Las encuestas empiezan a darle mejor nota al Partido Socialista de Cataluña. Parece ser que de cara al próximo 21 de diciembre va a lograr más diputados que cuando Pere Navarro fue el candidato de los socialistas catalanes en 2012. Elecciones aquellas en las que superaron en votos a Esquerra Republicana, pero esta formación logró un diputado más que la lista de los socialistas.Tiempo después de la debacle socialista en la tierra catalana, considero que pueden respirar tranquilos y tomarse la campaña con la máxima fortaleza posible. Deberán trabajar como locos para lograr de nuevo la segunda posición en votos y en el parlamento. Quién sabe si, mediante acuerdos, Iceta pudiera ser el próximo presidente de Cataluña. Soplan vientos favorables para la formación catalanista, parece ser que hay un interés por recuperar a aquel referente, que lo fue, ante tanto político pretendiendo jugar a la política.Si hubiera que hablar de exilio y de fatigas, seguramente pudiera el PSC escribir muchas más páginas que Puigdemont y que sus compañeros de viaje por Europa. Incluso si realmente cupiese hablar de represión, tampoco podrían escribir muchas líneas quienes han pertenecido a la élite catalana y burguesa desde la cuna. El PSC es el partido de quienes partieron en busca de una mejor vida, de esos emigrantes que tuvieron que abandonar sus casas para poder dar dignidad a sus familias. El PSC es la formación de quienes no creen en las fronteras, sino en las personas. Es el partido del diálogo, del acuerdo, del progreso, de la escuela pública. Es la opción sensata de quienes valoran la cultura de Cataluña y quieren compartirla con España. En definitiva, el Partido Socialista Catalán es, hoy por hoy, la alternativa sensata al bloqueo, el empobrecimiento, el retroceso y la conflictividad que ha supuesto el bloque independentista. Pocos partidos lo han pasado tan mal con el 155 como ellos, porque ninguna otra formación lleva en su ADN el compromiso con esa Cataluña que era el motor del progresismo en el que mirarse. Ya está bien de juegos, toca hablar con sensatez. Es ahora el momento de Iceta.
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