentido, para llevarse a efecto la referida unidad, se tuvo que realizar por zonas y abarcando a todo el país.
En Canarias se hizo mediante un congreso extraordinario celebrado en mayo de 1978 en el salón de actos de un hotel de Bajamar en Tenerife. Se desarrolló en torno a una solo ponencia que, únicamente contemplaba la organización y los estatutos, para darle acogida a los nuevos compañeros.
Como miembro del Comité Regional fui el encargado de su redacción y, poniéndome en contacto con compañeros de la Ejecutiva Federal, me informaron que de entre todos el que mejor estaba estructurado y funcionaba era el de los socialistas catalanes. Me facilitaron sus estatutos y lógicamente no podía tener en cuenta sus estructuras de provincias y tuve que adaptarlo a nuestras peculiaridades insulares.
Muchos de los afiliados del PSP ejercían su militancia sindical en Comisiones Obreras y pretendían continuar ejerciéndola en el referido sindicato, en detrimento de la UGT con la que los afiliados del PSOE, teníamos un compromiso de doble militancia. Se produjo un pequeño debate y al respecto, no hubo ningún problema para que siguieran afiliados en CC.OO. El Partido Socialista Popular estaba liderado por el profesor Enrique Tierno Galván. Como organización política destacaba por la intelectualidad de muchos de sus afiliados. En Canarias se incorporaron al PSOE: Alfredo Mederos, Juan Alberto Martín, Augusto Brito, Antonio Martinon, Emilio Mayoral y muchos otros.
Si se produjo un debate mucho más extenso y profundo, para darle la denominación del partido. Hasta ese momento era la de Federación Socialista Canaria del PSOE y la modifiqué por el de Partido Socialista Canario -PSOE- siendo éste el que, continua hasta la actualidad. Algo sumamente importante y que igualmente contemplé con arreglo a los estatutos del PSC (Partido de los Socialistas de Cataluña), fue dotarnos como ellos de un grupo político propio, para desde la unidad con el conjunto del PSOE, tener una cierta autonomía y así poder defender en el Parlamento del país, nuestros intereses y peculiaridades de lejanía y de dispersión como archipiélago.
Al respecto, la resolución fue aprobada casi por unanimidad, pero sin embargo, la Ejecutiva Federal con Alfonso Guerra al frente la desechó y desde ese entonces y sobre todo, en cuanto se constituyó Coalición Canaria en 1993 y concurriendo a las elecciones generales, hemos tenido que soportar fundamentalmente, a través de Ana Oramas siendo diputada durante 16 años desde 2007 y hasta la pasada legislatura, aunque su organización política ha sido siempre minoritaria obteniendo muchos menos escaños comparada con el PSOE y el PP (en sus seis legislaturas en tres logró 2 diputados de 15 y en las otras tres solo consiguió 1 también de 15 siendo este únicamente el suyo).
Pero ella, sin embargo, cada vez que tomaba la palabra en los plenos, se arrogaba la representación del conjunto de canarios y canarias. Ahora en esta legislatura ha pasado a formar parte como diputada en el Parlamento de Canarias y ostenta la vicepresidencia. Aunque la política no es nada vocacional y se ha vuelto una profesión Ana Oramas en este aspecto, es de los casos más significativos y es que con 64 años, lleva como profesional de la política la friolera de 44 años, cuando se inició como concejala en el Ayuntamiento de Santa Cruz en Tenerife. Ya nos podemos imaginar lo que ha sido su gestión como “buena diputada nacionalista” defendiendo los intereses de Canarias.
De haber tenido el Partido Socialista Canario -PSOE- grupo parlamentario propio, con toda probabilidad, a Coalición Canaria le hubiera sido muy difícil o imposible, lograr representación en el Congreso de los Diputados y nos hubiéramos evitado, las intervenciones ególatras e impertinentes de esta política a perpetuidad (es la tónica como la gran mayoría).
Si de verdad Coalición Canaria en general y ella en particular, desean el bien para Canarias, tenían que haber empezado haciendo realidad su hipócrita y demagógico lema: “Canarias un solo pueblo”, eliminando el insularismo que dividiéndonos y enfrentándonos tanto daño nos ha venido haciendo, a través de una ley electoral con circunscripción regional o de nacionalidad única. Y en lo que respecta al REA (Régimen Especial de Abastecimiento) y la RIC (Reserva para Inversiones de Canarias), debería procederse a sus aboliciones.
Los efectos del REA, con el señuelo de abaratar la cesta de la compra en Canarias, que era la más cara del país, mediante la creación de empresas especulativas para importar productos de otros países, ha significado la perdida de cerca del 80% de nuestra agricultura, con la importación de productos de diversas partes del mundo, de peor calidad con arreglo a los que podríamos producir, con el agravante de que otra vez los precios se han encarecido en la línea que estaba con anterioridad.
E igualmente la disolución de la RIC, debería producirse, pues en detrimento de la sociedad canaria, solo sirve para reducir los impuestos a las empresas. Coalición Canaria nos gobernó 28 años ininterrumpidamente desde 1991 hasta 2019. Los dos primeros años ostentando la Vicepresidencia y los siguientes la Presidencia y ahora en esta legislatura vuelve a presidir Canarias. Con lo que eso significa de atraso con relación a la gran mayoría de las comunidades autónomas o nacionalidades.