Esta pregunta (la del titular) estará rondando la cabeza de millones de personas que estarán tan sorprendidas, como usted y nosotros, de la ausencia del más grande, el mayor, el que más y mejor nos vienen vendiendo en los medios de comunicación. Por si tiene dudas, ya se lo aclaramos, el Real Madrid no acudirá a los premios The best de la FIFA. Mandan a Emilio Butragueño por no enfurecer más a los mandamases del fútbol, por aquello de la Superliga de tres y el de la corneta. Ni los nominados acudirán.
Debe ser que los equipos grandes pueden hacer esto. Como bien ha explicado Rubén Uríaen su artículo de ayer, el equipo más grande del universo puede protestar contra el arbitraje que eso está bien (que lo hagan los demás es de equipo pequeño). No hay que dar más vueltas a lo que se ha explicado bien, pero hay que añadir que no acudir a los premios elaborados por los profesionales del fútbol, no unos plumillas elegidos al albur, no, profesionales, jugadores y entrenadores, parece que es de equipo señor y grande. Si el niño pequeño no es protagonista acaba liándola, llorando o pataleando para ser centro de atención. El Real Madrid decide no acudir a los premios para ser… ¿el centro de qué?
Benzemá, Courtois y Modric han sido nominados en tres categorías diferentes. Es más que posible que alguno de ellos acabe en el once elegido como el mejor, pero no acudirán al evento porque se está en una época de mucha acumulación de partidos. Esto es lo que han escrito los amanuenses al dictado de Florentino Pérez. Curioso que en otras épocas, con tantos partidos como ahora, llevaban vuelos privados, a familiares, al presidente y hasta el ataúd de Gento si hacía falta. No importaban los partidos entre semana. Es que la FIFA lo hace mal y elige poner un lunes la fiesta cuando el Real Madrid tiene que jugar… ¡¡¡el jueves!!!
También, nos dicen los amanuenses y los teleñecos de la noche, están enfadados porque Vinicius Jr. no ha sido elegido entre los veintiséis mejores del mundo. ¿Cómo permitir tal ofensa? Resulta que, quienes hacen del onanismo deportivo (que diría el maestro Uría) una práctica similar al periodismo, saben más de fútbol que quienes lo practican. Esos que ven dos partidos en cada jornada, y uno con el rabillo del ojo, saben quién es mejor que quienes, aunque sea por obligación, ven partidos de bastantes más equipos. Que se vean los partidos de todas las ligas no hay tantos, como mucho tres periodistas, el resto se aprende los listados de los equipos y farda con ellos. Pero verlos jugar…
No es que sean los amanuenses y los teleñecos unos linces en esto de saber elegir a los mejores. Hace años, en la época del Madrid de Benito Floro, por dos buenos partidos pidieron que el seleccionador llamase a José Luis Morales. Delantero que sólo jugó siete partidos en la casa blanca y su vida deportiva fue un constante deambular por equipos medios o de segunda. Pero hay que comer y escribir fomentando el nacionalmadridismo que desea el sumo pontífice de ACS.
El señorío queda demostrado. Si no son los protagonistas absolutos no es su fiesta, se enfurruñan y no acuden. Los valores eternos dicen. No saber encajar las derrotas parece que son valores. No ser deportivos con los que ganan deben ser valores. No ver más allá de la propia nariz deben ser valores. Del individualismo más asqueroso que existe sin duda son valores. Más que individualismo prepotencia y más que valores un emético. Llorones y malcriados es lo que son. Tanto como para esconder y retorcer los números para esconder derrotas y fracasos. Igual el resto del mundo debería decirles que no, que existen jugadores mejores aunque ellos piensen que hasta el utilero es el mejor del mundo. Desde luego que Pintus lo es, o eso dicen en Italia en algún caso judicial.