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Estudio sobre mortalidad en Onda (2018-2024)

19 de Septiembre de 2024
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Onda

Hace unos días, una persona me pasó un documento «.pdf» en el que se describía un estudio estadísticoque había realizado él mismo. El tema era la mortalidad sufrida en la localidad de Onda desde el 1 de enero de 2018 al 31 de julio de 2024.

Lo leí con atención. Se trata de un estudio, vamos a decir «casero», realizado con la máxima escrupulosidad posible por una persona que ha invertido su tiempo y energía en él. Las herramientas que ha utilizado están al alcance de cualquier persona interesada en reproducir el estudio por su cuenta.

De las primeras cuestiones que plantea el autor son las dificultades a la hora de encontrar datos registrados fiables en las diferentes fuentes que consultó:

  • Las esquelas de una revista de la localidad.
  • Las funerarias de la localidad.
  • El juzgado de paz de la localidad.
  • Las televisiones locales.
  • El registro del cementerio de la localidad.
  • Las lápidas del cementerio.

Aun con la realidad de no poder contar con una única fuente fiable donde estuvieran registradas las defunciones, se puso manos a la obra con herramientas de andar por casa (un teléfono, un portátil y una hoja de cálculo de la aplicación libre Open Office).

Utilizó una serie de filtros automáticos atendiendo a diversas variables: sexo, edad, fecha del fallecimiento, origen del dato, etc.

No voy a mostrar exhaustivamente cada uno de los resultados a los que llegó el autor pero sí me parece de interés lo siguiente:

Durante el año 2020 no hubo mayor mortalidad en la localidad de Onda que en otros años. Interesante dato que muestra el gran trabajo realizado por los profesionales de la residencia de ancianos de esa localidad, tal y como se reconoce en el estudio.

Sí que se observa un aumento de la mortalidad en 2021, por lo que centró su atención en los datos resultantes después de un filtrado mensual. ¿Qué había ocurrido entre el 14 de enero y el 20 de febrero de 2021 para obtener la siguiente gráfica? [Los subrayados en rojo son míos]

 

El autor apunta que la campaña de inoculaciones masivas en Onda comenzó el 7 de enero para las personas institucionalizadas (hasta entonces libres de ningún contagio), para todas las personas mayores de 80 años y para el personal sanitario.

A partir del 13 de enero se comenzaron a detectar problemas de salud en los residentes del centro asistencial de mayores «Monseñor Fernando Ferrís de Onda», comunicándoselo a los familiares por WhatsApp. A partir de entonces… silencio.

Tras realizar un filtrado de las personas fallecidas menores de 70 años, todavía no inoculadas, surge la siguiente gráfica.

Se puede observar con claridad que en enero-febrero de 2021 la mortalidad está dentro de lo comparable con años anteriores en personas no inoculadas. Y que en 2022, ya inoculado un grandísimo porcentaje de la población, la mortalidad en esa franja de edad menor a 70 años sufre un ascenso importante.

Más adelante, hace énfasis en la diferencia del nº de defunciones según el sexo y la edad, llegando a la conclusión de que sí hubo más fallecimientos de hombres en 2022 y 2023 y, sobre todo, hay una tendencia a morir más jóvenes.

Hasta aquí, lo que está meridianamente claro es que durante 2021 y 2022 debe haber algún factor que coincide temporalmente con un mayor aumento de mortalidad en los habitantes de Onda. Y, para quien quiera verlo así, la sobremortalidad es evidente en las personas que, por edad, se ven abocadas a inocularse la inyección frente a la covid-19, dentro de la campaña de miedo imperante.

El autor de este estudio descriptivo es consciente de las limitaciones del mismo y no es su pretensión llegar a probar científicamente la relación causal entre las inoculaciones covid y el aumento de mortalidad… pero sí es necesario prestar atención a la clara señal de alarma relacionando los hechos descritos y que han derivado en un aumento dramático de defunciones en la localidad.

Al final del escrito, se cuestiona sobre el interés que podría tener para las autoridades organizar un fichero único en las localidades donde se pudieran consultar este tipo de datos sobre fallecimientos con las distintas variables a contemplar (sexo, edad, causa de muerte).

Siendo consciente de lo descrito, yo me pregunto: ¿no merece la pena estudiar la realidad, «el mundo real» lo llaman, para sacar conclusiones, asumir responsabilidades y tomar mejores decisiones en el futuro?

Como remate final, el autor invita a otras personas a que realicen descripciones semejantes en otros territorios de igual población o mayor.

Mis respetos, Federico Canelles Roca. Salud para ti y los tuyos.

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