Germán Gorraiz López

¿Está Estados Unidos en la "fase romana tardía": decadencia, descomposición y delirio?

17 de Julio de 2025
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¿Está Estados Unidos en la "fase romana tardía": decadencia, descomposición y delirio? Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una imagen de archivo. Foto: Casa Blanca

La idea de que Estados Unidos está entrando en una "fase romana tardía" de decadencia, descomposición y delirio es una comparación histórica que aparece a menudo en debates culturales y políticos. Se basa en paralelismos con el Imperio Romano tardío, que experimentó un declive marcado por la inestabilidad política, el deterioro económico, la polarización social y las invasiones externas. 

Argumentos a favor de la analogía de la "decadencia romana":

Polarización política y disfunción institucional: Los EE. UU. enfrentan una polarización política extrema, con una confianza decreciente en las instituciones (gobierno, medios, sistema judicial). Por ejemplo, las encuestas de Gallup muestran que la confianza en el Congreso cayó al 8% en 2024, un mínimo histórico. Esta fragmentación recuerda la inestabilidad política de Roma, donde las facciones y la corrupción debilitaron la gobernanza.

Desigualdad económica: La brecha entre ricos y pobres en los EE. UU. se ha ampliado, con el 1% superior poseyendo más riqueza que el 90% inferior (según datos de la Reserva Federal). En Roma tardía, la concentración de la riqueza contribuyó a la inestabilidad social, ya que las élites acaparaban recursos mientras las masas enfrentaban dificultades.

Declive cultural y "delirio": Algunos críticos argumentan que los EE. UU. muestran signos de decadencia cultural, como el enfoque en el entretenimiento, el consumismo y narrativas ideológicas polarizadas que parecen desconectadas de la realidad. Esto se compara con el "pan y circo" de Roma, donde los líderes distraían al pueblo con espectáculos mientras el imperio se desmoronaba.

Desafíos externos e internos: Los EE. UU. enfrentan tensiones geopolíticas (por ejemplo, la competencia con China) y desafíos internos como el crimen, la inmigración y la infraestructura en deterioro. Roma tardía luchó con invasiones bárbaras y una burocracia ineficiente, lo que algunos ven como análogo a las presiones modernas.

Resiliencia y adaptabilidad: A diferencia de Roma, los EE. UU. tienen una economía dinámica, liderando en innovación tecnológica (IA, biotecnología) y poder militar. El PIB de los EE. UU. en 2024 fue de aproximadamente $25.5 trillones, el más grande del mundo, lo que sugiere fortaleza más que colapso inminente.

Ciclos históricos vs. fatalismo: Los períodos de agitación no necesariamente equivalen a un declive terminal. Los EE. UU. han enfrentado crisis antes (Guerra Civil, Gran Depresión, Guerra de Vietnam) y han surgido más fuertes. Comparar la situación actual con Roma puede ignorar esta resiliencia.

Los EE. UU. enfrentan desafíos significativos: polarización, desigualdad y una percepción de declive cultural entre algunos grupos. Estos problemas resuenan con aspectos de la decadencia romana, particularmente en la erosión de la cohesión social y la confianza institucional. Sin embargo, los EE. UU. tienen herramientas modernas—tecnología, democracia, una economía globalizada—que Roma nunca tuvo, lo que les permite potencialmente evitar un colapso similar. La narrativa de "decadencia, descomposición y delirio" puede ser más una crítica retórica que un diagnóstico preciso, a menudo utilizada para amplificar preocupaciones ideológicas específicas.

En resumen, en lugar de un declive inevitable, el país parece estar en un período de transición, cuyo resultado dependerá de cómo aborde sus desafíos internos y externos.

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