Es evidente que la corrupción que se produce en el ámbito de la política es la más significativa y aparatosa. E igualmente, la que más le afecta a la ciudadanía, produciéndole desafección de los políticos en general y de quienes utilizan este tipo de prácticas en particular.
Han sido muchos los casos de corrupción que se han venido produciendo en nuestro país. Últimamente y en muy poco tiempo, han salido a relucir dos, que afectan a los principales partidos políticos: al PSOE con el caso Koldo y de apellido García, personaje estrafalario y siniestro, que hizo equipo con José Luís Ábalos y Santos Cerdán, éstos fueron secretarios de organización de la Ejecutiva Federal Socialista y utilizando este cargo orgánico y el institucional como diputados y Ábalos de ministro de Fomento, según todos los indicios aparte de otras indecencias, se dedicaron a obtener “mordidas” de empresas.
Cuando esto salió a relucir con arreglo al informe de la UCO, de inmediato Santos Cerdán abandonó el PSOE y su escaño de diputado. A José Luis Ábalos se le expulso, pero ha seguido manteniendo su acta de diputado, habiéndose pasado al Grupo Mixto del Congreso. Lo curioso de todo esto es que Koldo García al estilo del comisario Villarejo, se dedicó a grabar las reuniones que mantenía con sus jefes y compinches. Inexplicable que éstos en todo el tiempo que permanecieron juntos, no detectaran que estaban siendo grabados. La grabación es muy amplia y contiene información comprometedora, hasta el extremo de que, Santos Cerdán se encuentra en prisión preventiva.
El descubrimiento de este caso le vino muy bien al Partido Popular, que de inmediato “se tiró a la yugular de Pedro Sánchez” tratando de sacar redito político y electoral. Sin embargo, esto le duró muy poco tiempo pues el pasado día 17, salió a relucir el que ya se tendría que llamar caso y trama Montoro, que por supuesto, es muchísimo más grave que todos los casos de corrupción producidos hasta ahora, incluido el Gurtel que, mediante una moción de censura le costó la pérdida del Gobierno al PP presidido por M. Rajoy. Con éste nuevo caso de corrupción el PP ha batido su propio récord de campeón de Europa.

Montoro que había creado un despacho de abogados denominado Montoro y Asociados y posteriormente al pasar a formar parte del gobierno de Aznar del 2000 al 2004, por cuestión de incompatibilidad hizo una especie de paripé y sólo se limitó a cambiarle la denominación por la de Equipo Económico, pero él desde la trastienda continuó estando al frente, dirigiendo todos los casos de chantaje, extorsión y corrupción que protagonizaron.
Volvió a ocupar el Ministerio de Hacienda en el Gobierno de Rajoy entre 2011 al 2018. A diferencia de Robin Hood que robaba a los ricos para repartirlo entre los pobres, él hacia justo lo contrario y fueron muchas las empresas a las que benefició, previo acuerdo de los pagos correspondientes. Utilizando la mayoría absoluta del PP, llevaba leyes a la carta que las redactaban las mismas empresas, conjuntamente con el despacho Equipo Económico y sin grandes problemas salían aprobadas. Otra gran indecencia fue la ley de la amnistía económica que promulgo en 2012, para beneficiar a quienes tenían sus fondos depositados en paraísos fiscales. Se beneficiaron 619 empresas y 29.065 personas físicas, entre todas tenían más de 40.000 millones de euros ocultos y de haberse regulado la amnistía al 10%, se podía haber recaudado 4.000 millones de euros. Sin embargo, la recaudación fue de tan sólo 1.193 millones de euros, aportando los defraudadores sólo el 3%. O sea, que ese delito les salió prácticamente gratis.
Por otra parte, se dedicó a congelar las pensiones, subir el SMI muy por debajo del IPC y eliminar gran parte de las becas, contraviniendo lo prometido el PP en la campaña electoral subió los impuestos incluyendo el IVA del 18 al 21%. Extorsionó a los emigrantes españoles retornados obligándoles a pagar y con carácter retroactivo sus pagas de jubilación de los países que les habían acogido. Todo esto lo hicieron con total impunidad. Parte de su equipo del Ministerio de Hacienda habían sido colaboradores suyos en los gabinetes que había formado y algunos de ellos, pasaron a colaborar con Feijóo en la elaboración del programa económico electoral del Partido Popular.
Fue de forma casual como se descubrió a través de un rastreo de los Mossos de Escuadra de Cataluña, investigando la reducción de impuestos y bonificaciones a grandes empresas gasísticas, como salió a relucir todo el fraude y las graves corrupciones que se estaban produciendo. Es de esperar que Cristóbal Montoro y todos sus cómplices, rindan cuentas ante la justicia y paguen por todo el daño causado. Lo mismo debería ocurrir con las empresas corruptoras.
Lo malo es que todos estos desmanes cometidos con toda probabilidad, no pasará factura electoral al PP. Se ha podido comprobar con la mayoría absoluta lograda por Isabel Diaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, obtenida habiendo sido la responsable máxima, de las 7.291 personas, fallecidas en residencias sociosanitarias, que no fueron derivadas a centros hospitalarios y tuvieron una muerte muy dramática.