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Está todo por hacer

09 de Enero de 2025
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Está todo por hacer. Desigualdades

El pasado tres de enero, nos despertamos con una gran alegría: el número de parados ha disminuido en medio millón el año pasado, lo cual, siendo bueno, no debe llenarnos de satisfacción porque este dato, por sí solo, no es lo que este país necesita para sentirse cómodo con todos sus habitantes, presentes y futuros.

Porque el dato anterior, si quiere ayudar a que España deje de ser un país en el que abunden las desigualdades, es necesario que, al menos, tres problemas más dejen de serlos.

El primero es la inmigración, que se ha convertido en el baluarte único de la extrema derecha de VOX y Alvise, partidos de una simpleza de parvulario, que cogen por su colmillo no más de dos o tres problemas, e intentan colarlo a través de las redes sociales en cerebros de pocas y malas neuronas. Así de claro.

Porque una de las peores desastres que nos ha podido suceder es la aparición de la extrema derecha, porque no ha aportado nada en positivo que no sea que Franco fue un crack, que construyó una España guay, todo esto acompañado de mentiras, bulos e hipérboles, para hacer más creíble su “corta doctrina”. Pero se han extendido como la grama a través de Trump, Bolsonaro, Orbán, Meloni, y otros/as que no mandan todavía pero que obstruyen todo lo que pueden.

El siguiente problema a resolver es el de la vivienda –Sancho, con la iglesia hemos topado-, que se ha constituido como un muro en el que tropezamos todos los que aspiramos a tener un lugar digno en el que desarrollar nuestra actividad vital. ¿Tan difícil es que se cumpla un precepto constitucional por el que todos los ciudadanos tengamos derecho a una vivienda en condiciones? Y lo malo es que, además de alguna propuesta sin concretar por parte de la izquierda, la derecha no dice nada del tema. Su objetivo es derribar al gobierno de coalición y su “programa” se basa en soltar al Tellado o a la Cuca para que suelten por sus boquitas hasta quedarse afónicos/as. Así no veamos a ninguna parte.

El tercer problema se basa en disminuir las desigualdades hasta llegar a su desaparición. Sí, hasta su desaparición, aunque me arriesgue a que, a mucha honra, me llamen comunista. Pero la gente es lo primero y es imposible que se esparza la vida con continentes desiguales, países del mismo tenor, y ciudades en las que convivan ricos a reventar con pobres de solemnidad. ¿Dónde están los católicos apostólicos de este país?

Llevamos siglos sin que el problema de las desigualdades desaparezca. El comunismo en la Unión Soviética y en China fue un intento muy serio de avanzar hacia la desaparición de las desigualdades, pero por numerosas razones la resolución de tan grave problema quedó sin resolverse, ¿es posible que Trotski tuviera razón en lo de la imposibilidad de la existencia del comunismo en un solo? Como marxista convencido tenemos la obligación de ser analíticos y mantener  este carácter por encima de todo y estar dispuesto a mantener un comportamiento revisionista con el devenir de los acontecimientos.

Y a todo esto, con los países más fuertes de la tierra como son EEUU con Trump, Musk y una cohorte de multimillonarios a la cabeza, China y Rusia, el grave problema del Cambio Climático y la desaparición de la Biodiversidad se plantean como muy difíciles de resolver. Solo unos cuantos países emergen con actitudes que van en la dirección correcta.

A la vista de lo anterior, el futuro se presenta obscuro, sobre todo si no conseguimos el pequeño objetivo inmediato de aprobar unos presupuestos que nos permitan avanzar algo en nuestros graves problemas.

La democracia actual no nos permite avanzar de forma más rápida en nuestras necesarias mejoras.   

  

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