Francisco Silvera

¿Escohotado?

21 de Noviembre de 2021
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Antonio_Escohotado

Me jode profundamente ver que el tradicionalismo cutrespañol se apropia de la figura de Escohotado, antes escupida y ridiculizada; y me jode que él mismo se haya dejado acunar por estos demagogos refractarios al pensamiento crítico que se lo ponen de camiseta para defender unos colores que, lo saben, son su autodestrucción, pero lo fagocitan en un afán distorsionador para autojustificarse.

Yo tengo el convencimiento de que en España el liberalismo ni se ha olido, la derecha tradicionalista es simplemente conservadora, esto es, ve clara la interrelación entre inmovilismo social y mantenimiento del capital, y por eso son folklóricos (católicos y esas estupideces) pero no considera teoría económica alguna, no llega intelectualmente, vean a Ayuso, Casado o el otro… la izquierda no es mejor, añado.

Yo he leído a Escohotado; no negaré la posible deriva radical de su pensamiento postrero, ocurre un poco lo mismo con el individualismo antiestatal tan de corte inglés, irreverente hasta llegar a convertirse, en un regate disparatado, en trumpismo, porque el liberalismo literal puede llegar a ser anarquista, a estar en contra de las estructuras del Estado… y esto jode a la izquierda, que se atribuye este tópico.

Hace mal la derecha en reivindicar a un pensador que estaba contra toda moral en favor de una ética conducida por la inteligencia crítica, llevada al horizonte de los hechos y lejana de toda prescripción, porque eso va contra sus corbatas; que consideró que la planificación y el control del Estado eran una forma de ignorancia, porque lo humano está sujeto al caos ordenado de los acontecimientos naturales, pues en nada se separa de ellos, es decir que nuestra única libertad es saber que no somos libres y que no hay nadie juzgando en el espacio infinito, porque eso va contra sus gominas; que vio de cerca la basura histórica detrás de cada confesión religiosa y los intereses narrativos de toda nación, española o catalana, porque eso va contra sus cinturones de castidad; que se atrevió a historiar la economía como un conflicto de intereses entre iguales, desconfiando de profetas, salvapatrias y elevadores de las clases, porque eso les hace estallar las joyas cimbreantes de emoción en los palacios de la ópera (o ahogarse a los del Kremlin universal).

Si España fuera un país culto, Escohotado habría venido trabajando en el Consejo de Estado intentando derruirlo, asesorando al Rey para que se fuera, conciliando con la Iglesia para su autodisolución, o habría dirigido el Cervantes vendiendo prestigio narcoalevoso y sinceridad eutanásica para mostrar una España auténtica y admirable y culta…

La izquierda lo entregó por miedo a enfrentarse a su pensamiento sin límites, complejo y crítico. Se quedó sólo, rodeado de brutos… y nada de lo humano le fue ajeno, está claro. STTL.

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