De forma increíble, para lo que suelen ser las pretemporadas “normales”, el Real Madrid no está disputando casi amistosos. Tres para ser exactos han disputado antes de la Supercopa de Europa y el comienzo de La Liga. Se ven tan superiores en numerosos planos que ni ensayos necesitan para disputar las competiciones. Tres partidillos para hacer un poco de caja y que Florentino Pérez se pasee por EEUU y ya. El resto vendrá rodado.
Si se piensa con frialdad, es normal que hagan lo justo antes de comenzar las competiciones. No han fichado a Mbappé y por ende no tienen que pasearlo como si fuese un trofeo de caza. Nadie va a pagar una entrada por un suplente de 100 millones comoTchouameni (sí, que siempre se olvidan en el nacionalmadridismo en incluir los pluses de 20 millones). Y tampoco quieren meter muchos partidos a los once o doce que van a jugar prácticamente todo. De ahí que cuantos menos partidos mejor. Los justos para aparentar y sacar unos euros ahora que van a aumentar el coste del estadio hasta llegar a los 1.000 millones (que esto no se lo suelen contar en los medios nacionalmadridistas).
En Liga van al tran-tran, sin desgaste. Ya tienen a los señores que pertenecen a la RFEF (para que luego se quejen) para arreglar lo que se complique. Una tarjeta roja perdonada a Casemiro. Un penalti por desmayo. Y así todos los partidos cuando no le da al entrenador rival un cagancho. Porque, salvo contadas excepciones, hay entrenadores que se dedican a inventar el fútbol cuando juegan contra el Real Madrid. Por no decir que descuentan el encuentro nada más conocer el calendario (con el Barça suele pasar algo parecido). Todo encauzado para una pelea entre blancos y culés que es lo que pone cachondo a Tebas. Y luego que pagan poco por los derechos de televisión.
Lo curioso es que tampoco la pretemporada del equipo blanco ha sido estelar o buena en términos generales. Una derrota contra el Barça. Un empate contra el América mexicano (que en España se vendió como casi una hazaña). Y una victoria contra la Juventus (esa que ha sufrido lo indecible para entrar en Champions y con ciertas ayudas). El fútbol desplegado ha recordado al del año anterior. Todos bien juntos (bloque bajo por no decir cerrojazo) y patadones para que corra Vinicius. O, en bloque medio, buscar que la banda de Vinicius quede medio libre para mandarle otro patadón para ver qué inventa. Y luego rezar a san Benzemá. Con eso les ha valido un año para ganar dos títulos y ¿para qué cambiar?
Por eso van de sobrados. Saben que con los “de amarillo” tienen 20 puntos asegurados. Con los caganchos unos 30. Saben que tienen que pelear otros 30-40 puntos. Eso si el Barça aprieta y al Atleti le da un mareo raro como en la 20-21. Les queda competir en Champions durante unos doce partidos y para todo eso no hace falta demasiada pretemporada ya. Lo tienen tan atado que les desborda la soberbia por la comisura de los labios y ya se permiten ni hacer partidos de pretemporada. Y como a sus seguidores les da igual porque ya leen en Marca y As que son los mejores y nada, ni nadie les puede hacer mella, pues para qué desgastarse. Y para todo lo demás el ser superior, Florentino por si alguno no lo sabe, proveerá.