La COP29 cerró su primera semana de negociaciones sin resultados aceptables. La segunda ha estado dedicada a que los cuerpos técnicos traten de llegar a acuerdos sobre los textos de negociación para que ministras y ministros puedan trabajar sobre consensos previos la semana siguiente, en la que se deciden los grandes acuerdos. Sin embargo, las negociaciones no han avanzado tanto como sería procedimentalmente normal para este punto de la cumbre. Ecologistas en Acción y la sociedad civil denuncian la falta de compromiso con las negociaciones. Carmen Duce, coordinadora confederal de la organización, advierte: “No tenemos tiempo que perder, esta es una década crucial para proteger el planeta, hay muchas vidas en juego y culturas enteras desapareciendo por efecto del cambio climático”.
La financiación climática no ha tenido avances significativos durante la primera semana. Durante los primeros días los gobiernos tiraron a la basura el trabajo de varios años, comenzando de nuevo desde cero las negociaciones. El Sur global está esperando que el Norte demuestre su compromiso mediante una señal clara e inequívoca que no está llegando. Así, durante estos días, se ha incrementado la desconfianza entre los países, que señalan la hipocresía de un Norte global que, en lugar de proveer de la financiación pública necesaria, distrae la atención hablando de nuevos países que deben entrar en el fondo o de la financiación privada
Javier Andaluz, responsable de Clima y Energía de Ecologistas en Acción, ha manifestado: “Es una tomadura de pelo que los países del Norte hayan sido incapaces de moverse un solo ápices de sus posiciones de negociación durante estas semanas, lo que nos dirige hacia un colapso de las negociaciones”. Y añade: “ni España ni la UE han mostrado ninguna intención de incrementar la aportación pública necesaria para cumplir con los compromisos de París. Mientras esto no suceda no se puede dar lecciones ni exigir a nadie mayores avances, la pelota está en su tejado y son ellos los que deben dar el paso ya, antes de que sea demasiado tarde”.
El Mitigation Work Programme, el paquete dedicado, en teoría, a escalar la ambición de los países en materia de reducción de emisiones, ha sido de los más damnificados. Ha sido imposible llegar a un acuerdo debido a los bloqueos de la OPEP, el Grupo Africano y China. La presidencia del comité técnico renunció el sábado, a última hora, a intentar llegar a un acuerdo, posponiendo, en principio, una vez más el tema hasta junio de 2025.
Sofía Fernández, activista del Área de Clima y Energía de Ecologistas en Acción, insiste: “Todo apunta a que el Mitigation Work Programme no se debatirá hasta junio de 2025. A pesar de esto, exigimos que se tengan en cuenta los resultados sobre mitigación alcanzados en la pasada cumbre. No podemos permitirnos retroceder en una década crítica para la acción climática. Esperamos ver en los textos de negociación finales un abandono de los combustibles fósiles, que tenga en cuenta la justicia climática”.
Por último, en uno de los temas más olvidados en esta cumbre, la adaptación y las pérdidas y daños (LD, por sus siglas en inglés), siguen también dependientes de los objetivos de financiación, a la espera de que los negociadores lleguen a un acuerdo sobre cómo introducir sub-objetivos relativos a ambos temas dentro del texto final del NCQG. En la misma línea, preocupa a la sociedad civil la falta de aportaciones al Fondo de Adaptación, así como la recurrente falta de compromiso de los negociadores al no introducir un punto permanente en las negociaciones sobre el Objetivo Global de Adaptación.
Si seguimos así se nos caerá el pelo.