El próximo lunes tendrá lugar el entierro de Isabel II en Londres.
Desde su fallecimiento, Reino Unido parece estar congelado en el tiempo y todo parece que está en espera hasta que se celebre el funeral.
Los medios de comunicación en Reino Unido siguen informando acerca de lo larga que es la cola de gente que espera a rendir tributos frente al ataúd con los restos de la monarca más longeva que ha habido en Reino Unido, informaron de su estancia y viaje por carreteras escocesas, o si su nieto Harry va dado de la mano de Meghan o no. El circo montado alrededor de este evento llena horas de programas televisivos y programas de radio, y las alternativas son pocas.
Mientras que muchos optamos por las plataformas de series o películas, la televisión en directo está dedicada las 24 horas a cubrir este evento, y las programaciones de los medios estatales han retirado todo atisbo de programas cómicos o de entretenimiento estos días.
La “democracia” británica parece ser que estos días ha reducido sus libertades de expresión y las detenciones a quienes han mostrado su desacuerdo hacia el nuevo rey, o hacia su hermano Philip, conocido por sus delitos y abuso de menores se han producido por lo ancho y largo de la geografía britanica. Portar un papel que diga “no mi rey” hace que puedas ser detenido al instante. Espero que volvamos pronto a una democracia plena.
Como representante de la población española en Reino Unido no disfruto de la atención de medios mas importantes de España, pero en esta ocasión si que he sido requerido para opinar de algo que en realidad no forma parte del ámbito de acción de los consejos de residentes.
Al igual que con el atentado en el concierto de Arianna Grande en Manchester, esta vez he recibido mensajes de medios importantes para dar la opinión acerca de lo que la población española pensaba o dejaba de pensar de la reina británica.
Esta vez al menos no buscaban si conocía a alguien que viera la explosión, o heridos sangrando, o niñas corriendo solas despavoridas huyendo del recinto…morbo era lo que necesitaban en esa ocasión.
En esta ocasión lo que buscan es una visión unificadora de lo que Isabel II representaba para los emigrantes españoles, y yo quizás les hubiera podido referir a las redes sociales de algunos de mis amigos y que pudieran comprobar que su impacto no es igual para la ciudadanía, con algunos amigos y amigas hablando de Isabel II como alguien inspirador y llena de fuerza, mientras que otros sacaban a la luz preguntas y críticas sobre algunas de sus acciones menos edificantes.
Los españoles en Reino Unido como los españoles en España tenemos visiones muy diferentes los unos de los otros acerca de las monarquías e incluso llegamos a diferenciar la opinión que tenemos entre los monarcas que se van sucediendo.
El rol de representante no ha de dar la posibilidad de poder hablar en temas como la muerte de Isabel II y opinar por todas y todos los emigrantes.
Es difícil eso sí, pensar que el nuevo rey llegue en algún momento a la mitad de popularidad que llegó su madre, y algunas de sus acciones en los primeros días de su reinado han dejado claro una falta de maneras, de empatía, y de sentido de los tiempos acorde a su posición.
Los gestos y quejas hacia sus trabajadores, teniendo cámaras delante, durante las firmas de documentos en diferentes lugares nos ha mostrado a un Charles III maleducado, irascible, y con una capacidad de llegar al enfado muy rápida.
Más desagradable aun es saber que sin haber enterrado a su madre ya está anunciando despidos masivos en Clarendon House, donde 100 personas trabajaban para él, y con una velocidad inusitada ya está deshaciéndose de trabajadores que durante décadas estuvieron a su lado.
El próximo lunes Reino Unido tendrá el segundo día extra de vacaciones de este 2022 para poder seguir los actos relacionados con el funeral de Isabel II. Hace apenas unos meses tuvimos otro día extra para celebrar los 70 años desde la subida al trono de la reina.
Ni el próximo martes, ni siquiera el martes de la semana posterior, habremos vuelto a la normalidad y esta defunción va a seguir en los medios de comunicación durante mucho tiempo. Este cambio de reinados quitará el foco de lo que realmente debería preocupar a la ciudadanía britanica y que es el estado de una economía que esta pasando por numerosos problemas y que, a la inflación, la perdida de mercados y socios en el exterior o la falta de mano de obra ahora tiene que añadir los costes añadidos que este funeral, con lo que ello conlleva, tendrán en la economía.
Se estima que hay ochenta billones de libras esterlinas en billetes y monedas con la cara de la reina que tendrán que retirarse de la circulación gradualmente, así como los sellos, y toda aquella institución y edificios que incluyan el “Her Majesty” habrá de cambiarse por “His Majesty”.
En el día a día no se notará o no se debería notar el cambio en el ocupante de Buckingham Palace, y aparte de no volver a tener la presencia en acto públicos o en tabloides de Isabel II, el reinado de Charles III no supondrá cambios que afecten directamente a la ciudadanía.
Muchos echarán de menos su mera presencia y sus mensajes de navidad, y muchos no echarán de menos nada, pero queda claro que 2022 para muchos ciudadanos británicos será el año que perdieron a la reina Isabel II, y esto no hará mas que seguir sumando como otro evento a añadir a las guerras, pandemias, desastres naturales, y degradación del planeta en esta década que, en solo 3 años, nos está cambiando la vida a peor a todo el mundo…pero esto sigue adelante y como decía Queen, el grupo, The show must go on…