Soy de la opinión, personal y también profesional, que, los primeros pasos y decisiones que tomamos al comenzar un año y dejar el anterior, no sólo son evidencia de lo dejado tras de nosotros sino una declaración de nuestras intenciones y de nuestros criterios para analizar la actualidad, además de, en cierto grado, una forma de condicionar nuestras acciones futuras a corto y medio plazo.
Como digo, esta opinión no sólo la aplico a lo más íntimo y personal sino también a lo profesional, aunque en ocasiones nuestra esfera profesional sea muy personal e, incluso, un oficio vocacional de servicio público como es el periodismo y la información.
El primer artículo al comenzar un año, en ocasiones también el último, es a mi juicio (así lo aprendí de mis maestros y directores) una forma de mostrar lo que para nosotros es más importante, en general y en concreto, durante el año iniciado:
El 2023 en este caso. Permítame el lector concretar o adjetivar lo expuesto hasta ahora con ejemplos.
La muerte del Papa Benedicto XVI, siendo triste y dolorososa para los que somos hijos de la Iglesia y tratamos de ser moldeados por el Magisterio Eclesial, representa un cambio mucho más profundo y amplio no sólo para la Iglesia Católica sino para toda una perspectiva vital y sociopolítica tradicional anclada en nuestra Historia, Tradición e Identidad Nacional y Popular.
Este hecho ya quedó en evidencia en el momento de su renuncia y en los años sucesivos y no sólo en el ámbito interno de la Iglesia sino en lo exterior:
Recuerdo el lector la convulsión en EEUU, en Oriente Medio, en la UE y ahora, más recientemente, con la llamada Operación COVID 19, la Guerra en Ucrania y los cambios en China-PCCh.
Soy de la tesis política o si se quiere, teológico-política que los golpes en la Iglesia - Europa se extienden como olas por todo Occidente y más allá.
No estoy sólo en este criterio o paradigma de análisis político.
Por otro lado, pero en relación con lo hasta ahora expuesto aunque de enfoque más profundo, permítame el lector recordar una Efeméride Histórica relacionada con Europa: ''lo que llamamos Europa sus constructores quisieron llamarlo Cristiandad''.
El 27 de junio de 1847 (se han cumplido 175 años) se fundó en Valencia, en la Iglesia de Santa Catalina Mártir, la Real Congregación de la Guardia y Oración al Santísimo Sacramento.
Los 175 años de existencia de esta Real Congregación, conocida como de las Cuarenta Horas (XL Horas) han sido motivo no sólo de edificación y fortalecimiento en la Fe Católica personal y Nacional o Popular sino toda una fuente de conocimiento de la Historia, de la Cultura y la Religión Hispana, es decir, una radiografía o análisis sociológico del Pueblo Hispano, tanto en Europa como en América, y que el Gestor Político, sea Conservador, Socialista, Comunista o Liberal no debe ignorar para edificar amplios consensos y un Frente Nacional Amplio.
A pesar de las muchas dificultades y adversidades de todo tipo (gubernamentales, militares y económicas) se ha luchado por continuar reuniéndose y vivir la fe, como pueblo y como nación, acompañando a Jesús Sacramentado (Sumo Sacerdote, Pontífice y Rey de la Hispanidad) como hermanos, como discípulos, pueblo y ejército.
Para entender la crucial importancia, y descubrir la verdadera antigüedad y arraigo de esta ''Milicia de Centinelas'' al Servicio del Reino de Dios, de la Iglesia Católica y de la Hispanidad, debemos remontarnos mucho más atrás.
Entre los fondos del Archivo del Reino de Valencia, a los que he podido tener acceso como investigador y redactor de este Digital, cuando se trata, en 1346, de la distribución arancelaria de los Oficios de las Capellanías del Palacio Real, en tiempos del Rey Pedro IV el Ceremonioso, se dice:
''importan las fiestas que entre año se celebran en esta Real Capilla, en virtud y santo juramento de Real Orden, y que son las siguientes:
De la fiesta de las Cuarenta Horas o Laudis Perennis''.
Abundando en la importancia de estos datos, sobre el Culto y la Custodia a la Eucaristía y Santísimo Sacramento de Jesús, es necesario citar también un párrafo que hace referencia a la Adoración del Santísimo Sacramento en el Palacio Real en tiempos del citado Rey Pedro IV el Ceremonioso.
En este documento se hace referencia al ingente número de fieles que acude al acto religioso y que:
''debía subir la escalera por la derecha y bajarla por la izquierda para evitar la confusión''.
Además de estos datos de la Real Congregación relativos a la devoción, culto y cantidad veamos otros de antigüedad:
- En 1508 se funda la primera Real Cofradía del Santísimo Sacramento y que es fermento para otros pueblos de Hispania.
- En 1601 se celebra el Jubileo de las XL Horas durante tres días en la Iglesia del Patriarca de Jerusalén, Antioquia y Arzobispo de Valencia, San Juan de Ribera.
- En 1697 se dio inicio en la Catedral de Valencia al Culto al Santísimo Sacramento o XL Horas, y que hasta la fecha recorren parroquias, iglesias y ermitas de Valencia.
La Bula del Papa Inocencio XII de este mismo año establece el ''Laus Perennis'' en Valencia a imitación de Roma (vinculado al Reino de Valencia con la Sede Pontificia y siendo la primera ciudad y reino hispano donde se introdujo esta devoción importada desde el Levante de la Cristiandad:
Palestina, Siria y Líbano, entre otros pueblos.
- El 27 de junio de 1847 se funda, tal y como dijimos, la Real Congregación de la Guardia y Oración al Santísimo Sacramento.
- En 1880 se funda también en el Reino de Valencia, y en la ciudad de Valencia, la Adoración Nocturna, siendo igualmente vanguardia y centro de la propagación de este Culto por toda la Católica Hispanidad.
Como conclusión, y a modo de retrato de nuestra psicología social como pueblo y nación, y de nuestra profunda religiosidad popular o raíces culturales decir:
''En memoria de las horas que Él, nuestro Rey y Redentor, estuvo expuesto, muerto y sepultado cuidaremos como Centinelas la Eucaristía u Hostia del Señor Jesús, y lo haremos todos los días que Él lo estuvo, conforme al cómputo de las horas que el sol rige el día en nuestro horizonte:
Él es nuestro Sol y Horizonte, y lo es para nosotros como personas, pueblo y nación.
En estas horas de Custodia y Centinela se rogará por:
- Nuestra Santa Nación Católica, Faro de la Cristiandad.
- Por los obispos y el Papa, columnas de la Fe Católica.
- Por los príncipes y gobernantes de este mundo para que gobiernen con inteligencia.
- Por la conversión de todos los pérfidos.
- Por la confusión de los enemigos de la Iglesia y de España.
Como conclusión, recordemos. Sea cual sea el modelo o enfoque político, si se olvida la identidad popular o nacional hispana (identidad histórica, cultural y religiosa) no sólo no se construirán amplios consensos, tal y como dijimos antes, sino que se fracasará con toda seguridad, tanto en términos humanos como divinos.
No cometamos tal error y seamos necios sino que, si es nuestra voluntad, apoyemos a la Real Congregación de la Guardia y Oración al Santísimo Sacramento, y no nos opongamos a su Misión pacificadora y de orden social.
Dirá quizás el lector ahora, ¿no mencionaba el titular una Coronación? Sí, el Centenario de una Coronación acontecida en 1923 y de la que hablaré en otro momento, Dios mediante.