En los últimos tiempos varias iniciativassociales en forma de Plataformas han llamado mi atención, mi apoyo y el de miasociación. Iniciativas que surgen del feminismo y del movimiento de personascon discapacidad y sus familias. Iniciativas diferentes en sus objetivos, eincluso en el sector de población al que representan, pero que confluyen en unaidea: Impedir el borrado de conceptos que permiten las luchas y las políticasespecíficas de realidades concretas, en un alejamiento intencionado de conceptoscomo materialismo, conflicto o empirocriticismo e imponiendo un neoidealismo alservicio de lo que podríamos llamar el “neoliberalismo del deseo”. Me explico.
La primera iniciativa que contó con nuestro apoyo fue la Plataforma Mujeres por la Abolición, que apuesta por la abolición de la prostitución y la pornografía. En este sentido, desde la UPADD (Unidad Progresista de Apoyo a la Discapacidad la Dependencia), apoyamos esta causa ya que no creemos que el sexo sea un derecho, ni siquiera una necesidad real, sino un deseo. Para nosotras y nosotros, el sexo es una actividad placentera y beneficiosa, pero no se puede realizar sin el consentimiento y el deseo de ambas partes. Este consentimiento y este deseo, evidentemente, se ven viciados cuando una de las partes, (en la inmensa mayoría de los casos las mujeres), está en una situación socioeconómica que la obliga a cobrar por mantener sexo y otra parte, (en su inmensa mayoría hombres), tienen que pagar para obtener sexo.
Creemos que, en el caso de la asistencia sexual, (prostitución adaptada y subvencionada), esto es insultante para ambas partes. Por un lado, se utiliza la necesidad económica de una mujer para poder acceder su cuerpo sin tener en cuenta su deseo, deshumanizándola y objetivándola. Por otro lado, es insultante para la persona con discapacidad, (insisto, en casi la totalidad de los casos hombres), ya que se parte del mito del impulso sexual irrefrenable del varón; y por otro lado, se parte de la idea falsa de que el hombre con discapacidad no puede resultar atractivo para una mujer sino es pagando.
Por todo ello, la UPADD se declaró oficialmente feminista y abolicionista de la prostitución y se unió a todas las acciones y textos abolicionistas, introduciendo, a su vez, una referencia a la asistencia sexual como forma de prostitución.
Otra causa que ha apoyado la UPADD es la iniciativa de la periodista con discapacidad Viky Bendito para sustituir el término “minusválido”, por el concepto “persona con discapacidad” en la Constitución del 78. A parte de lo evidentemente impropio del concepto de “minusvalía”, lo que más nos interesa en esta argumentación es el rechazo de Bendito al concepto “diversidad funcional”. Como ya he dicho en varias de mis columnas, el término “diversidad funcional” literalmente borra la discapacidad.
Si todas laspersonas somos diversas nuestra características físicas, orgánicas,intelectuales y sensoriales se borran. Los problemas emocionales, psicológicosy sanitarios, que generan esas características para llevar acabo una vida dignase ignoran, llamando patologizante a aquellas personas que llaman la atenciónsobre esos problemas; también se ignoran las dificultades objetivas quenuestras discapacidades nos provocan, dificultades objetivas que no dependen deun prejuicio social propiamente dicho, sino de unas características físicas,orgánicas, intelectuales y sensoriales totalmente objetivas que, en unasociedad en la que e 90% de las personas no las tienen, generan una desventajaobjetiva que necesita unas políticas concretas. Y lo que es peor, esa visióntotalmente social, ignora las enfermedades que generan esas discapacidades, conlas complicaciones sanitarias que esa actitud puede generar.
La tercera causacon la que simpatizamos es la de la “Plataforma Inclusiva sí, Especial también”.A grandes rasgos, esta plataforma denuncia la tendencia del CERMI (ComitéEstatal de Representantes de Personas con Discapacidad), de eliminar laEducación Especial. Por supuesto, este apoyo le damos con las reservas debidaspara evitar una utilización de la derecha mediática, social y política.
