73586046.jpg

El efecto de las políticas trumpistas

25 de Junio de 2025
Guardar
El efecto de las políticas trumpistas. Trump Hitler

No es nada exagerado afirmar que Donald Trump es el peor político de la reciente historia universal, probablemente al nivel del malvado Adolf Hitler. Tampoco se encuentra muy lejos de otros políticos perversos de extrema derecha. Uno de ellos podría ser Milei, el argentino llamado a llevar a su país a la miseria.

El problema adicional de Trump es que lidera el país más poderoso de la Tierra lo que le concede un plus de perversión Y peligro sobre el resto. Es de esperar que los ciudadanos de Norteamérica, y en especial los del partido Republicano, recapaciten en las siguientes elecciones para salir escarmentados, y no volver a repetir una elección que coloque al frente de su país a otro monstruo similar.

Trump es diferente, pero mucho, llegó a la Casa Blanca prometiendo que en días desaparecerían las guerras de Gaza y Ucrania, y no solo no las ha terminado sino que, en relación a la segunda de las disputas, Putin, bastante más listo que él, le ha tomado el tupé atortillado y ha conseguido lo que quería: que siga la guerra, que nadie, especialmente EEUU ayude a Ucrania, y que se vayan consolidando las conquistas más allá del Dombás. Y por si fuera poco, ahora se dirige a consolidar otra guerra de dimensiones inesperadas apoyando a Israel ¡Cómo no!, en su conflicto con Irán. Trump no solo no elimina guerras sino que las aumenta con otra mucho más peligrosa.

Pero lo que diferencia al ultraderechista Trump es que se cree en la necesidad, por no decir obligación, de  modificar aspectos y situaciones que se encuentran más allá de sus fronteras como cambiarle el nombre al golfo de México, convertir a Canadá en el estado 51 de la Unión, o anexionarse, por las bravas, a Groenlandia. Y todo por su slogan “MAGA” (Make América Great Again), todo un disparate se mire cómo se mire.

Más aún, este personaje, perseguidor a ultranza de inmigrantes a los que expulsa sin compasión, no solo ordena y manda en su país por encima de los poderes legislativos y judicial, contando con que el Tribunal Supremo consta de 9 miembros, la mayoría nombrada por él que, en última instancia no dudarán en darle la razón a este personaje que, en cualquier país del mundo, estaría en prisión por las numerosas causas en las que ha sido condenado que van desde el apoyo y dirección del golpe de estado en el Capitolio, el robo de documentos sensibles para llevárselos a casa, o el comportamiento machista, por decirlo de forma suave, con más de una mujer.

Lo último que ha surgido es que se piensa que la OTAN es suya y que puede hacer y deshacer a su antojo. España, que nunca tuvo que entrar en esta alianza cediendo sus bases, debería aprovechar la ocasión y modificarla por otra unión pero de carácter europeo, aunque Hungría y Eslovaquia, países pro-rusos que están más incómodos en la Unión Europea, se salgan de ésta.

Está muy claro que un ultraderechista como Trump no puede ver con buenos ojos el gobierno progresista que, de momento, dirige España. Pues bien, Trump se ha empeñado en que los países de la OTAN deben dedicar un 5% (una burrada), a gastos de defensa sin tener en cuenta que hay países como el nuestro que tendrían que gastar 80.000 millones de euros, con lo que se iría al traste el modesto estado de bienestar que hemos construido. A Trump le da igual porque solo piensa en aranceles, pero a los países de la vieja Europa, comprometidos con la calidad de vida de sus ciudadanos, un gasto de esta envergadura no es  asumible.

¿Aceptará Trump semejante indisciplina, sobretodo viniendo de España, o dará orden de invadir nuestro país? De este individuo todo se puede esperar.

Lo + leído