…y comienza de nuevo el circo de Donald Trump.
Hace más de un lustro y durante ese primer mandato de Donald Trump ya escribí unas líneas dedicadas al entonces presidente de los EE. UU. así como del ideólogo que marcaba los pasos de ese Gobierno.
Steve Bannon era por aquel entonces quien guiaba los movimientos de aquel gobierno y también lo retraté en un artículo que titulé “Cuando pierden los malos es divertido. Fin de viaje para Trump...y Bannon”.
Parece ser que el bumerán está de vuelta y que lo que parecía que fue un mal sueño vuelve multiplicado exponencialmente y con unas ganas de revancha que van a empujar la agenda política más a la derecha de lo que está ahora mismo…y ya está demasiado escorada hacia estas posturas ultraliberales y populistas.
En este nuevo viaje a la derecha esta vez parece que Bannon ha sido desplazado del centro de la fotografía por alguien que ha superado con creces las malas formas y las artimañas usadas por el que fuera el arquitecto detrás de la campaña presidencial de Donald Trump en 2016 y que fue el estratega principal en la Casa Blanca durante los primeros meses de la administración Trump. No podemos olvidar su importante papel en el despegue de ciertos movimientos populistas y de extrema derecha en varios países europeos, incluyendo el respaldo a partidos y figuras como Marine Le Pen en Francia y Matteo Salvini en Italia y culpable en gran parte del Brexit.
Gracia a su gran influencia en EE. UU. y Europa, Bannon era la cara visible de las fuerzas que buscan promover la agenda globalista de la derecha y ultraderecha…y parece ser que ha sido reemplazado por alguien con mucho más poder económico y financiero, como es el sudafricano Elon Musk.
Todo lo malo que representaba Bannon ha sido ahora minimizado por alguien que es bastante mas peligroso y tenebroso que el “bueno” de Steven.
En la comparativa con lo que pasaba entonces con Bannon y lo que pasa ahora con Elon Musk, todas las señales que van llegando muestran que muchos podrían confundirse y pensar que Bannon, por esta comparación, era un centrista decente y conmensurado.
En Reino Unido ya se está empezando a contemplar con ciertas reticencias la llegada de Elon Musk, que aupado por su posición de poder a la derecha de Donald Trump ha comenzado a mover hilos parar fortalecer a los partidos más reaccionarios en Reino Unido. Mientras que, para Bannon, Nigel Farage era los suficientemente populista y puso todo el apoyo de su maquinaria de “Fake news” y difamación para decantar el referéndum del Brexit, para Musk parece que es más interesante mostrar apoyo por aquellos que están aún más a la derecha de Farage como es el encarcelado Tommy Robinson.
Tommy Robinson es el nombre “artístico” de este hooligan que prefiere esconder su verdadero nombre, Stephen Christopher Yaxley-Lennon, ya que suena demasiado irlandés…
Elon Musk está interesado en el partido político de recién creación Reform UK y puede llegar a poner mucho dinero detrás de esta banda, de la misma manera que lo ha puesto en las elecciones presidenciales en EE.UU. Este apoyo será sin ninguna duda a cambio de llegar a tener un poder e influencia que le permita poner o quitar a su líder…y Nigel Farage podría tener los días contados.
Elon Musk al igual que compra partidos políticos, compró Twitter con una intención clara de búsqueda de desestabilización a nivel mundial bajo la falsa bandera de la libertad de expresión.
Esta actitud de Musk defendiendo la postura de la libertad de expresión, ha llevado a reacciones mixtas. Esta postura se ha traducido en varias ocasiones en un cierto respaldo implícito a figuras polémicas…aunque Musk trata de evitar el emitir apoyos directos.
Ahora que maneja el cotarro y posee una de las redes sociales con más usuarios ha restaurado cuentas suspendidas de personas controvertidas, como por ejemplo la del anteriormente mencionado Tommy Robinson, a pesar de su extenso historial delictivo.
Dejando a Musk de lado y olvidando el poder en principio perdido de Bannon, Trump por desgracia va a tener una segunda oportunidad y esta vez tiene a más “socios” que le apoyan y a una creciente llegada de partidos populistas radicales en demasiados países incluyendo lugares como Alemania que parecían ser un lugar seguro con un cordón sanitario perpetuo que mantenía a la ultraderecha arrinconada y con apoyos minoritarios.
Trump esta vez comenzará su mandato con la “vitola” de ser el primer presidente convicto en un juicio penal en la historia estadounidense y da la impresión de que esto no es algo ni que le avergüence ni le preocupe lo más mínimo.
En 2016 ya se vanagloriaba de la lealtad de sus seguidores con aquella frase de “podría disparar a gente en la Quinta Avenida y no perdería votos” y parece que las elecciones de 2024 han demostrado que sabía de lo que hablaba.
Este circo que se está montando con todos los Meloni, Milei, Wilders, Salvini, Farage, Bolsonaro, Abascal, Le Pen, Orbán y una lista que sigue creciendo, es un circo peligroso y por desgracia para todo el mundo no creo que nos vayamos a divertir demasiado con la función que va a empezar con la dirección de Trump y Musk.
Ya vimos de lo que era capaz en su anterior mandato y no nos va a sorprender.
Groenlandia, el Canal de Panamá o anexionar Canadá para pasar a ser otro estado más son las ultimas ocurrencias del máximo exponente de la “Caquistocracia” (del griego κάκιστος -kàkistos, el peor- y κράτος (kratos, gobierno, el gobierno de los peores) y que describe a los gobiernos de los estados controlados por las personas más ineptas, menos éticas, más incompetentes y cínicas.
No era necesaria esta segunda parte y mucho menos que añadiera a su equipo a gente como Elon Musk. Nos lo podríamos haber ahorrado y ahora habrá que trabajar mucho para frenar la llegada de la anti política a nuestras sociedades.