En nuestra opinión,como reza el punto 6 de nuestro Decálogo de propuestas (https://www.asociacionupadd.org/dec%C3%A1logo-de-pol%C3%ADticas-sociales-de-la-upadd):
“Para algunas personas con discapacidadesta última, [la Educación Especial], representa el paso previo necesario parala inclusión. Con respecto a la atención temprana de los menores, es necesarioque no se corte a los 6 años de edad. Deben recibir estos servicios todo eltiempo que lo necesiten. En relación con la educación añadimos que seríanecesario que todos los colegios contasen con una persona con conocimientos deenfermería para atender a los niños y niñas con diabetes tipo uno o con otrasdiscapacidades que requieran cuidados sanitarios periódicos”.
La cuarta causa que abrazamos es la de La Alianza contra el Borrado delas Mujeres que presentará alegaciones al Anteproyecto de Ley Orgánica deGarantía Integral de la Libertad Sexual. Sus principales reivindicaciones son:
➜ Denuncian comoinjustificable la omisión de la violencia prostitucional contra las mujeres.
➜ Acusan alministerio de seguir las estrategias recomendadas por lobistas para introducir nuevos conceptos jurídicosque ponen en cuestión los derechos de las mujeres basados en el sexo.
➜ La Alianza Contrael Borrado de las Mujeres solicitará una entrevista con todos los gruposparlamentarios para alertarlos sobre cómo afecta el proyecto de ley a losderechos de las mujeres.
Se puede ampliar la información en este enlace: https://tribunafeminista.elplural.com/2020/06/alianza-contra-el-borrado-de-las-mujeres-alerta-de-que-la-confusion-entre-sexo-y-genero-en-el-anteproyecto-crea-indefension-para-las-mujeres-y-socava-la-lucha/
Apoyamos esta Alianza en primer lugar por lo dicho anteriormente sobrela asistencia sexual, que coincide plenamente con el primer argumento.
En segundo lugar, apoyamos la idea de que hay una realidad biológica objetivaque marca las vidas de determinados grupos de personas. En el caso de las mujeres,del 51% de la población. Concretamente, en el caso de las mujeres condiscapacidad, pedimos en el punto 4 de la agenda feminista, incluida en nuestroDecálogo, por ejemplo:
“Revisión con perspectiva feminista del RealDecreto 1971/1999 que regula el acceso a los grados de discapacidad. Hayenfermedades históricamente invisibles por su mayor prevalencia femenina. Es elcaso de la endometriosis, la fibromialgia y la esclerosis múltiple. Pedimos quese reciba el 33% automático de discapacidad por tener el diagnóstico o, como mínimo,que estas enfermedades figuren en el Decreto con nombre propio y con unaregulación que facilite la obtención del grado, actualmente casi inalcanzable.”
Todas esas causas afectan a realidades diferentes, pero, en todas ellas vemosestas características comunes:
En primer lugar, se ignora la realidad de un grupo de población y, comorezan los modelos Social y de Vida Independiente, la realidad psicológica ybiológica es sustituida por una construcción social ambigua y teórica que nadatiene que ver con la realidad. De este modo, queda anulado todo intento dedefinición de una problemática y por ende la búsqueda de soluciones reales y radicales,que vayan a la raíz de los problemas. A consecuencia de esto, se eliminarántodas las políticas específicas para esos grupos de personas, sustituyéndolaspor un discurso amable y totalmente inútil de la diversidad en un sentido genérico.
