El Consulado General de Londres ha salido en las noticias de todos los medios nacionales. De todos.
Un error lamentable, una falta de empatía que no es de recibo, y unas decisiones que los que vivimos en Reino Unido no estamos acostumbrados en nuestro día a día con las instituciones británicas, ha saltado a los “tabloides” nacionales y a los grupos de emigrantes en Reino Unido.
El episodio del orinal ha puesto a trabajar a los gladiadores de sofá y luchadores desde el teclado, que han aprovechado que el Pisuerga pasa por Valladolid, para insultar a la plantilla de este Consulado, en muchos casos apuntando con el dedo, con motes, descripciones físicas o detallando la localización física en el consulado de la gente que está allí para servir (de mejor o peor manera) a la población.
No, el personal de consulados no son todos funcionarios, y muchos trabajan por salarios muy cercanos al salario mínimo del país.
Londres en 2017 estuvo a las puertas de elegir un Consejo de Residentes que sin duda alguna hubiera ayudado y mucho a evitar o disminuir el impacto de problemas como este, que no son más que una anécdota del trabajo de un lugar al que acuden miles de españoles.
Muchos miles más de los que deberían, y la culpa de ello no es de las instituciones sino de la gente que no se registra.
La Home Office en diciembre de 2020 evaluó que usando las estadísticas del settled status había más de 300 mil españoles, cuando según el censo del CERA solo somos poco menos de 120 mil. Y el settled status cerrar el 30 de junio y seguramente subirá otras decenas de miles…
Los recursos se ciñen al numero de gente registrada, y si no lo hacemos por cualquier razón (sea legal o no tan legal) esto impacta en las plantillas y en el resto de los españoles, siendo una falta de solidaridad para con el resto.
Luego se registran si, cuando necesitan de urgencia un pasaporte.
Como residente en Reino Unido, el abuso de poder del personal del Consulado General no es tolerable, y menos cuando el causante es un menor de escasa edad, y que nunca puede ser la causa de que hagan repetir un viaje a 4 personas en plena pandemia para recoger un pasaporte, por una nimiedad.
Si bien el calentón momentáneo podría en algún caso ser excusado por un “mal día”, un error, o una mala interpretación, lo que no se puede tolerar es la respuesta días después en la que, sin mostrar arrepentimiento, o una leve excusa, hundan los tacones en el suelo para arremeter y seguir aludiendo a la acción de un menor y lejos de ofrecer alternativa mostrando empatía, emplazan a que esta persona se busque la vida y solicite otra cita en el futuro.
Como Consejero por Reino Unido en el Consejo General de la ciudadanía española en el exterior, solo puedo solicitar que todos los consulados sigan unas maneras comunes de trabajo y comportamiento.
En mi experiencia como ciudadano de Leeds que ha usado el consulado de Edimburgo y Manchester en el pasado, mi experiencia siempre ha sido buena, pero es cierto que la imagen del Consulado de Londres suele ser menos positiva.
El edificio es obsoleto, la cantidad de trabajo es inmensa para los números de trabajadores que tienen, y en los últimos años aparte del gran avance de la reapertura de Manchester, la plantilla no ha crecido de manera acorde al crecimiento de la población emigrada a Reino Unido, con incrementos por encima del 10% al año, y liderando a nivel mundial la subida en españoles recibidos … pero no son todos recién llegados, sino que el Brexit ha hecho a muchos registrarse por primera vez.
Las quejas suben de manera exponencial, y las peticiones en Change.org lo mismo, pero los respaldos a las diferentes listas que se presentan al Consejo de Residentes (CRE) de Londres siguen subiendo tímidamente, y quizás a cierre de plazo el 1 de abril no tengan los pocos mas de 200 respaldos que justifiquen la existencia de un CRE que ayudara a proponer mejoras, monitorear el trabajo del Consulado, y cada 3 meses poder reunirse a intentar solucionar problemas.
La queja se sube en Facebook, diremos “los del Consulado que malos son” y volveremos a seguir con nuestras vidas y chascarrillos sin ayudar a solucionar nada ya que no van a gastar a leer durante 10 minutos que son los consejos de residentes ni quienes son los voluntarios detrás de estos proyectos poniendo decenas de horas de voluntariado para lograr mejoras por la comunidad.
La critica constructiva de los CREs ayuda a mejorar los consulados.
Los insultos, apuntes con el dedo y foros de redes sociales solo ayudan a distanciar aún más a trabajadores y al resto de población, y no ayudará sin duda alguna a que estos trabajadores puedan ir al trabajo un lunes por la mañana con una sonrisa.
El esfuerzo ha de ser común, con la población implicándose, y con unos consejos elegidos que os defiendan de manera firme y levanten la voz, no solo en las redes, pero siempre con un respeto mutuo institucional, y que los Consulados por igual hagan un esfuerzo por promover que los ciudadanos tengan una voz unida para servir de guía al trabajo que se hace.
El “orinalgate” ha de pasar a ser una anécdota y Patricia de la Piedra debe recibir una excusa por el tratamiento, y creo que el apoyo mostrado servirá de ánimo para saber que, en este caso, alguien se ha excedido con mucho de sus competencias y peor aún han mostrado una falta de empatía que no va a hacer que el consulado “gane amigos”.
Por último, seria interesante ver como la energía que algunos gastan en destruir la usaran para construir, y corran a sus ordenadores a buscar como apoyar las listas que se presentan a las elecciones del Consejo de Residentes del Consulado General de Londres…pero no pasará.