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¡El desliz de Felipe González!

10 de Julio de 2025
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Felipe-González

1.- INTRODUCCIÓN

Una sociedad dispone siempre del mecanismo electoral para evaluar comportamientos y efectividad de los partidos políticos, así como de la motivación que le dictará su intelecto.

En unas elecciones, renovando su confianza, o también mediante rechazo a través de la abstención en las mismas, ya que ha quedado demostrado en la práctica que un cambio de siglas partidistas no es solución debiendo dichos políticos ganar la confianza del electorado a través de sus formas de gobernanza.

Cuando una abstención se sitúa en una sociedad alrededor del 30%, suele considerarse alta y puede ser señal de un descontento o desinterés de la ciudadanía, bien hacia el proceso electoral o partidos políticos.

En España tuvimos en 2019 y 2023, un 34 y 30% de abstenciones, aparentando entonces que la cultura de exigencia de buena gobernanza comenzaba a abrirse paso. No obstante, dada la actual situación, conocidos los últimos dislates, debería alcanzar en las próximas un mínimo del 50%, a fin de que los Partidos modificasen actitudes conocidas,

Aunque no existe una clasificación oficial que defina rangos específicos para la abstención, valores alrededor de un 30-35%, suele ser motivo de análisis y preocupación para los actores políticos, sobre todo, para la ciudadanía. ¿cómo interpretar que, en fechas anteriores, entre 10.5 y 12.5 millones de votantes permaneciesen en su domicilio u otro lugar, absteniéndose de participar?

2.- EL POSIBLE DESLIZ DE UN VOTO EN BLANCO

Hace unos días tuvo lugar en Onda Cero Radio el programa, “Más de Uno” entre Carlos Alsina y Felipe González, referido a la aprobación de la Ley de Amnistía, con amplia difusión en Medios. El ámbito de audiencia del comunicador supera diariamente el millón quinientos mil oyentes, dejando ambos protagonistas jugosos titulares.  

Uno de los más destacados fue: QueF.G. aseveraba que no votaría a Pedro Sánchez, aunque luego matizase que votaría en blanco, pero, pareciéndome percibir en su acertada dicción un ligero y dudoso titubeo cuando verbalizaba.

Seguramente, F.G, tampoco tuvo en consideración el porcentaje y valor del voto en blanco en las dos últimas Elecciones Generales, donde destacaba su reducida incidencia electoral. Un (0,59% - 217.227 votantes en 2019) y (0,57% -199.392 en 2023) según censo de participación.

Una insignificancia, pero posiblemente en el momento de la entrevista, alentaba en su interior, ¿cómo podría salir indemne de un eventual rechazo a la opción política vigente de carácter “sanchista”?

Naturalmente, si se hubiese decidido a expresar la posible idea pura de su pensamiento de novotar,no la habría mencionado públicamente, so pena de provocar un seísmo político entre sus fieles y aliados, a pesar de que muchos votantes todavía le escuchan, aunque otros le consideren políticamente del Cuaternario. De ahí lo del voto en blanco.

Conocí al interesado hace muchos años en el Pórtico del Monasterio de la Cartuja en pleno corazón de la Expo 92, en una de las múltiples y aburridas recepciones que se prodigaban a menudo. Me pareció un experimentado político y estadista, argumentándose dentro del grupo conversador que se formó ocasionalmente recordando sus inicios como laboralista “peleón”, tanto individual como colectivamente.

3.- EL DILEMA DEL VOTANTE

Nuestro sistema electoral contempla supuestos sobre la tipología del voto. Nos detendremos en aquellos que realmente puedan tener alguna incidencia, dejando el Voto presencial y el Voto nulo para otra ocasión.

Voto en blanco.  A destacar su reducida incidencia electoral. Cómo se ha mencionado, (en 2) - (0,59% - 217.227 votantes en 2019) y (0,57% -199.392 en 2023).

Posiblemente, su consideración un error de cálculo por parte de los partidos políticos para aumentar el nivel de participación, como “voto valido”. considerando sus bajos dígitos,                

Por parte del electorado: falta de interés; conocimiento sobre su función, o simplemente preferencia por otras alternativas. 

Abstención.

Las motivaciones son innegables y numerosas. Desde la falta de confianza en la clase política a otras razones ocultas, persistirán las dudar sobre la legitimidad del comportamiento de representación política.

4.- CONCLUSIÓN

Hay que negarse a que la corrupción se encuentre estructurada y enraizada en nuestro País bajo diversas formas desde tiempo inmemorial, y tanto los políticos como el resto de los españoles, hayamos adquiridos sobradas noticias sobre su cuasi perpetua existencia, sin atisbos de soluciones.

Es en este contexto donde los medios de comunicación desempeñan un papel fundamental, tal y como viene sucediendo en la actualidad, amplificando voces y resonancias de un pasado que todavía proyecta su sombra sobre el presente.

La capacidad de los políticos a través de su “narrativa sofista”, continua intacta influyendo en los votantes, obligándoles a “familiarizarse” con situaciones cada vez más complejas para los mismos.

No resulta difícil asumir que se nos aproximan tiempos difíciles, y ante su posible envergadura, dependiendo de los acontecimientos, una previsión de nuevas Elecciones, en 2026, no sería desechable.

Un cambio previsto de paisaje político, que no me resulta aún convincente.  En abril 2022, escribía artículo: Non Plácet Feijoó, político, que ya comentaremos, y ya ha llovido…

¡En fin continuará la espera!

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