Nada ni nadie puede dañarte si tú no lo permites. Tú eres el dueño de tu destino, tú eres quien decide, eres quien determina tu presente y tu futuro.
Desde que naciste... en el colegio, en la iglesia y en tu hogar te educaron para obedecer y has puesto tu vida en manos de terceros.
Delegaste tu economía, tu salud, tus derechos, incluso, la educación de tus hijos en manos de papá estado, de las instituciones, del sistema.
Y ahora te quejas porque no te gustan los resultados obtenidos porque no llegas a fin de mes, porque te falta salud, porque pisotean tus derechos, porque adoctrinan a tus hijos.
Te quejas y protestas esperando que el sistema te escuche y cambie su modus operandi pero el sistema ha sido creado para actuar de esta manera y está ejerciendo su función con absoluta precisión.
Cuando protestas y te quejas pones tu poder en el exterior. Tu frustración aumenta y nada cambia. Sólo puedes cambiar tu vida tomando las riendas, asumiendo la responsabilidad de tus actos y cambiando tu manera de actuar p a r a c o n s e g u i r u n o s r e s u l t a d o s diferentes.
Todos y cada uno de nosotros hemos venido a realizar una misión, a cumplir un sueño y a vivir una experiencia. Si reconoces quién eres y qué has venido a hacer sólo te queda empoderarte y actuar con determinación.
Nadie va a salvarte, nadie va a sanarte, nadie va a solucionar tus problemas económicos. Sólo tú puedes hacerlo con cada decisión, con cada acto, tomando conciencia, asumiendo que eres único y que lo que has venido a hacer merece tu total entrega y compromiso.
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