Justo, cuando estaba meditando sobre este mundo convulso,
vacío de amor y repoblado de odio, recibo el sueño de una empresa poética,
situada en Ferrol, donde todo se abre al océano y al ritmo de su estrofa, a
los pinceles y a las pautas sinfónicas. Reconozco que esta Sociedad
Artística Ferrolana no cesa en su siembra intelectual. Con frecuencia, suele
sorprenderme a través de sus frutos vivenciales, conjugados en la auténtica
palabra y en el verdadero arte. La capitanean figuras que cultivan la mente
y practican el corazón, como Ricardo Diaz-Casteleiro Romero o Carlos Barcón
Collazo y tantos otros que han sabido aglutinar este níveo horizonte
existencial. Todo un mérito que deseo universalizarlo, máxime en un tiempo
de acoso y ahogo hacia todo lo que nos hace reflexionar y revivir, unido a
un espacio donde el hálito creativo suele estar ausente, debido en buena
parte a otros intereses mundanos, que repelen los estados del alma.
En consecuencia, esta sinergia es muy importante. Ahora me
acercan POESÍA GALICIA, crecida de ilusión y hermanamiento, verdaderamente
única y singular, porque fraterniza la técnica pictórica con un mar de
metáforas en comunión con el aire viviente. Su receta es conmovedora,
debemos tenerla siempre presente; puesto que, todo lo abrazan y comparten, a
cambio de nada. En la editorial, su director Carlos Barcón, lo vocifera bien
profundo y claro: "La poesía es como el amor, que agrupa a la gente más allá
de todo los demás... es una visión del mundo, una actitud ante la vida... Y
es que sin raíz poética, ninguna cosa tiene dignidad suficiente para el
espíritu humano". Ciertamente, así es, en medio de este tenso volcán de
confusiones, hay que volver a los lugares que nos embellecen con el brío de
la inspiración y los labios de la composición en acción, para pincelar otro
orbe más etéreo que terrenal.
Necesitamos volver a la verídica voz, con la esperanza de
reencontrarnos a nosotros mismos, pero también con la expectativa de la
comprensión entre semejantes. Regresen los vínculos y retornemos a la
emoción de hacer familia. No podemos vivir cada uno en nuestro mundo, como
islas de pensamiento y con actitudes excluyentes. Es menester despertar y
entendernos, atender a los que sufren una gran soledad, por nuestra
incomprensión mezquina. Precisamente, esta Sociedad Artística Ferrolana
proyecta otro mundo a través de sus anhelos, convencidos de que hay que ir
más allá de lo cotidiano; y, han tomado la poesía y cualquier iluminación en
general, "como un consuelo, como una expresión de esperanza, como un faro
que alumbra lo que la humanidad podría llegar a ser, algo que trasciende a
lo humano" (Sentimiento vertido por Carlos Barcón en la Editorial). Sin
duda, la práctica creativa no sólo nos eleva, también nos insta a
relacionarnos entre sí.
Hoy más que nunca, entiendo, que tenemos que optar por otra
orientación viviente. Serán los cultivadores del talento y el buen talante,
los que nos ayuden a templar y a contemplar la reconstrucción de tantas
esencias destronadas y perdidas, abandonadas a los designios de la
pasividad, cuando todos somos indispensables e imprescindibles para dar
continuidad al linaje. Ojalá seamos tocados por la luz del asombro, para que
podamos recobrarnos y sonreír, hacer piña y ser luz para nuestro prójimo, al
que hemos de volver cada amanecer más próximo. Por eso, es valioso que
sociedades como esta Artística Ferrolana, contribuya a ilusionarnos y a
darnos otra energía rica en fermentos armónicos, que es lo que
verdaderamente contribuirá a conciliar y a reconciliar nuestros pulsos.
Naturalmente, en POESÍA GALICIA se da esa mística que une y reúne, mediante
su rectitud y compromiso de reparar andares, remediar sustentos y nutrir
enfoques diversos.
Frente a una adormecida sociedad que hoy mira con cierta
desconfianza y recelo hacia sus análogos, esta ventana literaria nos insta a
observar de otro modo, a través de su manojo de vivos abecedarios y de
hermosas ilustraciones de Siro, Mariano de Souza, Olga Rubalcaba, Tino
Cuesta, Corín Cervera, Pilar Alves y Fernando Villoeslada; sapiencias que
requieren de nuestro recogimiento. Indudablemente, es todo un camino de
lucidez y valentía, de no casarse con nadie, únicamente con los vientos de
la libertad y los aires de la justicia. Esto realmente es una vocación y una
contemplativa, sin los cuales vivir sería un error. Optar por una vida en
verso, es un modo de enternecerse y eternizarse. Nos alegra, por
consiguiente, que esta agrupación Ferrolana, una vez más contribuya a
trascendernos con pensamientos inéditos, maravillosos y placenteros;
ayudándonos de este modo a sobrellevar la cruz de los días, con su
manifiesto de virtudes y bondades literarias.
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