Después de que la nefasta política de comunicación del Gobiernoponga de actualidad la posible Reforma laboral de Rajoy, desplazandola que debería ser la única discusión actual, como es adoptar o nomedidas que nos sigan preservando del virus y de futuros contagios,no queda otra que hacer un pequeño análisis refiriéndonos a laposible o probable derogación de aquella Reforma. Y lo primero quehay que decir es que derogar íntegra o parcialmente es posible,simplemente necesita ser tramitada como proyecto de ley, pero no esprobable que la derogación íntegra se realice. Vamos a analizar cadauno de los aspectos, en virtud de los cuales el PP de Rajoy decidióalterar la balanza de equilibrio entre empresa y trabajador parapotenciar éste a favor del empresario, con la excusa de la crisiseconómica.
Y el aspecto más relevante de la misma, al menos por el impactoque se le dio, fué el referido a la extinción del contrato de trabajomediante el despido disciplinario. Para una mejor comprensión dellector, vamos a hacer un cuadro comparativo entre la situaciónexistente antes de marzo de 2012, y la impuesta por Rajoy.
Antes marzo 2012 | Rajoy | |
Indemnización | 45 días/año | 33 días/año |
Salariostramitación* | El período que transcurríadesde el despido hasta lareincorporación del trabajador osu rescisión por Sentencia | |
Tope** | 42 mensualidades | 24 mensualidades |
* Cuando un trabajador era despedido, si el despido era declarado nulo o improcedente, laempresa tenía que abonar su salario hasta que o procedía a la readmisión de estetrabajador o optaba por la rescisión de su contrato, todo ello en sede judicial. Tras laReforma de Rajoy, estos salarios desaparecieron, la empresa, ya no abona salario algunosino que este período va con cargo al SEPE, con lo que la prestación por desempleo deltrabajador queda disminuida en el período que duraban tales salarios.
** A partir de la Reforma Rajoy, el tope, si a marzo de 2012 superaba las 24 mensualidades,no se computaba, quedaba congelado en esas 24.
En una economía devastada como va a quedar la española, queademás va a tener que nutrirse de la solidaridad europea, resultaimpensable pensar que Europa consienta al Gobierno españolincrementar las indemnizaciones por despido, máxime porque talreposición indemnizatoria superaría los umbrales de la mayoría deEstados de la Comunidad, por lo que cualquier analista objetivo tieneque concluir que reformar el quantum indemnizatorio es posible, perono probable ... por no decir que está totalmente descartado, en lasactuales y venideras circunstancias económicas.
Pero lo que no sería descartable, ni encontraría una virulentaoposición por parte de los Estados miembros de la ComunidadEuropea, sería el restablecimiento de los salarios de tramitación.Abogábamos por ello en nuestro reciente artículo "NO CONTINUEMOSMAL ...". Estos salarios obedecen al hecho de un despido caprichosopor parte del empresario, porque de no ser caprichoso acudiría, comomedio de extinción contractual, al despido objetivo (basado en causaseconómicas, organizativas, técnicas o productivas) que fija unasindemnizaciones notablemente inferiores (20 días/año con el tope deuna anualidad). No es, por tanto, un despido el disciplinario queobedezca a una necesidad intrínseca económica del empresario, sinoque obedece al "me da la gana" o "no tengo prueba suficiente pero lohago". Y este despido, por tanto, lo hace un empresario que no estáacosado o sufre carencias económicas, organizativas o productivas.
Si ello es así, no hay justificación alguna para que se exima aeste empresario de que abone el tiempo que procedió a despedirindebidamente a un trabajador, ni resulta plausible que este períodode tiempo tengamos que sufragarlo todos los españolitos a través dela prestación por desempleo. Y a todas estas razones se añade queello no sólo no incide en el déficit público sino que lo alivia. Enconsecuencia, si algo es manifiestamente mejorable, recomendable yposible es reinstaurar estos salarios de tramitación que fueronsuprimidos por Rajoy con el único y exclusivo ánimo de beneficiar aalgunos empresarios depredadores, en detrimento de los trabajadoresy del resto de los ciudadanos.
Así que, no seamos imprudentes, apostemos por lo probable yrecordemos la frase de Apiano de que "la imprudencia suelepreceder a la calamidad ".