Gonzalo Oses

Decidir cuándo vivir

23 de Enero de 2024
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Decidir cuándo vivir Gonzalo Osés

Si el nacimiento de una persona se convierte en el acontecimiento más importante para celebrar cada año, ¿para qué no recordamos el momento anterior, en el que nuestra alma decidió y consiguió volver a encarnarse a través del encuentro sexual entre dos humanos y posterior gestación en el cuerpo de la madre?

Puede que no lo recuerde porque he sido educado en la actitud de carencia de aptitudes  y escasez de talentos innatos, para ser un buen Tener Humano con la necesidad de acumular aprendizajes y experiencias para realizarme al alquilaros mi tiempo para seros útil a los demás, y recibir por ello, una compensación en tokens monetarios para tener cosas y personas a las que les puse un valor emocional.

Nadie me pidió permiso para clasificarme del 0 al 10 sobre esas enseñanzas externas para disfrazarme de Tener Humano. Cuándo esa inhumana clasificación me ha sometido a una comparación constante, que lejos de ayudarme derivó este otoño en la constatación de una profunda infelicidad, a pesar de poseer todo. Ojo al docente que se atreva a hackear esta regla, será sancionado como le pasó a Yván Pozuelo y su revolución del 10.

La conversación semanal con Ruth, mi psicologa y sexologa, me han llevado en dos meses, de la ansiedad a un estado de calma, donde he dejado de preocuparme por querer controlar lo que tú hagas, lo que hice en vidas pasadas que recuerde, y de lo que haré en un incierto futuro bajo mi libre albedrío. Por lo que me centro en dejar de Tener que controlar para volver a Ser consciente de estar vivo, en cuerpo presente, porque el ahora es un regalo. Sin dejar de agradecer tener las necesidades básicas cubiertas: comida saludable, techo y un par de conversaciones analógicas al día a cambio de facilitar la vida de mis padres.

Ahora, soy consciente que el amor es un estado de paz, armonía y plenitud dentro de mí, que me arma para responderte con amor hacia mí y hacía ti. Desde la tranquilidad de la abundancia de la felicidad, en vez de la escasez por la carencia de no tener multitud de cosas publicitadas, o la arraigada carencia adictiva al sexting que me ha generado dopamina durante casi una década, a la que lucho por desterrar al crear otros hábitos menos adictivos y más saludables que también me generan dopamina.

Esta semana es un regalo, al iniciar una nueva era colectiva de Plutón en Acuario, donde tú eres clave, al comprometerte con la decisión que tomes para hacer con tu vida los próximos siete años y transformar tu actitud de sufrir por la escasez de tener poco, a la abundancia de Ser mucho. Gracias por ser la causa de las cosas que te suceden.”

GO!

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