Cada año, con la llegada del Día de la Mujer (Trabajadora), que viene a ser como las cigüeñas por san Blas, numerosas personas, en muchos casos con buenas intenciones, acaban banalizando lo que se supone es un día reivindicativo. Un día en el cual se exige que se rompan los techos de cristal, que la violencia machista sea erradicada, que la brecha salarial desaparezca, que los cuidados sean corresponsables, que se abola la prostitución, que los vientres de alquiler sean prohibidos completamente… Las reivindicaciones sensatas y tradicionales del feminismo. Esas que cualquier persona con dos dedos de frente ve razonables.
Frente al modelo reivindicativo aparecen los postmodernitos con sus fiestas, con sus penes femeninos, sus puteros, su porno como mecanismo pedagógico y demás cuestiones que nunca han sido parte del feminismo. También los que no han entendido lo que es el feminismo –en esto hay que señalar a muchos políticos- y se apuntan ejerciendo el patriarcado protector. Y luego las personas que felicitan como si fuera un cumpleaños o el día del amor y la amistad. Más allá los que niegan el feminismo siendo o no machistas porque creen que la desigualdad entre hombres y mujeres es un invento.
¿Felicidades por ser puteada?
Comencemos por las felicitaciones. A cualquiera de ustedes que felicitan a las mujeres el día de la mujer (trabajadora) ¿qué les pasa? El día de la lucha contra el cáncer ¿felicitan a los enfermos y enfermas? ¿Les dicen “felicidades que tienes cáncer”? En el día del síndrome de Down ¿dicen “felicidades discapacitado”? En el día de la discapacidad dicen ¿felicidades cojo? Si no lo hacen, salvo que sean unas malas personas, ¿por qué felicitan a las mujeres en un día de reivindicación? Es que hay incluso personas que mandan flores en memes, que pelotean a las mujeres pero son incapaces de fregar un plato en casa…
Toda esta gente felicita a las mujeres ¿por ser violadas?, felicita a las mujeres ¿por no ser contratadas ya que pueden quedarse embarazadas y los empresarios no quieren apechugar con las bajas?, felicita a las mujeres ¿por tener techos de cristal debido, en ocasiones, a los cuidados y la no conciliación por parte de los hombres?, felicita a las mujeres ¿por ser presa de la explotación reproductiva bajo los deseos de homosexuales, pijas que no quieren deformar su cuerpo o personas estériles?, felicita a las mujeres ¿por estar puteadas? Hay que ser muy bastardete para regodearse en el mal de las demás personas.
Los políticos feministas
Cada año la imagen se repite. Cuidado que por una vez que pueden ejercer el rasquing boling, no tener que molestarse en preparar discursos (se los preparan en muchas ocasiones) y como mucho dejarse ver, acaban ocupando el símbolo de mando el 8M. Presidentes de diputación, alcaldes, presidentes de comunidad autónoma, ministros o presidentes del gobierno tienen que dejar su discurso, su declaración, su mensaje, su participación o su artículo de opinión en vez de estarse callados. No falla. Cada año se repite la imagen de ese “macho alfa” ejerciendo como tal.
Podrían delegar en una vice-algo para ejercer el símbolo de mando y estarse callados por una vez, pero no, allí que están porque son los que mandan. Lo hacen con buena intención pero no deja de ser una especie de micromachismo o un machismo simbólico. Tienen que dejarse ver como esa figura paternal que protege y alienta a las mujeres que tiene a su cargo.
Madame Colau
Como cada 8M, Madame Colau acaba permitiendo que las gentes del sindicato de proxenetas, con el apoyo de los transexuales, acaben agrediendo a las feministas que se manifiestan en Barcelona. En la capital catalana siempre se han considerado mucho más europeos que el resto de los españoles y Madame Colau estaría encantada con tener un barrio rojo como en Ámsterdam. Porque la madame es muy madame y para putas, las suyas. Por eso en muchas ciudades las feministas se han manifestado por su cuenta, porque no quieren ir del brazo de la madames postmodernas del podemismo.
El anuncio de cada año de Montero que nunca se cumple
Irene Montero es esa ministra que siempre tiene que presentar el 8M algún tipo de plan o legislación que ella entiende como feminista. Las pollas femeninas que se tienen que comer las lesbianas, o los coños masculinos que deben comerse las mujeres no son feminismo por mucho que ella piense que sí. Tampoco son feminismo el “Mari qué guapa” al salir de la peluquería. De hecho cosas así no son más que estupideces propias de personas estúpidas. Que a una mujer le digan que está guapa no es feminismo, puede ser amistad, fariseísmo o intento de ligar.
Otros años la ministra ha presentado proyectos que han acabado en el baúl de los recuerdos o se encuentran atascados en el Congreso de donde no saldrán en la legislatura o serán completamente cambiados. Ahora ha anunciado un Proyecto de 20.000 millones de euros para avanzar en igualdad entre mujeres y hombres. Eso es lo que han presupuestado así a ojo, para que la ministra quede bien –o mal, porque con la que está cayendo no ha sentado muy bien en la población-. De ahí a que se cumpla hay que aprobar presupuestos (bajo crisis económica), hay que pasar unas elecciones generales (que pueden cambiar el gobierno) y hay que ver las partidas. No se gastará ni la mitad y la mayoría en los salarios de los hombres que pidan la baja parental.
Otras cosas que pasan
Y luego están los liberales que afirman que el feminismo es una ideología que pretende generar algún tipo de colectivismo malo. El mal es la ideología de género –cosa que, en la mayoría de los casos, no saben lo que es o no saben distinguirlo del feminismo- y hay que acabar con ella para que el individuo, ese que jamás ha existido tal y como lo venden, viva en plenitud. Curiosamente las posmofeministas (Montero, Colau, Belarra…) de la ideología de género acaban dando la razón a los liberales al afirmar que el género es una construcción individual… y a Pilar Primo de Rivera al afirmar que existen cosas de chicas y de chicos.