Foto del perfil del redactor de Diario16 Vicente Mateos Sainz de Medrano.

Empecinarse en el error siempre se paga

18 de Marzo de 2025
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Mazón anuncia su pacto con Vox.
Mazón anuncia su pacto con Vox.

Encastillarse en una creencia, en una idea, en un relato falso que solo ves tú, es el signo definitorio de la estulticia que anida en la mente de quienes son incapaces de reconocer sus errores: que todo el mundo ve. Obstinación que les convierte en fantasmas andantes, en ectoplasmas sin carnalidad ni corazón que deambulan de un lado a otro, desnortados, fingiendo que hacen cosas, muchas cosas, para justificar su encastillamiento ridículo. Tozudez y desvergüenza que impide a Mazón comprender que por muchas cosas que dice hacer para la reconstrucción de los desastres producidos por la Dana —lo último negociar con Vox un nuevo presupuesto para la Comunidad—, su futuro político ya no existe porque está sentenciado por la ciudadanía. Por eso continuar con la fantasía vergonzante de que todo se hizo bien para exculparse de sus errores que supusieron la muerte de decenas de personas, echando la culpa a la inoperancia del Gobierno central —siempre la paja en el ojo ajeno, nunca en el propio—, le convierten en un patibulario que corre huyendo hacia la nada donde terminara cayendo, convertido en metáfora de la maldad más estulta.

Y todo por querer conservar el poder que le ha permitido convertirse en un personaje público, vitola que no hubiera alcanzado de no haber tenido la habilidad de estar en el momento oportuno y a la hora exacta para ser ungido por el jefe, por ser una cara nueva que no olía al rancio corrupto de los históricos dirigentes del PP valenciano, muchos de los cuales dieron con los huesos en el banquillo y en la cárcel, que alguno intenta aún sortear para no cumplir su sentencia: Zaplana. Que el cargo le venía grande lo confirmo su primera decisión de calado para hacerse con la presidencia de la Generalitat haciéndole la cama a su jefe, Feijóo, lanzándose, sin consultarle, a ofrecer un pacto de gobierno a Vox. Decisión tomada sin encomendarse ni a dios ni al diablo, en plena precampaña de las generales, que resto votos al PP como piensan no pocos dirigentes nacionales de su partido.

Primer error grave de Mazón, ser el primer dirigente popular en abrirle la puerta del poder a la ultraderecha que, a las pocas semanas, le obligó a cerrar la Unidad Valenciana de Emergencias (UVE) creada por su antecesor Ximo Puig, con el argumento de que ya existían otras unidades: el Centro de Coordinación de Emergencias y la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias. Ninguna de las dos funcionó el día crítico de la Dana. A partir de ahí Mazón fue ganando confianza en sí mismo, rodeándose de aduladores —ejemplo de la cortedad mental de todo jefe sin auctoritas—, que le bailan el agua dándole la falsa seguridad de poder poner cara de cemento armado, cuando te descubren con el carrito del helado: tu ausencia, aún no esclarecida en todos sus extremos ni con la claridad meridiana que reclaman los afectados —con los que no se ha reunido, porque los rehúye—, sobre que hizo durante las horas críticas en las que se pudieron salvar muchas vidas.

La misma cara de cemento —impasible el ademán— que pone Feijóo cada vez que le preguntan por qué sostiene a Mazón en el cargo, evidenciando que son tal para cual, ya que el inefable líder del PP, como su pupilo Mazón, tergiversa y retuerce los hechos, para no asumir la responsabilidad que tiene, mediante el resabido recurso de desviar, con hipérboles de todo tipo, la causa de lo sucedido con la Dana al Gobierno central. Pero el asedio es tal que ya comienza a recular, repartiendo la culpa por igual a las dos administraciones, central y autonómica, con tal de no dar su brazo a torcer, con tal de no reconocer que, como afirma en sus escritos la juez de Catarroja que instruye el sumario, la responsabilidad de lo sucedido fue por entero de la administración autonómica que era la que tenía las competencias.

Así seguimos empantanados en este juego de cobardes que no quieren admitir sus errores y responsabilidades. El uno para no perder el cargo, fiado en la creencia de que con el paso de los meses su ineficacia y ausencia en el momento clave terminará por olvidarse. El otro, porque su ego no puede soportar, en su pequeño mundo, conceder la más mínima brizna de victoria a perrosánchez. Todo menos pensar en los afectados y en las familias que perdieron a seres queridos que reclaman, y no van a dejar de hacerlo:  justicia legal y política.    

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