¿Es verdad como dice Eurostat, la agencia estadística de la Unión Europea, que, en España, en febrero de 2024, había un censo de viviendas turísticas de 351.389 viviendas? Si, pero NO.
Esas cifran corresponden a las viviendas censadas como tales, pero desgraciadamente son muchas más, como demuestra la plataforma de análisis de estadística de alquileres temporales AirDNA, que tomando los datos de páginas como Airbnb o Vrbo, elevó el número en agosto de 2024 a 443.526 pisos disponibles, lo que supuso un 6 por ciento más que en agosto de 2019, anterior máximo histórico.
Estos días, con la llegada de las Fiestas Navideñas y de algunos días de vacaciones, las calles céntricas de las grandes ciudades se encuentran atestadas de gente para ver las luces navideñas, comprar el último decimo de la lotería, o descubrir el ambiente de esos lugares donde normalmente no nos encontramos.
La alegría y las risas se perciben junto al ruido y la suciedad que tienen que soportar los vecinos que viven en estas zonas céntricas. Algo que se ha incrementado mucho más todavía en los últimos años con la proliferación descontrolada de pisos turísticos.
Como consecuencia, han aumentado las protestas ciudadanas ante el fuerte impacto que están teniendo los pisos turísticos en el acceso a la vivienda, en la dinámica de las ciudades, en la convivencia diaria en los barrios, y en el propio funcionamiento de servicios públicos esenciales.
La situación ha llegado a un punto en el que los ciudadanos mayoritariamente creen que es urgente su regulación, para que el acceso a la vivienda sea real para los residentes, para garantizar la convivencia y para que los barrios no pierdan su identidad y se conviertan en parques temáticos sin alma.
Precisamente, el 76,3 por ciento de los españoles es partidario de que se controle la expansión de los pisos turísticos en España, según la encuesta “Turismo y gastronomía (II)”, realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS)
Las mujeres están más a favor de que se controle la expansión de los pisos turísticos que los hombres. Concretamente, un 78,9 por ciento está a favor de este control frente a un 73,6 por ciento de los hombres.
Y los ciudadanos que votan a partidos de derecha o extrema derecha presentan porcentajes más bajos de apoyo al control de la expansión de los pisos turísticos en España. Exactamente, entre los votantes del PP están a favor del control el 71,5 por ciento y entre los votantes de Vox, el 61,9 por ciento. Mientras que los votantes del PSOE y SUMA lo apoyan en un 86,9 por ciento y un 89,7 por ciento, respectivamente.
Es un problema complejo, pero hay que abordarlo como está haciendo el gobierno de España, y en colaboración con todas las administraciones, buscando un equilibrio entre el bienestar de los residentes, que se pueda acceder a una vivienda y la actividad turística que es de vital importancia en muchos lugares.
Todo ello, dentro de un enfoque que tenga por objetivo lograr que la vivienda sea un derecho para todos los ciudadanos, no el negocio de unos pocos.
Pero soluciones y regulación YA.