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El feminismo del Partido Popular

23 de Junio de 2023
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Ayuso Feijoo TC pp

En este mundo distópico en el que estamos viviendo, resulta que el Partido Popular es feminista porque apoyó la reforma de la ley del “sí es sí”. Sorprendente afirmación que sirve para prestigiar al PP, olvidando que quien presentó la reforma fue el PSOE, incluso contra el parecer de sus socios de coalición, mérito que ahora no se tiene en cuenta, mientras se magnifica el del PP, que se limitó a apoyar la propuesta socialista. 

Por ello sería bueno que recordáramos un poco la trayectoria del PP, en este país, siempre amnésico.

Para no remontarnos a sus inicios como heredero de Alianza Popular, con ínclitos fascistas como fundadores, repasemos su último currículo:

El PP apoyó la “Ley de Violencia de Género” de 2004, que fue aprobada por unanimidad de las Cámaras, y que se ha demostrado totalmente inoperante. Esa Ley tiene el triste honor de sumar 1.200 asesinatos machistas desde su publicación en el BOE. Y después, los miembros del PP se han hartado de decir que era una ley contra los hombres, que no se garantizaba la inocencia del acusado hasta que se probara su culpabilidad; varios jueces de derechas presentaron recursos ante el Tribunal Constitucional contra la ley por considerarla tendenciosa y anticonstitucional, ya que no garantizaba la igualdad prescrita en el artículo 14.

Cuando logré una entrevista con el Secretario de Justicia del gobierno de Rajoy, para plantearle las omisiones y errores que contenía la ley, por los que no servía para proteger a las mujeres, no me hizo ningún caso. Claro que las diputadas del PSOE, tampoco. Es evidente que no tengo influencia en el poder.

En estos momentos electorales se ha desencadenado otra polémica con el candidato de VOX, Carlos Flores, a la presidencia de la Asamblea de Valencia, condenado por violencia contra su mujer, de quien Feijóo ha dicho “que su divorcio fue duro”.  Nadie duda de que el PP se posiciona contra la persecución de los maltratadores machistas, disculpándolos y protegiéndolos en numerosos casos, actitud que ha repetido varias veces. Resulta realmente esperpéntico que se le considere feminista.

El Partido Popular nunca ha planteado abolir la prostitución en los periodos que ha gobernado largamente: Aznar, 8 años, Rajoy otros 8. Ni en las Comunidades que son su feudo: Galicia, donde ha reinado 20 años Feijoó, en Castilla-León, ídem, Madrid 25, Murcia, Valencia, La Rioja, donde ha sido dominante en diversos periodos.  

El Partido Popular todavía tiene que pronunciar una palabra sobre los vientres de alquiler. Yo me he encontrado en debates de la televisión sobre el tema, siendo increpada por los periodistas de derechas que allí estaban.

La ley trans de la Comunidad de Madrid, se aprobó en 2016, cuando gobernaba el PP, como desde hace un cuarto de siglo, que tiene el mismo contenido y objetivos que la ley estatal que se acaba de publicar. Cuando estaba terminando esta legislatura, la diputada de VOX, Rocío Monasterio, le planteó a Isabel Díaz Ayuso que se derogara, y esta le contestó que sí… porque la legislatura terminaba en quince días y se convocaban elecciones. No se puede ser más cínica. Y nadie las ha criticado.

Es producto de estos tiempos que los fascismos se estén blanqueando de su oscuro pasado, y reciente, para incorporarse al concierto de partidos “democráticos”, y ser aceptados, por tanto, por la derecha tradicional. Y hasta soportados por la socialdemocracia. Está sucediendo, tristemente, en toda Europa: en Italia gobierna Georgia Meloni, en Alemania se ha legalizado el partido nazi AfD, Alternativa por Alemania, en Noruega y en Suecia la derecha gobierna en coalición con el partido fascista. En España VOX ya ha conseguido puestos en Valencia, Castilla-León, Baleares, y seguirán Extremadura y Murcia, por la ley de la gravedad.

Quienes crean que Feijóo, si es presidente del gobierno, impulsará y aprobará las leyes que pide el MF, o son ingenuos o son cómplices. La derecha, por definición, no puede ser feminista. Puede fingirlo ahora, un rato, para atraerse el voto femenino, pero parece mentira que después de setenta y cuatro años de gobernarnos la derecha no seamos capaces de discernir cuándo nos engañan.

Y aún, suponiendo que siguiendo los principios religiosos que todavía rigen algunas decisiones del PP –y no tan firmemente como hemos visto con la ley de aborto-  y sobre todo de VOX, esos partidos pongan algunos impedimentos al cumplimiento de las normas de la ley trans, estén ustedes seguras de que no habrá ni abolición de la prostitución ni prohibición de los vientres de alquiler ni de la pornografía. Porque las mafias de proxenetas y de negocios que se lucran de esas explotaciones de las mujeres, son demasiado poderosas para que los peperos se enfrenten a ellas, sin además convencimiento. Porque los prostíbulos están llenos de católicos, y al fin y al cabo las mujeres que se dejan embarazar y entregan el niño después, son pobres y de países inferiores. Y no hay ideología más antifeminista, xenófoba y racista que la de la derecha.

Claro que el PSOE no ha aprobado las leyes feministas –recuerden que el incumplimiento de sus promesas es una característica del PSOE, porque está en su naturaleza, como el escorpión-, y si ahora las ingenuas, o las aprovechadas ante el pronosticado triunfo del PP, creen que cuando Feijóo llegue a Presidente del Gobierno hará lo que no hizo el PSOE, demostrarán, una vez más, que el feminismo no ha madurado.

Hace siglo y medio, las sufragistas comenzaron a batirse, bravamente, para conseguir la concesión del voto femenino, con la ingenua convicción de que las mujeres votarían a los candidatos feministas. La historia ya nos ha explicado lo que ha pasado y nos enfrentamos a la realidad actual.

El feminismo solamente lo defiende en la política el Partido Feminista de España, y todos los votos que se entreguen a los partidos del régimen, y no digamos a los herederos del fascismo, aumentarán el poder del Patriarcado, y hundirán el poco feminismo que hemos conseguido introducir en nuestra sociedad, después de más de dos siglos de luchas encarnizadas.  

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