En segundo lugar, con este discurso se borra el conflicto de la ecuaciónde las políticas sociales. De esta forma, toda opresión y marginación quedaeliminadas al desdibujarse los conceptos de víctimas/victimarios, oprimidas/opresoresy marginados/marginadores. Esto, en el caso de la discapacidad, lleva a lo que sepuede denominar: “la dictadura del positivismo” o el “triunfo de la voluntad”. Eldiscurso “cuqui” de Pablo Cohelo y otros autores viene a decirnos que podemos conseguirtodo porque somos como cualquier persona. Pero, si el universo no conspira anuestro favor, no se deberá a unas causas personales objetivas, no, se deberá aque no lo hemos intentado bien, o que la sociedad en general nos margina. Sinmás análisis, no nos vayamos a traumatizar. De esa forma, bien nos culpabilizamospor ser los raros que no se adaptan, o bien reclamaremos a la sociedad deseosen vez de derechos al no haber echo un análisis completo de la realidadasumiendo nuestras limitaciones, buscando soluciones viables.
En tercer lugar, con este discurso se eleva el deseo a la categoría de derecho.De este modo, se antepone la parte reptiliana del cerebro a la parte racionaldel mismo, o dicho desde la teoría psicoanalítica, se da más importancia al“ello” que al “super yo”. Esto era estupendo para que Chavela Vargas compusierasus canciones, o para qué Frida Kahlo pintase sus cuadros, por ejemplo. Sin embargo,en política, es caldo de cultivo para políticas neoliberales, populismos y parala ambigüedad de las teorías Queer y Crip. Un derecho debe tener unreconocimiento racional fruto de un detallado
análisis, de lo contrario nos encontramos con derechos que solamente sonútiles a una minoría caprichosa con acceso al poder que nada tiene que ver conlos derechos básicos de una mayoría.
Lo dicho anteriormente es la versión benévola del problema. A eso hayque añadir que las teorías Queer y Crip son productos precocinados en despachosde universidades sin apenas trabajos de campo. A nivel gastronómico sería como compararla comida rápida con la comida casera, una llena la tripa y despierta nuestraspapilas gustativas y la otra está pegada a la realidad que vivimos y cubrenuestras necesidades alimentarias. La pregunta es: ¿queremos alimentarnosintelectualmente con teorías basura de fácil venta y rápido consumo vía redessociales y telebasura?
La UPADD, como organización de tendencia socialdemócrata y feminista, abogapor el análisis objetivo de la realidad heredado de la tradición materialista ymarxista, por mucho que Felipe González reniegue de esas raíces, lo que le hallevado a conseguir el apoyo de partidos populistas de ultraderecha como Vox.
Esto quiere decir que nuestra organización basa su actuación en elanálisis de la realidad, tanto legislativa, como psicológica, biológica ysocial.
Por esa misma razón, priorizamos las necesidades básicas y reales denuestro colectivo. “Casualmente”, esas necesidades materiales, (alimentos,cuidados, salud, educación, trabajo, vivienda, accesibilidad, ayudas sociales…),son las necesidades que requieren presupuesto público para ser cubiertas. Estoimplica descartar la tendencia de elevar deseos a la categoría de Derechos ymucho menos cuando esos deseos chocan con verdaderos Derechos, como, porejemplo, los Derechos de las mujeres.
Como socialdemócratas creemos que el Estado debe garantizar unascondiciones de igualdad y seguridad de partida a todas las personas. Así mismo,creemos que esa igualdad y seguridad se consigue mediante políticascompensatorias específicas para cada situación colectiva. Y, naturalmente, eso,(en el caso de la discapacidad al menos), se consigue considerando a la personacon discapacidad desde un modelo de actuación Psicobiosocial. Esto choca con lafilosofía postmoderna que, acogiéndose a los modelos Social y de VidaIndependiente, eliminan los aspectos psicológicos y biológicos, inclusotachando de patologizantes a quienes sí les consideramos.
Como vemos, la problemática del postmodernismo afecta a variasrealidades. Así, en el mejor de los casos, podemos hablar de la buena intenciónde una izquierda idealista que piensa que se llega a la Igualdad ignorando larealidad y sustituyéndola por su propia realidad ideal. Mientras, en el peor delos casos, es una estrategia entrista del neoliberalismo para no afrontar problemasreales, evitando hacer políticas sociales.
Para hacer contrapeso a esta tendencia, la UPADD creará las alianzasnecesarias con el Movimiento Feminista y otros Movimientos sociales y políticos.