En la duermevela entre ayer y mañana, unaflecha ciega me atraviesa y de la oquedad fluyen, arrítmicamente, algunaspalabras que no son mías.
Lorca ha vuelto a merodearnos durante el 122aniversario de su nacimiento. Con cierta regularidad vuelve a escena la búsqueda de losrestos de Federico García Lorca. Pero Lorca sigue rehuyendo su tumba. Porque suduende peregrino y telúrico alimenta el espíritu de todos los que quieranseguir sus quehaceres tan tempranamente cercenados, sangrientamente, por manosheladas de hombres fríos. ¡Ay, Federico!, porque “verde, que te quiero verde”.
Su verdadera memoria histórica nos grita y nos exige quesigamos cultivando su inmensa obra, la auténtica y profunda riqueza de su vivoy rítmico legado. Hagamos millecturas, mil representaciones, mil celebraciones, cualquier día del año, y encualquier lugar de España, de Iberoamérica y del resto del globo.
Porquesu poesía nos lleva por el camino del enigma sin fin. Ya nos avisó Lorca que “laluz de la poesía es la contradicción (...) La poesía no quiere adeptos, sinoamantes”. Y por eso “pone ramas de zarzamora y erizos de vidrio para que sehieran por su amor las manos que la buscan”. Pero para ello está el duende.
En1933 Lorca imparte una conferencia en Buenos Aires en la que nos explica lo quees el duende. “Estos sonidos negros son el misterio, lasraíces que se clavan en el limo que todosconocemos, que todos ignoramos, pero de donde nos llega lo que es sustancial en el arte”. Y “así, pues, elduende es un poder y no un obrar, es un luchar y no un pensar. (…) Es decir, noes cuestión de facultad, sino de verdadero estilo vivo; es decir, de sangre; esdecir, de viejísima cultura, de creación en acto”.
A lo largo de todo el texto, Lorca contraponeel duende al ángel y a la musa porque: “ángel y musa vienen de fuera; el ángelda luces y la musa da formas (…) En cambio, al duende hay que despertarlo enlas últimas habitaciones de la sangre. (…) La verdadera lucha es con el duende”.Y nos avisa de que “para buscar al duende no hay mapa ni ejercicio. Solo sesabe que quema la sangre como un tópico de vidrios, que agota, que rechaza todala dulce geometría aprendida, que rompe los estilos”.
Siempre en lucha contra el ángel y la musa,nos anuncia que “la llegada del duende presupone siempre un cambio radical entodas las formas sobre planos viejos, da sensaciones de frescura totalmente inéditas,con una calidad de rosa recién creada, de milagro, que llega a producir unentusiasmo casi religioso”.
Obviamente, “todas las artes son capaces deduende, pero donde encuentra más campo, como es natural, es en la música, en ladanza y en la poesía hablada, ya que estas necesitan un cuerpo vivo queinterprete, porque son formas que nacen y mueren de modo perpetuo y alzan suscontornos sobre un presente exacto”.
Para Lorca el duende habita ciertas tierrasy tiene una relación íntima con la vida y la muerte. “España está en todotiempo movida por el duende, como país de música y danza milenaria, donde el duendeexprime limones de madrugada, y como país de muerte, como país abierto a lamuerte. En todos los países la muerte es un fin. Llega y se corren lascortinas. En España, no. En España se levantan. (…) Un muerto en España está másvivo como muerto que en ningún sitio del mundo: hiere su perfil como el filo deuna navaja barbera. El chiste sobre la muerte y su contemplación silenciosa sonfamiliares a los españoles”.
La singularidad española también existe enla indivisa relación entre el amor y la muerte que Lorca nos muestra con unantiguo poema popular:
-Si tú eres mi linda amiga,
¿cómo no me miras, di?
-Ojos con que te miraba
a la sombra se los di
-Si tú eres mi linda amiga,
¿cómo no me besas, di?
-Labios con que te besaba
a la sierra se los di.
-Si tú eres mi linda amiga,
¿cómo no me abrazas, di?
-Brazos con que te abrazaba
de gusanos los cubrí.
Porque para Lorca “en cambio, el duende nollega si no ve posibilidad de muerte, si no sabe que ha de rondar su casa, sino tiene seguridad de que ha de mecer esas ramas que todos llevamos y que notienen, que no tendrán consuelo”. Porque “la virtud mágica del poema consisteen estar siempre enduendado para bautizar con agua oscura a todos los que lomiran, porque con duende es más fácil amar, comprender, y es seguro ser amado,ser comprendido, y esta lucha por la expresión y por la comunicación de laexpresión adquiere a veces, en poesía, caracteres mortales”. Pero el poeta nosadvierte: “Pero imposible repetirse nunca, esto es muy interesante de subrayar.El duende no se repite, como no se repiten las formas del mar en la borrasca”.
Lorca termina su lección: “El duende...¿Dónde está el duende? Por el arco vacío entra un aire mental que sopla coninsistencia sobre las cabezas de los muertos, en busca de nuevos paisajes yacentos ignorados: un aire con olor de saliva de niño, de hierba machacada yvelo de medusa que anuncia el constante bautizo de las cosas recién creadas”.
El duende para Lorca nace de una tierraunida por un complejo hilo antiquísimo. “Podríamos hacer un mapa melódico deEspaña y notaríamos en él una fusión entre lasregiones, un cambio de sangres y de jugos que veríamos alternar en la sístolesy diástoles de las estaciones del año. Veríamos claro el esqueleto de aireirrompible que une las regiones de la Península, esqueleto en vilo sobre lalluvia, con sensibilidad descubierta de molusco, para recogerse en un centro ala menor invasión de otro mundo, y volver a manar, fuera de peligro, laviejísima y compleja sustancia de España”.
Lorca parece un ayer, vivo hoy, luchando porotro futuro. Porque en él hay algo telúrico, algo subterráneo, de justiciapoética, fundido con la tierra en una urdimbre milenaria, del que sale laimagen luminosa “y un niño negro anuncie a los blancos del oro la llegada delreino de la espiga”.
Federico nos habló y nos habló. Federico sigue hablándonosy hablándonos. Oigamos y oigamos sus profundas verdades. Y luchemos y luchemoscon el duende de España.
“Con un cuchillo
con un cuchillito
que apenas cabe en la mano
pero que penetra fino
por las carnes asombradas
y que se para en el sitio
donde tiembla enmarañada
la oscura raíz del grito”.
(Bodasde sangre)