En las últimas semanas se ha reventado el tablero de la geopolítica global con la vuelta de un troll como Trump a la Casa Blanca y esta vez ha venido acompañado y rodeado de un equipo de magnates y tarados variopintos que no han hecho más que añadir leña a un fuego que no necesitaba de mas combustible.
Las decisiones internas de su gobierno parecen más enfocadas a llenar horas en los informativos y medios de comunicación en el exterior que en su propio país, y todas las medidas y declaraciones son una lista de bravuconadas y salidas del tiesto que le servirán para sacar pecho con parte de su electorado…los que se vestían de bisontes y entraban a la fuerza en el Congreso de EE. UU hace poco más de 4 años.
El problema con sus decisiones y sus actitudes de bully de colegio es que está logrando tener un impacto no deseado en el resto de los países del mundo, y de cierta manera está moviendo muchos de los gobiernos y las instituciones hacia una posición que se va alejando cada vez más a la derecha de lo que ya estaba.
La Unión Europea está viéndose abocada a adoptar medidas significativas en defensa y política en respuesta a las recientes acciones del gobierno de Trump relacionadas con su imposición arbitraria de aranceles y con los últimos posicionamientos y afrentas de Trump hacia Ucrania.
La guerra arancelaria le puede salir cara y de momento se ha ganado un alineamiento global que va a servir para los productos estadounidenses sufran unos aranceles similares y nadie está por la labor de aceptar un tratamiento derogatorio sin que sufran las mismas consecuencias.
A los aranceles que está imponiendo al resto del mundo, el presidente Trump ha informado de aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio europeos, justificándolos como una medida para proteger la seguridad nacional. En reacción a esta decisión de Trump, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lamentó profundamente esta decisión y anunció que la UE responderá con contramedidas "firmes y proporcionadas" para salvaguardar sus intereses económicos. La UE a través de estas medidas intenta proteger a las empresas, trabajadores y consumidores europeos afectados por los aranceles estadounidenses.
Las consecuencias de esta subida de aranceles impactarán directamente en los consumidores que verán muchos precios subiendo en los próximos meses justo en un momento en el que parecía que por fin se había acabado en parte con los problemas inflacionarios que hemos estado sufriendo en los últimos años.
Los esfuerzos por parte de los bancos centrales y gobiernos para lograr controlar la inflación van a servir de poco gracias a la guerra comercial iniciada por Donald Trump.
La imposición de aranceles por parte de Estados Unidos ha reforzado en Europa la necesidad de una mayor autonomía estratégica, especialmente en el ámbito económico y comercial, para no depender excesivamente de las políticas estadounidenses.
A sabiendas de la repercusión que la guerra comercial va a tener a nivel mundial ha buscado añadir más frentes a nivel internacional y tras salir de la Organización Mundial de la Salud, de la UNESCO o del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, acusándolo de mantener políticas sesgadas contra Israel, en las dos últimas semanas ha intensificado su interés en seguir desestabilizando Europa y lo ha hecho a través de su posicionamiento en la guerra iniciada por su amigo Putin en Ucrania.
Ante este cambio en la postura de Estados Unidos respecto a Ucrania, la UE ha decidido impulsar la inversión en defensa. Durante la Conferencia de Seguridad de Múnich, Von der Leyen propuso "activar la cláusula de escape para las inversiones en defensa", permitiendo excepciones a las normas fiscales del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y con esta iniciativa busca compensar una posible reducción del apoyo estadounidense y reforzar la seguridad europea.
La situación en Ucrania y la percepción de un posible debilitamiento del apoyo estadounidense están acelerando los esfuerzos por desarrollar una política exterior y de seguridad común más robusta dentro de la Unión Europea…o esa es la excusa que nos venden.
La UE ha anunciado que está colaborando con países como Reino Unido, Canadá, Turquía y Noruega para fortalecer su plan de rearme y han acordado movilizar 800.000 millones de euros para compras conjuntas de armamento, financiadas mediante la emisión de deuda conjunta y préstamos garantizados. Este esfuerzo conjunto busca aumentar la seguridad europea y continuar apoyando a Ucrania en medio de las tensiones actuales.
Esto suena perfecto para muchos partidos a la derecha del tablero y la inversión en Defensa y militarizar Europa será muy aplaudida por muchos ciudadanos y ciudadanas europeas que prefieren militarizar a invertir en colegios o sanidad y solo miden sus sociedades por el número de soldados y tanques.
El resto de los votantes ahora mismo parece que han perdido su capacidad de respuesta a una imposición en gastar más en Defensa bajo la justificación de que nos vemos forzado a ello…Trump nos dicta lo que haremos y donde gastamos más dinero.
La UE ha renovado en las últimas horas las sanciones individuales contra Rusia por su invasión de Ucrania, extendiéndolas por seis meses más. Tras superar el veto de Hungría y la reticencia de Eslovaquia, se acordó retirar las sanciones a algunas personas. Esta prórroga afecta a más de 2.400 personas y entidades rusas, reflejando la postura firme de la UE frente a las acciones de Rusia en Ucrania.
Estas decisiones demuestran la determinación de la UE para proteger sus intereses económicos y reforzar su seguridad en respuesta a las políticas del gobierno de Trump y la situación en Ucrania pero no debemos ser tan ingenuos de creernos todo lo que se nos dice…Europa esta siguiendo las miguitas de pan que nos ha dejado en el camino Trump y Bannon y para “protegernos” al final entraremos en el juego que quieren que juguemos y que consiste en la derechización y militarización de nuestros países.